LA CONQUISTA DE HINS QAZRIX- I

16.12.2021 13:17

 

      LA CONQUISTA DE HINS-QAZRIX (I)

         626 de la Hégira-1229 año cristiano

    La fortaleza, así la llamo Al-Mumin cuando la conquisto para el moro

     Ciudad bien definida, como colgada de las Nubes, dijo de ella Al- Umari, cuando la vio, cronista árabe del siglo XIV.

Crónica desde la calle Cuba de mi Llopis Ivorra

   El joven Capitán moro Amin, acababa de entrar en el puesto de mando de la guardia, ubicado en la parte baja de la Alcazaba, terminada la ronda por los puestos de vigilancia, sin novedad en la guardia, comprobado que  cada centinela estaba en su sitio torres y atalayas, como era de rigor en cada cambio de turno, la oscuridad de la noche empezaba a dejarse sentir, solo el baile titilante de las estrellas, y los hachones encendidos y puesto a cada poco por el adarve de ronda daban algo luz, en aquella noche cálida de principios de primavera en Hins Qazrix .Sin novedad el uno, alerta el dos, en su sitio el tres, escuchaba el capitán Amin, el cantar de las novedades, sin novedad el cuatro, todo bien y tranquilo en la serena noche, así y todo Amin, tenia un presentimiento, y aunque lo parecería notaba que algo no andaba como debía, esta circunstancia hacía que el capitán Amin, se revolviera intranquilo en el puesto de Guardia.

    Unos días antes, cuatro, corrieron las novedades de que un fuerte contingente de huestes cristianas, estaba posicionándose en la parte norte del rio Tajo, sobre el puente de Alconétar, y a cada hora llegaban más y más cristianos, las avanzadillas que hacían las correrías y razias por la marca del rio Tajo, habían llegado a uña de caballo con las nuevas a refugiarse tras los muros de Hins Qazrix, apenas comenzado el turno de guardia Amin, habia entendido a los escuchas que aseguraban que el cristiano estaba a media jornada de camino, ese debía de ser el malestar que sentía el joven Amin, y no por miedo al combate, al contrario, el era un bravo y excelente guerrero, tanto que en pocos años de servicios habia obtenido el grado de capitán, y bien sabia el que en aquel ejército de fanáticos nada se regalaba, presentía que aquello era el final y que para bien o para mal, aquello era el final, no sabía de qué pero el final, y que estaba cerca muy cerca.

      Con el canto del tercer gallo, llegó la primera voz de alarma por el ángulo Sur de la  Muralla, el vigía en su puesto de la torre Mochada, impresiónate e inexpugnable  torre Albarrana árabe del siglo XII,                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                      dio a viso de ruidos al entrechocar metal contra metal, espadas con escudos, hachas sobre las grebas, casco y relinchos de caballos, y aunque poco se veía en esta madrugada, se notaba su presencia como la de fantasma encorvadas sobre sus caballos al pasar,  inquieto el capitán Amin pensó en despertar  al Caíd de la villa  para informarle de las nuevas, más sin noticias contractadas de donde salían aquellos ruidos no se atrevía, aunque lo presentía, el Caíd no era hombre de fácil trato, y prefirió asegurarse, ordeno salieran los escuchas, que al volver solo hicieron contactar lo que ya sabía, como nada podía hacerse prefirió la espera, larga fue aquella madrugada, hasta que por fin la clara llegaba poco a poco iluminado las tinieblas.

    Dio comienzo entonces el capitán Amin su ronda como capitán de guardia, la última antes de recibir el relevo, a través de los adarves y pasos de ronda por la cerca amurallada por el romano y fortificada por los árabes, se quedó sin habla al  mirar aquel espectáculo de gente de guerra, que con paso cansino empezaban a cercar la ciudad, veía el humo de los ranchos y vivaques apenas empezados a montar, numerosa la hueste del cristiano, y seguían llegando más y más, gente de a caballo, infantes, herreros, armeros, barberos y cirujanos, médicos, sangradores, albéitares, carpinteros, carros de vituallas, clérigos, mujeres de soldados, curanderas, cantineras, putas, vividores, descuideros, trileros, y demás buitres que seguía a las mesnadas espera la carroña, El capitán Amin, apunto en su parte de guardia que era el 5 de Abril de 1229.

