ARCO DE LA ESTRELLA SIGLOS XV-XVIII (III)
HISTORIAS DE LA VILLA DE CÁCERES
PUERTA NUEVA
ARCO DE LA ESTRELLA
SIGLO XV- XVIII (III)
Año de 1726
Crónica desdela calle Cuba de mi Llopis Ivorra
En el capítulo anterior, dejábamos en la disputa a don Bernardino de Carvajal con el Obispo don Sancho de Velunzas y Corcuera, el primero con las licencias oportunas el segundo porque con la iglesia hemos topado, el obispo que tenia al maestro arquitecto en su casa, y caro le iba a salir, el de Carvajal que el pagaba la fiesta,
Ante la posición desinteresada de don Bernandino de Carvajal, cuya conducta fue en todo momento mesura y diplomática, acabo por convencer al prelado por acceder a las suplicas, aunque no de muy buen grado, haciéndolo de forma como que el asunto carecía de interés para su ilustrísima, al final de la conversación y asomado a uno de los balcones de su palacio, más displicente, se atrevió a señalar algunas piedras que convendría guardar para la reforma, de los de la antigua hornacina y de otras que para el propósito tenia en San Francisco, y si, era don Sancho dado a cambiar de opinión y criterio con facilidad, tanto que al día siguiente de haber llegado al acuerdo de la reforma de la Puerta Nueva, con don Bernardino, cambió su forma de pensar, tal que mandó a su mayordomo don Francisco Bermejo, quien comunico al Conde de la Enjarada, que su ilustrísima se negaba, dando por motivos que todavía restaban muchos días para que las obras dispuestas por el sr Conde, dieron comienzo, y que el Maestro Arquitecto no podía detenerse y mucho menos después que marchara, volver desde la ciudad de Badajoz hasta la villa Cacerense, a pesar de la promesa que le había hecho don Bernandino de Carvajal de pagarle, la estancia, salarios, dietas, y el viaje de ida y vuelta si fuere menester.
Ante esta inesperada resolución por parte del obispo don Sancho, se disgustó y mucho al que tanto interés tenia en la reforma de la Puerta Nueva, dando lugar a todas clases de comentarios en los mentideros varios de la villa, siendo obligado el Conde a elevar memorial a los regidores del concejo, historiando las incidencias e inconvenientes, que habían surgido entre ambas partes interesadas en la nueva fabrica en la muralla, el escrito que envió al ayuntamiento don Bernandino decía:
El Conde de la Enjarada, con el respeto que debe, dice que habiendo que, habiendo reconciliado con el ilustrísimo sr obispo don Sancho de Velunzas y Corcuera, el cual estaba demoliendo el nicho u hornacina, que había sobre la muralla y en la puerta que sale a la plaza pública, donde estaba un cuadro con la imagen de nuestra señora de la Estrella, a fin de colocar y en el mismo sitio otra imagen del mismo título, que habían mandado traer de Badajoz, ocurrió, que ante su ilustrísima y le suplicó, que le concediera licencia para colocar canes en un pilar de dicha `puerta para agrandarla, lo que tuvo a bien de concederme la mencionada licencia, ya que era para el beneficio del público en general , como también en beneficio del suplicante, ya que quedaría comunicada la calle que lleva desde la Puerta Nueva hasta la casa Palacio del Conde, cuya casa quedaría comunicada con entrada y salida de carros y coches, le pide a V.S, que hiciese el favor de suspender por 4 o 5 días la fabrica de la Nueva Puerta, que quería hacer más capaz para la colación de la mencionada imagen, que el suplicante estaba pronto a pagar al maestro que había traído la imagen, los días que por su causa se detuviese, o en el caso de irse le llevaría a Badajoz y le traería a su costa para cuando se tuviese que hacer la colocación de la imagen, respecto a no ejecutarse en esta ocasión la obra para la que V,S. me tenía concedida licencia, quedaba imposibilitado la ejecución después de hecha obra del obispo, a cuya suplica le había respondido su ilustrísima dando favor a don Bernardino, incluso dándole providencia sobre las piedras, que de pronto eran válidas para la obra, después de eso, en el día de hoy , ha enviado recado don Sancho con su mayordomo don Francisco Bermejo, comunicándole que no puede suspender su obra a causa de parecerle precisos muchos días más para la obra del suplicante, y que el Maestro estatuario que tenia en su casa, no podía detenerse y menos volver desde Badajoz a esta villa, sin embargo de sr por cuenta del suplicante don Bernardino de Carvajal, el coste de su conducción, cuya atención pone en la consideración de V.S. que la referida gracia, le tiene concedida en muchos dios y que interesa a la utilidad publica del comercio de coches y carros queda inutilizada e impracticable, una vez que ahora no se ejecute según la resolución de su ilustrísima ya expresada, por lo cual SUPLICA:
A, V.S. se sirva tomar la providencia que corresponda al beneficio publico y por del suplicante de forma que logre el intento de su ilustrísima, respecto en el estado presente es compatible de uno u otro, así lo espera de la gran justicia de V.S.
El hecho de tomar carácter oficial, motivó que las autoridades locales, se consideraran parte interesada en el asunto, el día 2 de julio de 1726 se reunieron en las casas del consistorio de la Villa cacerense, el Corregidor, Regidores y Procurador General , quienes enterados del escrito del conde de la Enjarada, acordaron que en atención a que en la ejecución de la expresada Gracia, que con mucho tiempo estaba concedida a don Bernandino de Carvajal, se interesa de utilidad publica que desde la Puerta Nueva hasta su casa puedan andar los coches y carros, así como la entrada holgada de estos para el comercio de la villa, enastando de acuerdo de que esta obra no se puede realizar, estando hecha la de su ilustrísima por ser incompatible con ella, y que en que la suspension no acarrea al sr Obispo ningún quebranto económico, toda vez que el sr. Conde se ofreció a correr con los gastos: Acordó esta Villa, que don José de Ovando y Vera, unos de sus regidores, pasa a visitar a su Ilustrísima y tras darle las gracias en el nombre del concejo, por haber mandado fabricar y traer la referida imagen, le pidiese la suspensión de la fábrica de la nueva bóveda, por un tiempo de hasta veinte días, que son los necesarios para colocar los canes y hacer transitable la mencionada calle.
Habemus lio, y más conociendo el carácter cambiable y sin personalidad de don Sancho de Velunzas y Corcuera.
Mañana continuaremos, con el desenlace de esas intrigantes cuestiones
Fuente Gervasio Velo-Arco de la Estrella
Agustin Diaz