POR IRTE CON LOS SOLDADOS
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CÁCERES
- Ciudad bien definida como colgada de las nubes (Al-Umari, cronista árabe siglo XIV
Crónica desde la calle Cuba de mi Llopis Ivorra
CASA DE LOS TRUCOS
Mandada construir por la familia Cohen durante el siglo XV. Sergas Cohen ultimo rabino de la ciudad hasta su expulsión en 1.492, y cuenta la leyenda que se hizo construir habitaciones y pasadizos bajo tierra, dada la afición de este por los misterios, donde poder refugiarse y en un caso dado salir a escape –
(José Luis Hinojal)
La ciudad cuenta con innumerables pasadizos, que presuntamente enlazarían unos palacios con otro de la misma familia, algunos se creen de gran recorrido , desgraciadamente no se ha podido recuperar ninguno si exceptuamos el de la ala de la familia Solís con San Francisco Javier , visitable hasta la década de los 60 al cambiar la casa de propiedad
(Alonso José González Gaitán)
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HISTORIA.
Palacio de Galarza, casa de la Iglesia o Casa de los Trucos , calle empedrada antes , ahora general Ezponda, En 1.492 expulsaron a los judíos y D. Diego González Messia casado a la sazón con María de Ovando , hija del Capitán D. Diego Cáceres de Ovando , se hace con el Palacio en el que habitaba la Familia Cohen, en el siglo XVI pasa a manos de los Velázquez-Ávila ( peruleros ) asi denominados los que habían hecho su fortuna en el nuevo continente , concretamente en el Perú, con el comercio entre otras actividades,
De esta familia paso a manos del obispo García de Galarza, que según la creencia hizo aumentar hizo aumentar los misterios que rodeaban a esta casa-palacio de los Trucos , haciéndose construir un pasadizo que comunicara esta casa con el palacio episcopal situado intramuros, vivienda habitual del obispo García de Galarza, pasadizo por donde solía visitar a la familia , a la que había cedido la casa de los trucos , es conocido que en cierta ocasión el rey Felipe II se alojó en el palacio Galarza en Maro de 1.583
(A líen miserum incumbe eta mi) algo así como ( las ajenas miserias me incumben también a mi ) , figura en la ventana esquinada del palacio de Galarza.
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PALACIO OBISPO GALARZA
POR IRSE CON LOS SOLDADOS
Antiguamente cuando una chica quedaba preñada, embarazada, en cinta, en estado de buena esperanza, tapá, sin acompañante fijo conocido, ni novio ni, amigo de los que se arriman, se solía decir eso le ha pasado por irse con los soldados .
Se miraron sobresaltados, primero, con cara despavorida después, llenos de estupor al encontrarse aquella madrugada, cuando a la luz de una tea que a distancia regular por todo el recorrido se mantenían encendías día y noche, no se dijeron nada, solo se miraron bastante tenían con el susto en el cuerpo, así cada uno siguió con lo suyo, aunque llevaban el mismo camino, un ocupado en subirse los calzones y abrochare la sotana el uno y soltase del enganchón de la cremallera el pito el otro, uno sollozando por el esfuerzo realizado , chillando el otro de dolor y el color que iba cogiendo el instrumento, nada se dijeron , nada tenían que decirse del asunto que a aquel pasadizo les había llevado.
SANDALIO
Era Sandalio el cuarto de ese nombre de aquella familia de ganapanes donde hubiera para ganarlo, eran de aquellos gañanes deseherados de todo hasta de la vida, como la mayoría que pululan por la España del siglo XVI , Sandalio Padre, yo conocí al menos a dos de aquellos Sandalios, ejercía su maestría en capar los mosquitos del vinagre y en arrimar jaras a los hornos para cocer la cal, Sandalio abuelo, era un magnifico artesano maestro en la fábrica de caballos de cartón y en arremangar sotanas de curatos, Vivian en la calle Guatemala o seria la del Perú, no recuerdo exactamente, ha pasado mucho tiempo , de mi Llopis Ivorra, de ahí la conocincia.