       Y al  mirar hacia la sierra de la mosca, hacia la mitad de la falda de esta, observo las banderas del de León, en su campamento bien montado, y rodeándole, como para ofrecer protección, estaban colocados los pabellones de las Ordenes de Caballería, estos relamiéndose, pensando en el reparto del botín, que a no tardar tendrían entre sus manos, ellos ansiaban se les devolviera la villa de Hins Qazrix, como hizo el padre del monarca Alfonso IX de León, Fernando II , y que solo supieron mantener cuatro años, 1170-1174 .

en 1165, la villa cacerense estaba en manos de Gerardo de Sampavor, aquel temerario guerrero Lusitano, que usaba tácticas de guerra mas propias de maleantes y ladrones que de guerreros, pero una alianza entre el cristiano  Fernando II y el árabe  Abu-Ya’Qub, puso la ciudad en manos del cristiano en 1170, con motivo de proteger los caminos que llegaban hasta Santiago, decidieron crear orden de Caballería, teniendo como patrono al apóstol Santiago en lo celestial y al obispo de Salamanca en lo terrenal, dio el visto bueno el monarca Fernando II de León y para ello se reunieron, el monarca leones, el obispo de Salamanca y trece caballeros era el 29 de julio de 1170, y al día siguiente es decir el 1 de Agosto la congregación de los Fratres quedo fundada, adoptaron los freires milites una cruz roja en forma de espada, estableciendo su casa-convento en la hoy iglesia de Santiago de los caballeros y siendo su primer maestre don Pedro Fernández, pronto muy pronto en  el tiempo, en 30 de marzo de 1174, el lugarteniente de Abu-Ya’Qub, Sayyid Abu-Hafs Umar, tras cinco meses de asedio, toco a  degollina contra los cuarenta últimos Freires de los Fratres que defendían la ciudad, quedando aniquilada la Orden, que con el tiempo daría pie a la Orden de Santiago.

    Enseguida se puso el cristiano, a limpiar de jaras y carrascas, encinas, los alrededores de la villa para poder maniobrar con los arietes y máquinas de guerra, poderosas estas, y que los carpinteros se afanaban en montar, con el cerco a la cerca amurallada cerrado, se daba comienzo el asedio a la villa de Hins Qazrix.

                       LA CONSQUITA DE HINS QAZRIX (II)

                    626 DE LA HÉGIRA-1229 DEL CRISTIANO

La fortaleza, así la llamó Al-Mumin cuando la conquisto para el moro en 1147.

Ciudad bien definida, como colgada de las nubes, dijo de ella cuando la vio Al-Umari, cronista árabe del siglo XV.

Preparativos.

     En el capítulo anterior, dejábamos al cristiano montando el campamento y con los preparativos de asedio, asedio que se preveía largo, ya sabían lo bien aprovisionada de víveres y de agua de boca que tenia la ciudad, con lo que podía resistir mucho tiempo, por otra parte, las murallas y torres defensivas hacía de Hins Qazrix una fortaleza inexpugnable.

    Alfonso IX de León, desde el mirador privilegiado  donde tenia implantado su campamento y (hoy cerro de San Marquino) acompañado de sus capitanes, observaba el trajín de sus huestes, que estaban ocupados en desbrozar los alrededores de la Villa, piedras, jaras , carrascas, encinas, para que las máquinas de guerra y arietes pudieran avanzar sin obstáculos, las cuadrillas de ingenieros, arropadas y bien protegidos por escudos enormes y arqueros pronto al disparo en cuanto cualquier moro se asomara a almenas, el Monarca Alfonso IX de León, repartía su mirada por el recinto amurallado, desde  su posición en la  mitad de la falda de la Sierra de la Mosca, lo veía nítido, la clara mañana de 6 de abril de aquel 1229. 

     Según relata Al-Idrisi, el gran cartógrafo árabe, en 11147, Al-Mumin, ordena la construcción de 400 viviendas, para dar cobijo a una poblacion permanente y activa de unas 2.500 personas, poblacion que no solo nos dejó construcciones militares, si no también civiles, así mismo nos dice que la cerca amurallada estaba claramente definida en tres partes, como era habitual en las construcciones Almohades, esto era la Alcazaba, zona noble y que ocupaba la zona más alta de la cerca, con un palacio que debió ser fortaleza impresionaste edifico con su aljibe del siglo XI-XII, y la gran Mezquita, (plaza de San Mateo y Plaza de las Veletas, el Albacar, gran espacio diáfano, donde se alojaba las tiendas de la tropa, y la Medina, donde residía la población estable, tres espacios bien definidos y marcados con muros de separación.

