CAPITAN DIEGO DE CÁCERES DE Y OVANDO 1447-1466 (VI)
HISTORIAS DE LA V ILLA DE CÁCERES
CAPITÁN DIEGO DE CÁCERES OVANDO
(6ª PARTE)
(1447-1466)
Paladín de los Reyes Católicos
Los Cimientos.
Crónica desdela calle Cuba de mi llopis Ivorra
En el capítulo anterior, dejamos al futuro Capitán don diego de Cáceres Ovando, recorriendo villas y pueblos extremeños, acompañando en su pacificación al gran Maestre de la Orden de Alcántara don Gutiérre de Sotomayor, aprendiendo del tacto y la diplomacia que usaba el Maestre, conociendo en esta empresa al que fuera con el tiempo el clavero de la orden y sobrino del maestre don Alonso de Monroy.
Y todo auguraba a don Diego de Cáceres, unido para siempre al Maestre Sotomayor, y si la fatalidad no se hubiera interpuesto, así hubiera sucedido, y quedando su futuro ligado al de don Alonso de Monroy, pero el destino quiso que fuese enemigo de este magnífico caudillo como seria en la historia cacerense don Alonso de Monroy, la causa fue el atentado que don Diego de Cáceres, don Juan Saavedra y Juan Alfonso de Migolla, en la encomienda de la Araya, como represalia a los galanteos con que asediaba el Maestre a doña Jimena Álvarez, prima de Saavedra y esposa de Migolla, primo este del futuro Capitán don Diego, como ya vimos en la impresionante historia del Maestre Gutiérre de Sotomayor, una mañana de fría de finales de año, cuando iban de caza, don Gutiérre fue acometido y derribado del caballo, dándole por muerto los tres jóvenes que huyeron, don Diego y Saavedra camino de Aragón, Migolla hacia Sevilla, Un hogar abandonado y un futuro truncado, triste bagaje el que don Diego de Cáceres de Ovando, llevaba en mente al alejarse de tierras cacerenses , cuando el año de 1446 desgranaba sus últimos días.
Dejando atrás tierras de castilla, los dos viajeros se separaron, dondiego hacia la capital de Aragón, don Juan de Saavedra, a Navarra, estos dos países, entonces uno solo, aunque eran terribles sus rivalidades, gobernaba ambo, don Juan, uno de los Infantes de Aragón, que por matrimonio con doña Blanca, reina propietaria de aquel reino de Navarra, fue Rey de aquel país, y que por ausencia constante de su hermano Alfonso V, Rey de Aragón con residencia en Nápoles, era Gobernador de este reino, doña Blanca , había fallecido ya cuando don Diego de Cáceres, llego a la corte aragonesa, pero su marido viudo, seguía denominándose Rey de Navarra y continuaba siendo de hecho, sin ceder el trono al único hijo varón nacido del matrimonio, a don Carlos, príncipe de Viana, a quien por derecho le correspondía al morir la madre.
Usurpando el reino de Navarra y en usufructo el de Aragón, don Juan imperaba a su voluntad en los dos reinos, en uno de los cuales el de Aragón, reinaría con el nombre de Juan II, al fallecer su hermano Alfonso sin herederos legítimos. A don Diego de Cáceres, no solo le dieron amparo, también le dieron protección, don Juan, le recordaba la recienta derrota en la batalla de Olmedo, en la que el Maestre Gutiérre de Sotomayor, había sido uno de los vencedores, hombre de escrúpulos escasos, el atentado por parte de don Diego al Maestre, más que condenable, le parecía digno de ser galardonado.
Don Juan II
El joven don Diego, tuvo toda clases de facilidades comenzando una nueva vida, en la casa del Infante don Juan, Rey de Navarra y más tarde Aragón, ya en el mismo año de su llegada, 1477, pudo presenciar un acontecimiento de imprevisible trascendencia, don Juan, poniendo fin a su viudez, contrajo matrimonio con doña Juana Enríquez, hija del almirante de Castilla, joven muy ambiciosa, y con menos escrúpulos si eso fuera posible que su recién marido, lo que solo eran chispas de malestar, no tardaron en convertirse en grande incendio, avivada sin descanso por doña Juana Enríquez, más aun cuando en 1452, dio a luz un hijo, Príncipe, segundón desheredado, al que ella quiso encumbrar, hasta que lo consiguió , este niño que no tenía derechos de heredad, el primogénito, destinado a reinar era el Principie de Viana.
Diego de Cáceres, ahora es cuando empezaron a denominarlo así, vivo en aquel mundo de luchas y pasiones, unido al futuro Juan II de Aragón y su esposa doña Juana Enriquez, los años de vida en aquel reino, tuvieron una decisiva influencia en su futuro, tano por el aprendizaje, en luchas, intrigas y vida cortesana, como ligarle a las figuras del porvenir, los Reyes Católicos, servidor leal de los padres de don Fernando, en contacto con él desde su nacimiento, tenía buen dispuesto el camino para caminar hacia el porvenir…
Miguel Muñoz de San Pedro-Tres Paladines
Fernando el Catolico
Casa de don Diego de Cáceres Ovando, siglo XV
Agustín Díaz