APELLIDOS DE LA VILLA CACERENSE-CARVAJAL III

03.05.2021 12:08

      VECINOS ILUSTRES DE LA VILLA CACEREMSE (VI)

Familia Carvajal (III)

Crónica desde la calle Cuba de mi Llois Ivorra

En el capítulo anterior veíamos que, en Cáceres, no los hubo de este apellido hasta finales del siglo XIV o principios del XV, en que, doña Gracia de Carvajal, procedente de la rama de los de Plasencia, habia llegado a establecerse en Trujillo, y casó con Fernán Pérez de Ulloa, señor de Malgarrida, y que algunos de los hijos tomaron el apellido materno, prescindiendo del de Ulloa, que les correspondía por varonía, siendo esos los fundadores de la primera  casa de Carvajales, edificada en la villa cacerense, con fachada principal frente al ábside de Santa Maria, dando su costado derecho a la calle tiendas.

Biznietos de doña Gracia fueron, los hermanos Juan y Gonzalo Gómez de Carvajal, estos fueron el principio de las dos ramas que mantuvieron el esplendor de sus blasones en la villa cacerense, siendo procedencia de Juan, los Carvajales de la calle empedrada (Palacio de Camarena) que ra como se designada a los integrantes de esta rama, a la que tambien confluyeron el marquesado de Camarena la Vieja, de los Castrejones y el condado de los corvos, de los Mesía Prado.

Seria a finales del siglo XV, cuando se avecindó en Cáceres, otro de apellido Carvajal, hijo del segundo señor de Torrejón, Francisco de Carvajal, al que llamaron el de la “reducción” por haber sido el que arrancó la ciudad de Plasencia del poder de los Zúñiga, y la entrego a los Reyes Catolicos, en 1488, el que se asentó en Cáceres, llevaba por nombre Juan de Sande y Carvajal, de mucha estima de los Reyes Catolicos, asi como de su hija Juana “la loca” este fue el primer señor de la Enjarada, siendo su nieta Leonor de Saavedra y Carvajal, la hereda de la casa, esta gran mujer, de mucha riqueza, caso con Gonzalo Gómez de Carvajal, segundo de los biznietos de doña Gracia, a esta rama se les llamó Carvajales de la casa del Duque, esta rama de la familia, con este casamiento, supero en riquezas y grandeza a la anterior. Esta Leonor, era sobrina del Dr. García López de Carvajal, embajador de los reyes Catolicos, para arreglar los asuntos con el de Portugal, referentes a la división de los mares y conquistas hechas y que se hiciesen por españoles y portugueses en las Indias, tambien dieron lustre a esta familia, el Cardenal Bernardino de Carvajal, El General Álvaro de Sande, y más de más, de ilustres y magnates de gran peso en el consejo de la corona, con entronques sucesivos con Lancaster, Noroña, Sande, Vivero, Padillas, Ramírez de Arellano, aparte de su condado de la Enjarada, también son de esta rama los Ducados de Abrantes y Linares, Marquesado del Puerto Seguro, Sardoal y Valdefuentes, Condados de Mejorada, Aguilar de Inestrillas  y varios títulos más, esta fue casa principal no solo en la villa cacerense, sino en toda Extremadura.

Existía en la villa de Cáceres, y puede que aun exista en ciertos círculos, la tradición contada de boca en boca por el vecindario, el cual explicaba el poderío del linaje de esta familia, y que a la vez explica a la gente que sienta alguna curiosidad, el porqué de tantas y tantas ermitas como habia y hay en el casco de la poblacion y alrederrores con el escudo nobiliario de la casa Carvajal, y es que:

En la Capilla que existía o aun existe, en el Palacio de los duques de Abrantes, se guardaba y se adoraba un pedazo de la Cruz en la que expiró Jesucristo en la cima del Gólgota, y se contaba que, lo habia robado y traído a Cáceres, un Obispo perteneciente a tan ilustre familia, por cuyo pecado el Santo Padre, les habia puesto por penitencia, la obligación de fundar en la villa cacerense y su contorno siete ermitas, cuyo culto costearía el mencionado obispo, como así lo hizo.

