CAPITAN DIEGO DE CÁCERES Y OVANDO 1466-1474 (XIII)

10.07.2020 09:31

                          HISTORIAS D LA VILLA DE CÁCERES

                       CAPITÁN DIEGO DE CÁCERES OVANDO

                                    1466-1474 (13ª PARTE)

Paladín De los Reyes Católicos.

Crónica desde la calle Cuba de mi llopis Ivorra

En el capítulo anterior, el Maestre don Gómez de Solís, sorprendió con nocturnidad a la fortaleza de Zalamea, solar del Clavero don Alonso de Monroy, y con engaño hizo que le franquearan las puertas, a los prisioneros de categoría como los comendadores de Larea y Zalamea, parientes de don Alonso, los puso en custodia del capitán Diego de Cáceres Ovando.

En un nuevo ámbito iba a moverse desde entonces el capitán don Diego, convertido n alcaide de Benquerencia i circunscrito a los valles de la Serena, en tierras de Badajoz, con lo que quedaba alejado de los lugares donde la lucha era enconada, de Alcántara, donde el sábado 6 de febrero de 1470, el Clavero don Alonso de Monroy, demostrando una vez más sus dotes de magnifico estratega, con unas fuerzas, muy inferior numéricamente muy inferior, infligía al Maestre don Gómez de Solís, una terrible derrota en la famosa batalla del cerro de las Vigas.

Aquel decisivo triunfo del Clavero don Alonso, marcaba el comienzo del ocaso del Maestre don Gómez, don Alonso le depuso de su autoridad como Maestre de la Orden de Alcántara, haciéndose cargo de la gobernación de la Orden. Mientras de boca en boca, corría la fama del Clavero don Alonso, y por toda la Extremadura se cantaba en romances sus hazañas, don Gómez de Solís era abandonado, víctima de la infeliz opinión que sus amigos tenían de él. Mientras el capitán don Diego de Cáceres de Ovando, seguía a atento a la custodia de sus presos y al mando de su alcaidía, don Gómez de Solís, en franca decadencia y en disputa su título de Maestre de la Orden de Alcántara, procuraba gobernar mal que bien lo poco que le iba quedando.

Logo Orden de Alcántara- del Maestre Gutierre de Sotomayor

En lunes 10 de octubre, don Alonso de Monroy, fue elegido Maestre, por Capitulo de la Orden, celebrado en Alcántara, poco después recibió el Pendón de manos del Rey, a su regreso de la Corte, se dispuso para ir al sector de la Serena, ultima comarca fiel a don Gómez de Solís, principalmente Magacela, que tenía su sobrino don Francisco de Solís, Benquerencia en poder del capitán don diego de Cáceres y Zalamea, en poder de don francisco de Hinojosa, cuñado del don Gómez. (acabada la batalla del monte de las Vigas, y la empresa de ser nombrado Maestre, quedo don Alonso, todo poderoso que a nadie temía, de aquí gano todo el maestrazgo sin batalla ninguna, solo quedaba pendientes tres fortalezas que están en la Serena, y como esta serena es Yerba todo, de mucha valía, el maestre don Gómez, pudiera muy bien aprovecharse de ella).

Todavía en 16 de febrero de 1473, con la poca autoridad que le quedaba, don Gómez ordenaba al capitán don Diego ampararse los privilegios dados al comendador de Peraleda, después la sombra de don Gómez de Solís, se desvaneció sin dejar rastro, sin que el ya Maestre don Alonso de Monroy, llegase a arrebatarle los últimos despojos, ya no hay más noticias de su vida, murió poco después en Magacela, siendo luego llevados sus restos al convento de San Francisco, de Cáceres, ( por don Gómez de Solís y Toledo, sobrino del Maestre don Gómez, se hicieron las gestiones para trasladar los restos a la iglesia de Santa María, lo que no llego a realizarse) desde la más alta cumbre que se podía alcanzar, don Gómez de Solís había caído en poco tiempo, en el olvido, abandonado, y muerte,  quizás fruto de su propia traición al Rey que le elevo, sacándolo de la nada.

El Capitán don Diego de Cáceres, también estaba en esos instantes en la cumbre, pero junto a un abismo, la cumbre era la de su independencia rebelde y banderiza, y el, abismo el valle donde se encontrará magnifico cauce en su pujanza para convertirse en paladín nacional.

Los futuros Reyes Católicos, que por entonces se titulaban Reyes de Sicilia, se habían casado en 1469, el marido don Fernando de Aragón, hijo del gran protector de don diego de Cáceres, durante su exilio aragonés, este vínculo aragonés, ligo a don diego con estos príncipes desde su llegada a Castilla de don Fernando, ahora el propio don Fernando, apelaba a ese viejo vinculo, porque su padre, el Rey don Juan, se veía en un apuro, aunque no solicitaba ayuda. Con bríos más propios de la juventud, que de los setenta y seis años con los que contaba el monarca, emprendió la conquista de los condados del Rosellón y Cerdeña, en febrero de 1473ocupo las plazas de Elna y Perpiñán, viéndose pronto cercado en esta última, por las tropas del todopoderoso Rey de Francia, decidido a defender tan estratégico punto, hizo juramento de no moverse de allí mientras durase el peligro.

En el mes de abril, don Fernando juntaba gente en Salamanca, para ir en el auxilio de su padre, don Diego de Cáceres, acudió a aquel llamamiento, en aquel instante el valle  de la Serena estaba en calma, dominado por los todavía partidarios de don Gómez de Solís, de Salamanca salió don Diego con don Fernando el 3 de marzo, para allegarse hasta Zaragoza, donde se detuvieron hasta el 25, para a final de mes llegar a Barcelona, tomando el camino de Francia en 8 de junio, el 29 se aposentaran en Elna, marchando luego hacia Perpiñán, con quinientos hombres más la llegada anterior del Arzobispo de Zaragoza con más efectivos, la llegada de este refuerzo, despejo la situación en Perpiñán , siendo el trance más apurado que en vida pasara el Rey de Aragón, don Fernando despidió a los Castellanos, pidiendo a don Diego regresara a sus tierras Extremeñas, después de haber viso por ultimas vez a su protector y amigo, el monarca Aragonés al cual había probado de nuevo su gratitud, aunque la ayuda fuera solo de presencia, tuvo la suficiente importancia para que el cronista destacara de don Diego de Cáceres, los grandes servicios hechos al Rey don Juan en las guerras de Perpiñán.

Miguel Muñoz de Sampedro-Tres Paladines 

Agustin Díaz