LII CAPITULO BREVE HISTORIA DE CÁCERES-CONFIRMACIÓN DE LOS FUEROS

                                   BREVE HISTORIA DE CÁCERES

                                       ALFONSO X - SIGLO XIII

Confirmación de los Fueros

Límites con Badajoz

Crónica desde la calle Cuba de mi Llopis Ivorra

Comenzaron a sentirse los primeros síntomas de malestar entre los súbditos del monarca Alfonso X el sabio, estamos en 1255 y las vacilaciones de su carácter, su mala gestión diplomática, la doblez de sus aliados y las intrigas interiores, malograron todos sus intentos de buen gobierno, los nobles se aliaban con el extranjero,  los hermanos de Rey le reclamaban las tierras que su padre les habia adjudicado, y aun otras a las que pretendían tener derecho, produciendo desordenes en los territorios recién conquistados en Andalucía,  y lo que fue peor, el pueblo comenzó a demostrar su descontento al no  llegar a comprender los anhelos reformadores del Rey sabio.

Y precisamente, una de sus más sabias disposiciones las que vinieron a calmar el malestar, Alfonso X cambio el sistema monetario, con  la idea de unificar el  numerario castellano con el de los demás estados peninsulares, creando una moneda de mejor ley y más apta para la flexibilidad e las operaciones mercantiles, al principio los súbditos no entendían la reforma, creyendo que el cambio de valores era una depreciación del dinero, y se produjeron alteraciones, como  suele suceder en estos casos, retraimiento comercial, carestia y acaparamiento, trato el monarca de salir del paso imponiendo tasa a los artículos, también como siempre la situación empeoró, sobre todo para las clases humildes, pues a esta determinación siguieron la  ocultación y el estraperlo, cundió por todas partes tal descontento y tan gran malestar, que el Rey hubo de tirar los cotos, y mandó que las cosas se vendiesen libremente, por los precios que se aviniesen por ambas partes, pro siguió no obstante con la reforma monetaria.

Otras de las posturas de la política unificadora del monarca y que también acusó alarma entre los súbditos, fue la promulgaciobn del Fuero Real, trataba Alfonso X, de formar con este código un fuero mucho más perfecto que los anteriores dando un  primer paso hacia la supresión del particularismo legislativo, pero no  la promulgo como ley municipal general, la va otorgando simplemente a las ciudades, villas y lugares que carecían de fuero propio, con intención de darle carácter más general, incluso lo impuso a sitios que ya tenían otorgados  fueros, esto hizo que cundiera la alarma entre los municipios apegados a sus tradicionales legislaciones, entre ellos los leoneses, que en defecto de su  fueros, ya venían sirviéndose del Fuero Juzgo (cuerpo de leyes que rigió en la península durante la denominación visigoda, y que supuso norma de justicia común) , los municipios leoneses trataron de ponerse a resguardo ante la implantación posible de otra legislación y acudieron al Monarca pidiendo confirmación de sus respectivas leyes-.

Mayo de 1258, estaba Alfonso X en Olmedo de paso para Valladolid, donde proyectaba celebración de Cortes, acuden los personeros de Cáceres, en suplica de que les fuera confirmada su Carta de Población, lo que implícitamente entrañaba la de todos sus Fueros municipales, la confirmación de esta carta en su redacción definitiva, tal y como la promulgara Fernando III, ponía a la Villa cacerense al amparo de intromisiones de una legislación extraña, accedió el monarca, y el día 18 del mismo mes, juntamente con la Reina de doña Violante y con el infante don Fernando, otorga el privilegio confirmatorio, en el que suscriben los infantes don Fadrique, don Enrique hermanos del Rey, los Reyes Moros de Granada y Niebla, entre otros príncipes vasallos y los prelados y dignatarios de la corte.

