FERNANDO IV DE CASTILLA "EL EMPLAZADO"

08.09.2021 11:38

        FERNANDO IV DE CASTILLA “EL EMPLAZADO”

Familia Carvajal

Cronica desde la calle Cuba de mi llopis Ivorra

Sucedió que, el día 8 de agosto de 1312, y en el pueblo de Martos, localidad de la provincia de Jaén, y que según cuenta la tradición, presenció con horror, el padecimiento a que el Rey Fernando IV de Castilla, habia condenado a dos ilustres caballeros del linaje de Carvajal, y de nombre Pedro y Diego Alonso de Carvajal, que por causa no muy bien aclaradas ni entendidas para la muchedumbre, pero que estas causas debían ser enormes dado el castigo con el que fueron  sentenciados de manera desusada a muerte, Fernando IV, el Rey, habia acudido rodeado de sus capitanes y cortesanos a presenciar el tormento, y con caras de muy complacido se mostró avista de todos, en ver como los dos sentenciados hermanos Carvajal, subían a la cumbre de un peñón cortado verticalmente y de extraordinaria altura, desde la cual, atados de pies y manos por el verdugo, serán lanzados al abismo, rebotando y destrozándose sus cuerpos en los picachos y salientes de la roca en su caída, hasta llegar al fondo.

Más, uno de los hermanos Carvajal, cayó no muy lejos de donde el Rey montado a caballo presenciaba tan macabro espectáculo, e incorporándose trabajosa y dolorosamente, con la cabeza cruelmente magullada y la faz bañada en sangre, emplazó al Rey don Fernando IV de Castilla, para que dé allí a treinta días pereciese a juicio con ellos ante Dios, sobre la muerte que les habia mandado dar con “tuerto”.

Más el Rey, al cumplirse los treinta días y estando en Jaén, bueno y sano, acostose a siesta después de haber comido, y como no se levantase al cabo de dos horas, entraron en su cámara y se lo encontraron muerto.

Y es a partir de este suceso, de donde la vino el sobrenombre del Emplazado por el que fue conocido de la posteridad.

Ahora bien, sabemos la pena pero no el delito que  habían cometido los hermanos Carvajal, y grave debía de por la inhumana sentencia, y existen varias versiones contradictorias, pero el asunto, que tuvo algo de justiciero, algo de terrible, algo de novelesco, algo de augurio, y un mucho de misterio, hizo que se repitiera con pavor el apellido Carvajal en círculos palaciegos  y que se ocuparan de él los cronistas, sirviendo el tema para romances y coplas del pueblo, vamos con una de las versiones del sucedido que nos ofrece don Publio Hurtado, y que nos dice:

Se tiene por cierto, que morando los hermanos Carvajal en Valencia de Campos, que más tarde se llamaría de don Juan, capitaneaban uno de los bandos, cuya finalidad era la de mangonear y preponderar en los concejos, que por entonces tenían mucho de que poder utilizarse en beneficio propio o el de los parientes y paniaguados, igual que el caciquismo de hoy, pero bajo otra forma y procedimiento, aunque con los mismo fines usurpadores y censurables.

Del otro bando contrario a los de Carvajal, eran cabeza visible los caballeros Benavides, estos tenían su solar en la misma villa de Valencia.

Era tal la enemiga creada entre ambos bandos, sin opción a la solución y más de más cuando se heredada de ordinario de padre a hijos y de ordinario era la ocasión en que afrontándose unos y otros no surgiera un lance a mano armada, cierto día y en presencia del rey Fernando IV de Castilla, se retaron los de Carvajal y Benavides, Unos cuentan que, el reto medio entre Pedro de Carvajal y Pedro de Burón de Benavides solamente, otros dicen y aseguran que, los retadores fueron Pedro y Diego de Carvajal, contra Burón Benavides y un hijo de este, más cierto es que, el desafío se llevó a cabo a la salida de unas de las puertas de Valladolid, que a  partir de ese este suceso se llamó Puerta del Campo, y que los vencedores fueron los hermanos de Carvajal, y ya fuesen uno o fuesen ambos, lo cierto es que madrugaron a los Benavides, a los que cortaron las cabezas, lo que sintió mucho el monarca.