      Esto también observaba el de León, tomando nota mental para cuando fuera menester, y pensaba, pensaba que no podía ser un asedio largo, habia tenido que pedir dinero prestado a sus súbdito para la campaña, incluso a la iglesia de Santiago, en Compostela, la que por orden del papa  Inocencio III, pignoro sus bienes para financiar la campaña, y poder pagar a las mesnadas, que  al declarar el monarca como Cruzada la empresa de conquista, se habían alistado todas las ordenes militares, que traían sus milicias, pero estas corrían con sus propios gastos, dejando el recuperarlo a cargo del botín, ya en dineros ya en tierras ya en encomiendas, por todas estas circunstancias se habia apresurado el monarca a iniciar la campaña, nada más recién comenzada la primavera, fecha elegida para comenzar cualquier campaña de guerra., pensaba el leoneses, ya que estaba en el mismo sitio, que no podía ocurrirle con en aquel trágico 1222.

     El joven Capitan Amin, también observaba los movimientos del cristiano desde la atalaya de la Torre Redonda, con la llegada del alba habían comenzado a lanzar proyectiles con sus máquinas de guerras, enormes piedras que causaban gran quebranto en los muros, y entre la población, matando alguna gente al moro, los que por su parte, Amin habia sido protagonista de ello al frente de una sección, en rápidas salidas, con sus rápidas y agiles monturas, habían hecho daño, matando muchos cristiano que no estaban al aviso, bravos caballos, y bravo era el moro en combate, que se lo pregunten a Rodrigo Diaz de Vivar, (el Cid Camperador), el moro, estaba al cuidado por crónicas de guerra de lo que habia pasado aquel 1222, y pensativo no creía que volviera a ocurrir.

    En aquel 1222, tras muchos meses de asedio, las máquinas de guerra y loa arietes habían producido mucho daño entre, se podían apreciar muchos boquetes en los muros, señal de que las maquinas habían hecho su  trabajo, mucho y bien, ese fue el momento elegido por el monarca Alfonso IX de León, para ordenar a sus huestes el asalto final, al pronto se vieron ocupando gran parte de la muralla y hasta mandando en alguna torre de las defensiva, con excesiva celeridad se abrieron boquetes por los que el grueso de la tropa entro en el recinto amurallado, mucho y bien mataba el cristiano, mucho y bien se luchaba el moro, por el adarve corrían regatos de sangre entremezclada de los dos bandos combatientes, roja la cristiana, roja la mora, ya se luchaba en las calles, unos al grito de Santiago y cierra España, Alá es el único dios y Mahoma su profeta los otros, batiéndose bien, valiente el moro, pendenciero el cristiano, y cuando parecía que todo el pescado estaba vendido, sonaron bovinas y cuernos de guerra ordenando la retirada, extrañados los unos con esta orden, los otros también, nadie comprendía que cuando lo tenía a un golpe de espada ordenara el cristiano la retirada, confusión general entre unos y otros, el moro ya solo esperaba encontrarse con las Huríes en el Janah, y el cristiano en la rapiña y el botín.

     Aquella campaña de conquista de 1222, ya iba para largo , tras cinco meses de asedio, con los gastos de sueldos e intendencia, comida, para hombres y animales, y sin dineros con que pagar a las mesnadas, aquel día ocurrió, que, en pleno combate se presentó en el puesto de mando del cristiano de León, un emisario del Califa Abu-Ya Qub, proponiendo al monarca que le darían un potosí en joyas y maravedis, se aceptaba a dejar el sitito y cruzaba la marca, endeudado el de León, no pensó en nada más, y ordenando la retirada, el moro no solo no cumplió lo pactado, sino que lo persiguió en la retirada hasta la Marca del rio Tajo, matándole muchos cristianos de la retaguardia, cogiendo muchos prisioneros.

     En eso andaban pensando los dos, el cristiano y el moro, cada uno por su motivo, sabiendo que nada era igual que entonces, el cristiano porque sabía tener asegurado los pasos por las Sierras de San Pedro y Montánchez, con lo que no podría recibir el moro refuerzos, el moro porque también lo sabía, como sabia también que la villa no contaba con suficientes defensores, las luchas internas habían debilitado y mucho a la sesta Almohade.

                         LA CONQISTA DE HINS QAZRIX (III)

                     626 DE LA HÉGIRA-1229 DEL CRISTIANO

La Fortaleza, la llamó Al-Mumin cunado la gano para el moro.

Ciudad bien definida, como colgada de las nubes Al-Umari, cronista árabe, siglo XIV.

Solo los muertos han viso el final de la Guerra (Platón)

El Desenlace.

