DON FRANCISCO DE HINOJOSA-MUERTE DE FRANCISCO DE SOLÍS
HECHOS DE FRANCISCO DE HINOJOSA
MUERTE DE FRANCISCO DE SOLIS
(1474)
Córnica desd la calle Cuba de mi Llopis Ivorra
Se fue hacia Magacela, invitado por su futuro yerno, una vez dentro del castillo, don Francisco Solís se apodero del Maestre don Alonso de Monroy, encerrándole en la más escondida mazmorra y fuertemente encadenado.
Este golpe de mezquina audacia, dio un cambio en la dirección de los acontecimientos, don Francisco de Solís, reuniendo en la fortaleza de Magacela, a los caballeros de la Orden que le eran adictos, se hizo elegir Maestre de Alcántara, y ya tenemos otra vez tres candidatos al Maestrazgo, don Alonso de Monroy, don Francisco de Solís “el Electo”, que con este nombre le llaman los cronistas, porque su designación nunca llego a ser confirmada por el Papa, y don Juan de Zúñiga, cuya causa seguía manteniendo su obstinada madre la Duquesa de Arévalo, que sería la que, al fin, lo conseguiría para su casa,
Otra vez, el bando de Solís, volvía al campo de juego, don Francisco de Hinojosa, incondicional a la familia Solís, se unió con “el Electo”, el cual estaba confederado con la Condesa de Medellín y con el Comendador mayor de León, con el fin de buscar su apoyo a liderar el Mayorazgo. Corría el año de 1474, Cuando don Francisco de Solís, dejando preso en Magacela a don Alonso de Monroy, marchó contra Zalamea, defendida por Hernando Monroy “el Bezudo” , don Francisco de Hinojosa, se convertía en sitiador en la misma plaza que él fue sitiado, Hernando se Monroy, se defendió con heroicidad, tanto que le fue imposible tomar Zalamea, que hasta mucho después, andando en la historia, no fue ocupada, aunque no por la gente de Solís, los que la ocuparon fueron las gentes de los Zúñiga.
Terminaba el año de 1474, año decisivo en la historia del reino, el 22 de diciembre, moría en Madrid el Rey don Enrique IV, su hermana doña Isabel era proclamada reina por la mayor parte de las ciudades, mientras, una facción, alentada por el Rey de Portugal, pretendía colocar en el trono a doña Juana la Beltraneja, dudosa hija del fallecido Enrique IV.
(Don Francisco de Solís, buscando el favor de los reyes de Castilla, Isabel y Fernando, que la historia los conocería más tarde como los Reyes Católicos, pasó a Portugal por Alburquerque, para combatir al protector de la “Beltraneja” dentro de su propio reino, entre las huestes de el de Solís, iba don Francisco de Hinojosa, campaña poco afortunada, el “el Electo” fue derrotado, en un encuentro con los portugueses cayo mal herido, recabando auxilio de uno de los soldados que, pasaba junto a él, el soldado en cuestión habia sido criado de don Alonso de Monroy, Golondro, era su nombre, al reconocer a don Francisco de Solís, le corto la cabeza, diciéndole:
-Así pagaras la traición, que hiciste a mi amo.
Unas cuatrocientas lanzas y doscientos peones, se partió Solís hacia Portugal, por la parte de Alburquerque, y que hurto una fortaleza a los portugueses que se llamaba Ouguela, y dejando en ella a Pedro Pantoja, su hermano, con la gente necesaria para su guarda, y se volvió para Castilla, pero antes de ocho días, acudió sobre Ouguela un capitán portugués con mucha gente de armas, combatiéndola y cercándola, al enterarse el “el Electo”, al punto corrió para socorrer a su hermano, llego al sitio ala puesta del sol, cargando sobre los portugueses muy bravamente, ellos sufrieron la acometida con tesón, y entraron en la pelea matándole mucha gente y desbaratándole la tropa, durante al pelea le dieron al “al Electo”, un escopetazo en un muslo, cayendo él y el caballo a un barranco, quedando atrapado por un pierna bajo el animal, al ver que un peón de los de los suyos, pasase cerca del lugar, le demando ayuda para salir debajo del caballo, el peón se llamaba Golondro, natural de Descargamaria o de la Torre, este habia sido criado de don Alonso de Monroy toda su vida, llegando donde se encontraba “el Electo”, y viéndole en esta disposición, echo mano a su espada y le dio tal golpe al de Solís en el pescuezo, que le separo la cabeza lejos del cuerpo, después las huestes se desparramaron, y Pedro Pantoja, tuvo que rendir la fortaleza al capitán portugués.)
(Alonso Maldonado-Hechos de Alonso de Monroy)

Tras el trágico fin de ”el Electo” sus tropas se dispersaron, emprendieron el regreso a tierras extremeñas, don Francisco de Hinojosa, logro recoger y organizar parte de la gente, se dirigió a la encomienda de Herrera, cuyo administrador era dese su nacimiento el hijo de Hinojosa, por regalo del Maestre don Gómez de Solís, tambien de nombre Gómez de Solís, desde esta posición, hostigaba la frontera portuguesa, con una guerra de escaramuzas y guerrillas, con decisión y valentía, los enemigos de la frontera, al igual que los del bando de don Juan de Zúñiga, llegaron a temer tanto las correrías de Hinojosa, que unos caballeros portugueses apellidados Sousa, de quien él tenía por amigos, le prendieron a traición.