Y pasó al tiempo, y ya hacia algunos años del sucedido, y siendo favorito del Rey Fernando IV de Castilla, Juan Alonso de Benavides, que algunos cronistas hacen hijo de Pedro Burón de Benavides, con mucha y grande influencia con el Rey don Fernando, y a la sazón notoria a todos los magnates, Pedro de Carvajal el más culpado sin duda de los dos hermanos, “tal vez porque fue el que se batió con Burón” se expatrio de los reinos de Castilla y busco refugio y protección en tierras del Rey moro de Granada.

Cierta noche, saliendo el valido del palacio real en Palencia, fue asaltado por alguien que lo acechaba y resultaba muerto por tres cuartas de vizcaína en la barriga, o toledana que en eso de la procedencia del acero los cronistas no se ponen de acuerdo, nadie vio a los asesinos, nadie se asomo a las ventanas al sentir ruido, pero cierto es que todos presumieron que los asesinos no eran otros que sus enemigos, los hermanos Pedro y Diego de Carvajal.

Cundió la sospecha por todos lados, y en Rey, que era de carácter variable, según don Rodrigo, obispo de Plasencia, y muy crédulo y manejable, según las crónicas de la época, dio crédito, a lo que no era más que una simple habladuría de sospecha, y se la juro y guardo a los hermanos.

*Pasado el tiempo y ya olvidada la muerte de Benavides por todos, menos por el Rey, se vino el monarca hacia Andalucía, y allí le dieron cuenta del paradero de Pedro de Carvajal, y disimulando sus planes, llamo a Diego Alonso de Carvajal “hecho que demuestra la inculpabilidad de este” que se acercase a llamar a su hermano para que tornara a la pleitesía de su señor natural, bajo el seguro real, se vino Pedro de Carvajal donde el Rey, en la confianza y seguridad ofrecida, y así que se encontró al alcanza de su majestad, ordeno se diese preso, y como Diego de Carvajal se quejase de tal prisión, “mando tomalle algunas fuerzas que tenía, e porque no as quera entregar, los mandó degollar a entrambos hermanos.

Como se puede apreciar, tampoco hay acuerdo entre los cronistas en la forma de darle muerte a los hermanos Carvajal, y que al ser muerte tan notoria, no debería ser punto de divergencias en las narraciones, la crónica del Rey, respecto a lo sucedido aquellos días, dice que fueron degollados, la tradición , los romances y canciones populares de la época, los hacen morir despeñados y no faltó quien para concordar hechos tan contradictorios, escribieran que primero fueron degollados y luego despeñados.

*Tambien se escribió que, como escusa de esta famosa catástrofe, se ha supuesto la existencia de una hermana del favorito llamada Ines, que era querida de don Fernando y la sazón amada por uno de los Carvajal, dando ocasión de un ataque de cuernos al monarca, celos por pare del caballero y oposición tenaz por parte de Benavides a las pretensiones del de Carvajal, tratando de evitar por todas las formas posibles, que su hermana cayera con alguna indiscreción en el favor del Rey.

Más esta versión no tiene comprobante alguno en crónicas ni tradiciones, siendo tema de novelas*

Transcurridos los treinta días de Plazo dado al monarca por los hermanos Pedro y Diego de Carvajal, las gentes de Valencia de don Juan, se vinieron a cada de los Carvajal, y la derrocaron, matando a varios de sus criados que en ella habia, y que en cuyo tumulto uno de los servidores de la familia, sacó furtivamente del edificio a dos hijos pequeños de despeñado caballero, de nombre Sancho y Leonor, huyó con ellos a Francia, donde permanecería, donde permaneció, hasta que andando el tiempo, y siendo ya mayor de edad el Rey don Alfonso XI, hijo del Emplazado, aconsejado por un fraile dominico, que mandase venir a los emigrados, ya que sus padres habían servido y bien a sus reyes, y les devolviesen la gran hacienda que les habían confiscado sin motivo, y esto hizo el monarca, dándoles grandes heredamientos en Plasencia y, Cáceres, Trujillo y Medellín.

(Fuente Publio Hurtado-Ayuntamiento)

Agustin Díaz