Entre los que confirmaron este privilegio, faltó el infante don Enrique, hermano del Rey, este se habia rebelado contra don Alfonso, príncipe revoltoso y aventurado, de carácter extremadamente exaltado, pretendía alzarse en territorios del Sur, habiendo intentado levantar varias ciudades de Andalucía, Alfonso X, envió contra el a tropas reales al mando de don Nuño Lara, el cual batió al rebelde, obligándole la retirada hacia Aragón, desde allí marcho a Túnez para más tarde pasar a Italia, corriendo una vida de aventurero realmente novelescas, no fueron estas las únicas turbaciones que por aquel tiempo congojaron al monarca , en 1264 surge una nueva revuelta de los moros andaluces los que se unen los de Murcia, con el apoyo del Rey de Granada , Mohammad I (el Aboabdil aben Naçar,) que hasta entonces se habia venido fingiendo subidito fiel y leal amigo de del rey Castellano, en abril se halaba Alfonso X en Sevilla, preocupado en preparar la campaña, cuando nuevamente acuden de nuevo a su presencia los personeros de Cáceres, con la pretensión  de resolver una cuestión de límites surgidos con Badajoz.

Las disputas entre Cáceres y los concejeros creados al Sur de la Sierra de San Pedro, tienen el origen en el limite Sur de la provincia cacerense, estos no estaban bien definido en el Fuero, primero por la peculiar estructura de la Sierra, después por la deficiente información topográfica, sobre la delimitación por esta parte y por último, como consecuencia de ser entonces la sierra una autentica selva impenetrable que no permitían el apeo, entre el Puerto de las Herrerías y el Arroyo del Alpotreque, el laberinto montañoso dificultaba el establecimiento de una divisoria clara, ni Cáceres ni Badajoz, sabían a qué atenerse sobre sus respectivas jurisdicciones, no se lo disputaban violentamente, pero si cada uno de los concejos reclamaban, lo que creían más favorable a sus intereses, Badajoz pretendía todas las estribaciones de la Sierra, con sus contrafuertes, todas la tierra vertía sus aguas, directa o indirectamente al Guadiana, tomando como limite el Arroyo Alpotreque, en la totalidad de su curso hasta su desembocadura en el rio Zapatón, esto geográficamente parecía razonable, pero  la region cacerense, prescindía de argumento geográfico, y apoyándose en el deslinde de su Fuero, defendía como suyo el terreno que partiendo de la estribaciones mencionadas, vertían sus aguas en el Arroyo Alpotreque , trataron de ponerse de acuerdo ambos concejos , pro no llegaron a ningún acuerdo, con lo cual decidieron plantear el pleito al Rey.

Alfonso X, no estaba en aquella ocasión como para atender a cuestión tan insignificante, teniendo en cuenta los graves problemas que le planteaba la guerra, insto a ambos concejos que se pusieran de acuerdo, pero los contendientes estaba obstinados cada uno en su punto de vista, e insistían en llevar el conflicto al tribunal de la Carta, el Monarca que trataba a toda costa de evitar la discordia, les hizo ver las enormes costas y trabajos que habrían de tener por ambas partes si se estableciera juicio y les propone el nombramiento de una comisión para que dictaminase y resolviese, Cáceres, decidida a cortar de raíz todo motivo de disputa en el futuro, alega que no se conforma si no es con una resolución real, quería la posesión de la Sierra de San Pedro, cuyos valles ya casi en su totalidad descuajados por los pobladores, prometían convertirse en excelentes yerbazales, en vista de ello el Monarca, acuerda el nombramiento de tres personas ajenas a los interés de ambos contendientes, los que recorrerían el término, recogerían testimonios personales y documentales y levantarían planos, presentando todo ante el rey y que este decidiese, como Cáceres deseaba.

Alfonso X, nombró como instructores a don Domingo, obispo de Ciudad Rodrigo, a Aparicio Roiz, alcalde de Medina del Campo y a su vasallo Ruy Fernández, estos cumplieron con celeridad y regresaron a Sevilla entregando al soberano todo lo actuado, el Rey mando llamar a los litigantes, por Badajoz acudió Martin Gómez, y Estaban Martin, por Cáceres Martin Cebrián y otro caballero del que no hay noticias, les propuso que aceptasen lo que determinasen los comisionados, quienes perfectamente informados y conocedores del terreno  fallarían en justicia, se avinieron a ello, y se fijaron los  limites entre Badajoz y Cáceres, El Rey, sancionó el deslinde en carta en 17 de abril de 1264 con categoría de sentencia. Venció Cáceres la demanda, esta línea es poco más o menos que la que menciona el fuero, así la cuestión de limites por el sur quedaba zanjada pro no resuelta, Badajoz por el momento acepto, pero más tarde berremos resurgir esta disputa y en términos totales.

(Fuentes Floriano Cumbreño -Historia de Cáceres)

Agustin Díaz