    Pensando al cristiano, pensando el moro, así los dejábamos en el capítulo anterior, en lo acaecido en 1222, y como habían pactado en muchas ocasiones contra natura, firmaban paces según sirviera a sus interés, ya fueran estos de moro ya fueran de cristianos, ya vimos como el Califa Abu-Y’a Qub, se alineo con el Monarca Fernando II de León, en contra de Geraldo de Sampavor, también se alinearon en contra de Alfonso VIII de Castilla, estas alianzas eran frecuentes en todos los reinos contra todos los reinos, así como el arriendo de las espadas mercenarias por ambas partes, recordemos una que atañe y mucho a la Hins Qazrix, tras la alianza de Fernando II de León con el califa Abu-Y’a Qub, en contra del Portugués Geraldo de Sampavor que ostentaba la villa cacerense, y que de aquella alianza el de León se posesiono de esta en 1170, pero en 1173, corriendo el mes de julio, rompieron las paces, culpas del cristiano que hizo algunas algaradas en territorios del moro, apresándole alguna gente y ganado y matando lo que pudo, cabreado el moro Abu-Y’a Qub, ordeno a su lugarteniente partir con gente de guerra para correr al cristiano por su osadía, y a primeros de septiembre partió desde Sevilla dirección Hins Qazrix Abu-Hafs Umar, a la sazón lugarteniente de Abu-Y’a Qub, con regular tropa, aumentando en efectivos pasando por Badajoz primero y completando un ejército imponente con el moro de  Mérida, en octubre de aquel 1173 llego se presentó el moro ante los muros de la ceca amurallada por el romano, y dio comienzo un asedio que duro cinco meses, que al asalto volvió el moro ganar la villa para los hijos de Alá, durante el asalto y como últimos defensores se encontraban 40 freires milites de los Fratres, a los que degollaron, acabando la existencia de la Orden de los Fratres y dando pie a la fundación  de la Orden del Señor Santiago, estamos a 10 de marzo de 1174.

    Iban pasando los días desde que dio comienzo el asedio, el bombardeo de las máquinas de guerra era incesante desde nada más despuntar el alba hasta anochecido, los arietes también se empleaban a destajos sobre los muros de la fortaleza, el cristiano hacia pruebas de asalto amagando con alguna gente brava, para calibrar la fuerza del moro, el moro por su parte seguía con la táctica de salidas fulgurantes, golpear y volver al refugio de las murallas, mucha muerte creo el moro con estas salidas, gente prescindible, mesnadas de brega, incendiando alguna máquina de guerra, que rápidamente los ingenieros reemplazaban.

    Desde su posición privilegiada, desde el mirador favorito, el monarca Alfonso IX de León con su estado mayor, veía como pasaban los días y no se hacía mella en las defensas de tan extraordinaria e inexpugnable fortaleza, al comprobar que intentándolo con todo lo que tenía no cedían, decidió entonces pasar a la astucia. El día 22 de abril de aquel 1229 de buena mañana, sin apenas dar tiempo a lavarse la cara, ordeno el de León se hiciera acopia de leña y se formaran hogueras, por la parte del lugar que llamaban de Fuente Fría, por haber allí una fuente de agua cristalina y pura, y por la calleja que se decía de Mansaborá, colocar luminarias, destino a estos mesteres a un contingente pequeño de su mesnada, con la orden de a la voz de mando prender fuego a las hogueras y luminarias, así como hacer ruidos, mucho ruido, eran los preparativos de una conquista.

    Al anochecido, se dio la voz de comenzar el engaño, muchas fueron las llamaradas que salían, mucho fue el ruido, de los cuernos y bocinas de guerra, del entrechocar las espadas contra los escudos, mucha fue la algarabía, muchos gritos de Santiago y cierra España, el moro al creer que comenzaba el asalto por la parte sureste de la muralla, donde se encontraba la torre mochada, corrió sus tropas por el adarve  para cubrir esa zona, mientras el grueso de las huestes cristiana, agazapadas, (por la actual Caleros y Cuesta del Maestre) asaltaron la puerta de Coria, más tarde del Socorro, penetrando en la ciudad.

     Poca resistencia tuvo que poner el mor, poca lucha debió de ser, la batalla corta, no hay ninguna crónica que la describa, por lo que tuvo que ser corta y de poca importancia, bajo mi punto de vista, el moro tenía por entonces pocos efectivos en la ciudad, incapaz a todas luces de defender tan amplio recinto, dl capitán Amin nunca más se supo.

    Estamos a 23 de abril de 1929, día del Santo Jorge, cuando Hins Qazrix moría, dando fin a 82 años de dominio almohade, habia nacido Cáceres.

    Almohades “los que reconocen la unicidad de dios” dominaron el norte de África y el sur de la península Ibérica desde 1147 hasta su desaparición en 1269; Cuando la conquista de Cáceres, los Almohades estaban en pleno declive, las luchas internas los habían debilitados sobremanera.

   Por ser el día de San Jorge, día de la toma de Cáceres, se le eligió como patrón de la villa, rememorando el engaño sufrido por el moro todas las noches del 22 de abril, se celebran la quema de hogueras por todos los barrios de la ciudad. 

Agustin Díaz