Pero la tradición no nombra quien fue ese obispo, ni que Papa le impuso esa penitencia, es más, ni a que años se referían tan extraordinario por lo inaudito del suceso, pero nos cuenta don Publio Hurtado, que a su parecer fueron los de la rama de esta familia procedentes de Plasencia, los protagonistas del sucedido.

Pero para resumir esta familia, llegamos a don Bernardino de Carvajal, este personaje fue el que más fama adquirió dentro de la estirpe familiar, por sus letras, su ingenio, por sus relaciones , por su ambición, nacido en 1455, fue graduado de Maestro en sagrada Teología en la Universidad de Salamanca en 1480, catedrático de Prima y Rector de esta Universidad, en el siguiente año, a los veintiséis años de edad, después fe canónigo de la Catedral de Badajoz y Chante y Arcediano de Castro del Rio en la de Sevilla, Arcipreste en la de Coria, Camarero del Papa Alejandro VI, Obispo de Astorga, Badajoz, Cartagena, Sigüenza, Plasencia, Albano, Tusculo, Sabina Prenesta y Ostia, Arzobispo de Rosano, Patriarca de Alejandría, Cardenal del tirulo de Santa Cruz de Jerusalén, Decano del Sacro colegio Cardenalicio que presidio cunado se elegían Papas a Adriano VI y clemente VII, Embajador de los Reyes Catolicos en Roma, y del Papa en Lombardía, Nuncio en España, revisor de la Orden de san Francisco de Paula, de religiosos mínimos, y su primer protector, su voz era de las más autorizadas en los concilios y presidente de Pisa.

Nos sigue contando don Publio Hurtado, que, en una obra genealógica, escrita siglo y cuarto después de la muerte del cardenal, (el memorial e Ulloa), escrita por don Pedro de Ulloa y Golfín, se lee que:

“Dexo en la casa de su hermano Juan de Carvajal y sande, un gran pedazo de la Preciofiffima, y Eftimada reliquia del Lignum Crucis, que con gran veneracion se conserva, en Ella, fiendo uno de los mayores de aquel divino Madero que se halla en la Chrisftiandad”.

Y visto esto, según parece la reliquia procedía de don Bernandino de Carvajal, pero la otra incógnita es si fue él, el que la robo,

Desde fines del siglo XVI y hasta mediado del XVII, hubo en España, y aun fuera de ella, grande delirio en pueblos y ciudades por prohijar y levantar altares a Mártires y Santos, inventar oraciones y hacer acopios de reliquias, invento este debido a la publicación del jesuita Jerónimo Román de la Higuera y algunos más, y cuyas obras pasado el tiempo se las denominaría “Falsos cronicones”, el Obispo de Segorbe, José Pellicer, el Marqués de Mondéjar, y algún que otro tambien, de mostraron que todo era falso, y la reacción que se produjo en la tan católica España fue tremenda, con el efecto de lo que hasta entonces se creía, después de dejo de creer y se impuso la desconfianza en las creencias, y pasaron entonces los prelados  a exigir las correspondientes acreditaciones de identidad de todas los reliquias o milagros.

Y entre las que pidieron al obispo de Coria, se encontraba el pedazo del Lignum Crucis, venerado hasta ahora en la capilla de la casa de Abrantes, que figuraba entre los bienes dotales del Mayoralgo fundado por Juan Sande Carvajal y su esposa doña Leonor de Carvajal y sande, en el tratamiento de 18 de agosto de 1704, mientras se compraba su autenticidad, se suspendió su adoración y la celebración de la misas y festividad de la invención de la cruz en la capilla.

(Fuente Publio Hurtado-Ayuntamiento y familia)

(Fuente B. Simon Boxoyo)

(Fuente Biografías)

Agustin Botines