Era el Sandalio que nos ocupa, chico avispado, y quien por mediación de un secretario de la curia de segundo orden, que andaba en amoríos con una hermana del chico con más bigote que un guardia civil de posguerra, un poco tarda del derecho lado que aprovechaba el secretario para meterle mano, ella no protestaba claro, como era sorda, lo había recomendado como chico para todo y por el palacio episcopal zanganeaba Sandalio, ahora limpiando una bacinilla, luego una escupidera, más tarde subiendo una palancana con agua templada para que se diera un agua en los bajos la dueña del Sr, Obispo limpiando, las cuadras o cuidando los correajes y mantas de los caballos y mulas que el ordinario tenia para sus visitas por la diócesis, o lo que hubiera menester mandarle, Era Sandalio un cara guapa divertido y dicharachero , amigo de contar cuentos y leyendas que encandilaban a las cocineras para sacarle la mejor tajada del jamón, ahora, de huevos después, pescado cuando llegaba fresco y del cerdo el secreto o la pluma, andaba con la gracia de los guapos con el tumbado al caminar y era de trato tan ameno que hasta el Sr. Obispo le condecía su gracia, y como tal le demostró su confianza encargándole el mantenimiento de los muchos pasadizos que del subsuelo del palacio episcopal partían en varias direcciones, para su mantenimiento de limpieza y que estuvieran iluminados con regularidad ,pasaba tanto tiempo en ellos que Sandalio llego al punto de conocer también los pasadizo que aun a oscuras no se hubiera errado de su camino..
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PALACIO EPISCOPAL
ESPECIOSO
Hijo de un cura rural y de su ama, él no lo sabía, era el único en toda la comarca que no lo sabía y no quería saber, Especioso era un curilla joven de la parte de la Sierra de Gata, desde muy chiquitito aprendió Especioso los latinajos y la liturgia propia del oficio del páter y padre a base de acompañarlo en el ejercicio de su ministerio por las muchas parroquias que tenían a su cargo, el páter en una mula colora de aquellas excedentes del ejercito de artillería de campaña, y que era de aquellas tan falsas, falsas que solían tropezar en lo más llano, Especioso hacia el viaje en un burro entrecano que hacía muchos años había dejado de ser de aquellos burrancos que preparan tan bien en las cocinas en el pueblo de Torreorgaz, distante de la capital Cacereña en unas 4 leguas y que ya se le hacía difícil el camino en cuanto se empinaba la cuesta. Y más cargado con unas enormes alforjas en las que acarreaba las viandas y dadivas que con generosidad llenaban y con las que al páter pagaban su auxilio espiritual los lugareños, aunque el año hubiera sido malo y el hambre estuviera sentada en el umbral de las casas, el páter y padre cargaba acariciéndola cada a poco una gran bolsa de cuero viejo , que era donde hacia acopia de los dineros de los cepillos de las parroquias y ermitas puesta a su cargo, y con lo que levantaban con el contrabando del café y sabanas desde Portugal o el estraperlo con la penicilina así Vivian desahogados páter, ama e hijo, sucedio que tanta afición le cogió a aquella vida que decidió hacerse del oficio y así un mes de mayo Especioso con la tonsura a punto le ordenaron a mayores, ya iba teniendo el páter y padre de cierta edad, asi que el ordinario de la diócesis no tuvo inconveniente en enviarlo junto a él para que le ayudara y le sirviera de experiencia en todo lo concerniente a la religión.
Era Especioso, un bragueta inquieta de aquellos curas "verracos" que preferían un baile antes que unos buenos latines, y con el baile al arrubujamiento con la dama, y tocamientos indecentes en cuanto la dama que le acompañaba en el baile se descuidara, hasta que cierto dia en el pueblo de Hoyos a la salida del mismo estaban todos los jóvenes del pueblo al acecho de Especioso, y es que el curilla había seducido a una pastora de cortas entendederas con amenazas de que si no cumplía la voluntad del cura salido se abrirían para ella las puertas del infierno, y tanta afición le cogió a su salvación que pronto empezó a hinchársele la barriga dijo en el pueblo que había sido por no complacer del todo los latinajos de Especioso, y así estaban todos los mozos a la espera para madrugar al cura joven , hijo del cura viejo y del ama, tuvo que intervenir el aguacil y alcalde, avisado enterado el cura viejo y padre, llego de la taberna a todo correr, una vez puesto en amino le dijo ¡ carajo hijo , no te lo tomes todo tan a pecho te dije que más valía mas morir por la bragueta ue por robar un maravedí, pero como ejemplo no para que te lo tomaras al pie de la letra.