Con mucha habilidad, don Francisco de Hinojosa, quebranto las prisiones, y como caballero de honor, no tuvo inconveniente en presentarse ante el propio Rey de Portugal, para protestar por el indigno proceder de sus súbditos, el Monarca lo recibió con gran afecto, y reprendiendo a la familia Sousa, estos se disculparon diciéndole:
-Si lo hicimos con don Francisco de Hinojosa, señor, fue porque nos lo mandó el Duque de Plasencia, que, mostrando carta de vuestra Alteza, nos mandaba servir a dicho Duque.
- No pensé yo -dijo el Rey- que el duque, usura de tan largo mi licencia.
Aunque el Rey no castigo la acción de los Souza, cuya actuación le habia convenido, prodigo a don Francisco toda clase de atenciones, abrazándole ante toda la Corete, diciéndole:
-¿Vos sois Hinojosa, el que esta en esas fronteras? En hora buena vengáis, que, con vos, y los hidalgos como vos, sostiene los Reyes vidas y estados.
Don Francisco de Hinojosa, pudo regresar satisfecho a tierras cacerenses, un Rey, que era enemigo, le habia desagraviado en públicos, con palabras de alabanzas y lo habia estrechado en sus brazos, siendo de las pocas figuras históricas, aun de más categoría, que merecieran tantas atenciones de un Rey.
El valiente e indomable don Alonso de Monroy, se iba hundiendo relegado en su ocaso, una vez libre su presidio en la fortaleza de Magacela tras la muerte de don Francisco de Solís el “Electo” seguía su desafortunada e incansable lucha, sin dejar de llamarse Maestre, aunque el Papa Sixto VI, dio en 1º477, bula anulando su nombramiento contra toda lógica y razón, el tercero en la discordia don Juan de Zúñiga, se hacía firme en el Maestrazgo, aunque los caballeros de Alcántara habrían querido tener al frente de la Orden, un hombre con la experiencia y valor y merecimientos de don Alonso de Monroy, en vez de un niño manejado por su ambiciosa madre.
Volvió don Alonso de Monroy, a un periodo como en el comienzo de sus luchas con Gómez de Solís, un fugitivo y audaz guerrillero, pero terminar luego siendo el obstinado rebelde contra los reyes, sin perder nunca su gran dignidad y todo su valor, como símbolo de la raza cacerense, y extremeña, en un momento determinado momento histórico, se volvió a enfrentar con don Francisco de Hinojosa, al que le arrebato la Encomienda de Herrera.
Por aquel entonces andaba ya don Francisco de Hinojosa, desligado a los bandos alcantarinos, volvió a su pueblo de Trujillo, dispuestos a seguir a los nuevos monarcas, deseando poner fin a su viudedad, fue a tratar con el famoso caballero principal Luis de chaves “el Viejo” quien conociendo bien su valor y sus fama, le ofreció en matrimonio a su hija menor doña Juana de Sotomayor, hermosa y joven dama, este don Luis Chaves, era el gran paladín trujillano, de los derechos dinásticos de la reina Isabel. Curioso fue que, el que las dos mujeres de don Francisco de Hinojosa, fuesen cada una parienta de cada uno de los grandes rivales, el Maestre Solís y el clavero Monroy, la primera hermana de Solís, la segunda sobrina de Monroy, hija de una prima hermana de este, doña Juana de Sotomayor, hija del Maestre don Gutierre de Sotomayor.
Tras contraer matrimonio don Francisco se unió a la gente de su suegro, siendo muchos y buenos los servicios que a los Reyes Catolicos hizo, si bien no fueron servicios a destacar, si fueron sin duda eficaces. En aquellas luchas, más importante que poner o quitar un Maestre, fue herido varias veces, apresado en distintas ocasiones, logro escapar, gracias una vez a su segunda esposa, porque don Francisco supo inspirar un ciego amor en sus mujeres, si la doña Juana de Solís, prefirió morir por las privaciones a separarse de él, doña Juana de Sotomayor, su segunda esposa, cambio sus vestidos con los del esposo, que pudo huir disfrazado, mientras ella ocupaba su lugar en la prisión, donde fue tratada con alto desabrimiento desde que supieron del engaño con que liberó a su marido.
Este suceso ocurría cuando doña Juana de Sotomayor, estaba embarazada de su primer hijo, próxima al parto, su Padre Luis de Chaves, orgulloso del noble detalle de su hija, antes de recobrar eta la libertad, le envió a la prisión un plato lleno de florines de oro, con un mensaje en que le decía, - Envioos estos florines como flor de nuestro linaje, que mira y mirara por la honra como los has hecho.
Seguida don Francisco de Hinojosa, consagrado al servicio de los reyes en tareas bélicas, aunque quebrantada su salud, las calenturas que cogió durante el asedio de Alcántara, nunca desaparecieron por completo, en realidad estaba enfermo de tuberculosis, por esta causa hacia ahora paradas con más frecuencia en su casa solariega de Trujillo, esta villa, durante ,los años 1477 a 1479, tuvo en acelerado ritmo de vida, durante ellos dona Isabel y don Fernando, permanecieron largas temporadas, mientras afirmaban su trono y extinguían los odios y banderías que asolaron hasta entonces todo el reino de Castilla, especialmente las tierras cacerenses donde nos dice el cronista, a diario corría la sangre por la calle.
Durante estos años, los monarcas, recorrieron los términos cacerenses, de Alcántara a Guadalupe, e Trujillo a Cáceres, estas dos últimas Villas, fueron los más grandes puntales del nuevo orden, representado por la reina Isabel, desde el día en que la reina vino a Trujillo, onde fue recibida por todos los caballeros y el pueblo, y desde el momento en que entraron en Cáceres jurando sus fueros.
(fuentes-Muñoz de Sampedro-tres Paladines)
(fuentes-Publio Hurtados-Castillos)
(fuentes-Alonso Maldonado)

Trujillo
Agustin Díaz