Así las cosas, no pudiendo volver por aquellos pueblos que eran donde tenía el comedero el Páter viejo, padre del curilla joven y del ama del primero, aunque este no lo sabía , lo llamó el ordinario de su orden para que ejerciera su ministerio apartado de este mundo de pecado a su sede en Cáceres,
Sandalio, en sus correrías de limpieza y alumbrado delos pasadizos, encontró así como por descuido una salida por el brocal del pozo del palacio cercano , pudiendo más la curiosidad que la prudencia , se aventuró a asomar el cabezón por dicho brocal, allí vio un cuadro que le quedó impresionado , embrujado ante tanta belleza y es que en el jardín donde daba esa salía se encontraba la menina de la señora de la casa , asi todos los días volvía al agujero para y a escondidas observar a la mocita, tanta confianza cogió que cierta día fue descubierto por la niña , que movida por la curiosidad en vez de asustarse cogió amistad con el mozo y acordaron verse todos los días , para que con algún cuento o chascarrillo amenizara las tardes de hastío, durante la canícula, solo había un impedimento y era un aya de la confianza del señor que al cuidado de señora y menina habitaba la casa, fue pasando el tiempo y por boca de la mocita quedó enterada la señora de las idas y venidas de Sandalio, así cierto día que el aya había salido a comprar un cuarto de mortadela con aceitunas en la tienda de ultramarinos de los Mostazos en la calle San Antón, hizo que subiera Sandalio a sus habitaciones privadas y con tiento y buenas maneras puso al mozo en situación ,
Tal era que su esposo y señor había salido a guerrear con su rey Felipe II, de eso iba ya para cuatro años y la pobre señora tenía el problema que ya no podía ni mear del escozor y el apestar a bacalao por no poderse dar una agua en condiciones en los bajos, cuando el señor se marchó, coloco a la señora un cinturón de castidad y se llevó la llave a sus batallas, así que sin pensar en el riesgo que corría, se vio Sandalio inspeccionado el artefacto que la señora tenia entre las piernas , debidamente espatarragada para la ocasión, cogió el mozo el santo y seña de la cerradura y como más estudia un necesitado que un abogado se puso manos a la obra, empezó a visitar tiendas de chinos pero lo que encontraba de cerraduras solo era aproximadas , y entre subir y bajar a probar si abrían el cofre del tesoro, el Aya se dio por enterada de que algo se cocía y no era en su cocina , pero callaba , lo que tenía mosqueada a la señora y a la menina, pero Sandalio seguía a lo suyo y cierto día en la tienda de Ferreterías que Lucio Cancho tiene en la calle Colombia del Llopis Ivorra, encontró lo que buscaba y no era otra cosa que una cerradura gemela de la que la señora tenía en el cinturón de castidad.
Aguardó Sandalio a una hora prudente, que era hora que el Aya solía ir a visitar a una hermana monjita que en el convento de San pablo tenia apartada del siglo, y con la Menina de centinela , se coló en las habitaciones del ama , a la primera salto la cerradura y allí fue el suspiro de la dama al verse aliviada de tanto sufrimiento , tan agradecido quedo que insistió en que el mozo probara su trabajo y así noche si y noche también solía ir a comprobar que el aparato abría y cerraba con celeridad.
Una noche , cuando andaban a punto Sandalio de terminar la inspección de su obra y comprobado que todo funcionaba bien, sintieron ruido de caballería entrar en el patio y a un heraldo gritar paso franco a su señor, paso franco al señor del palacio, Sandalio apenas tuvo tiempo de colocar y cerrar debidamente el dispositivo y Salir por patas y resoplando, como guarro montuno ante capador por pillar la escapatoria en el pozo, y allí fue en el pasadizo cuando intentado subirse la cremallera de la pretina y colocarse bien las calzas se encontró con Especioso a medio vestir la sotana y pelo revuelto, que veniade hacer de ciceron con la Menina y apenas repuestos del susto del encontronazo en sitio tan inverosími , Especioso llevando el dedo a los labios indico ¡ silencio , o reímos todos o tiramos la puta al rio.
Pasado una quincena de días de la llegada del señor del palacio, se le veía muy feliz y contento , invitando a cañas y cigarrillos Ducados claro, que para eso tenia título nobiliario, se le veía muy dicharachero y cierto día en las cuatro esquinas en el bar caballito blanco , famoso por los bocadillos de calamares que allí expedían tomando cañas de cerveza con sabor a canela, un listillo le pregunto con la pelleja llena de vino invitado, y por aquello de que el tinto desata las lenguas ¡Eh Sr. Conde si acabas de llegar como es que la doña está preñada de cuatro meses ¡ aquello dolió como una puñalada en la frente debe de doler , vaya escandalera formo el andoba las voces se escuchaban hasta en la Puerta del Rio,que todavía se llamaba así porque el cristo no le pusieron hasta 1.800 , la dama diciendo que como, si el tenía la llave , lo que quedo al Conde más confundido todavía , y sucedió que en esas pasaba el curilla Especioso por la Plaza de Santa María, viendo al conde en el balcón cosa impropia de tan alto señor clamaba al cielo , dijole Especioso observe Sr. No sea milagro , pues de dos mujeres y una niña en la casa las dos están embarazadas y al mismo tiempo sin haber varón a la vista, antes este razonamiento el conde se tempero y empezó a pensar que tal hubiera ocurrido milagro en su casa y se dio a encomendar a la virgen de la Paz la que ayuda a las parturientas , a lo que la señora y el Aya exclamaron al unísono
¡ Eso por irte con los soldados ¡
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Agustín Diaz
