V CAPITULO-BREVE HISTORIA DE CACERES-QUINTO SERTORIO METELLO

                      IV BREVE HISTORIA DE CACERES –LOS ROMANOS

                             (QUINTO SERTORIO METELLO)

Crónica desde la calle Cuba de mi Llopis Ivorra

Estábamos en el año 139 a.c. y habíamos dejado a Viriato siendo asesinado por traidores de su propio ejército, en el puerto de los Castaños muy cerca del pueblo conocido como Cañaveral, desertores a su vez de roma, y en 133 a.c. es decir seis más tarde termina, la Guerra Celtibérica, con la caída y destrucción de Numancia.

Se inicia entonces un periodo de paz, apenas turbado por bandas de montañeses, de que cuando en vez, bajaban a la campiña de la Bética, en incursiones de bandidaje y que fueron exterminadas por Mario en el 114 a.c. esta paz parecía asegurada por mucho tiempo, se iba poco a poco asimilando la romanización de la península, habían comprendido en durísimas lecciones la inutilidad de resistencia, una política humana, compresiva y leal por parte de los invasores , hubiera favorecido y acelerado la asimilación, pero como casi siempre, surgió la codicia humana malogrando todas las esperanzas.

Roma tenía  la necesidad de reorganizar los territorios conquistados y sistematizar la explotación de sus riquezas, pero al realizarlo esto Roa solo pensó que tenía que resarcirse de los cuantiosos gastos de la conquista y ello cuanto antes, razón por la cual en vez de emplear el método prudente de quien trata de establecerse en un territorio para extender su cultura, lo hizo con toda la violencia de quienes tienen por único objetivo sacar el máximo posible a su empresa, sin mirar los procedimientos.

La gran riqueza minera de España fue su primer incentivo, Fenicios primero, después los Cartagineses, habían puesto en explotación numerosos yacimientos de plata, cobre  y hierro, de todos los cuales se apoderaron los romanos, y más de cuarenta mil esclavos , fueron forzados a trabajar en estas explotaciones. Polibio y Posidonio (Historiadores entre otras muchas cosas, Griegos) describen de una manera impresionante el trato brutal e inhumano que de daba en las minas a los esclavos españoles.

 

A esto había que añadirle otras vejaciones más, bandas de Questores (Magistrados) se repartía por el territorio ocupado, con el fin de cobrar los tributos, cada vez más frecuentes y cuantiosos, y una nube de negociantes, traficantes y usureros, venidos desde todas las partes del mundo romano, cayó sobre España, estrujando a los nativos, hasta llevarlos al borde de la miseria, el fisco actuaba de forma implacable, alzando con cosechas y ganado de los que no podían pagar. E incluso reduciendo a la esclavitud a los morosos, si para salir de este estado se producían rebeliones, estas eran rápida y sangrientamente sofocadas, como la producida en el año 99 a.c. en la Celtiberia, reprimida por el cónsul Tito Didio en mortífera campaña rematada con unas traición análoga a la de Galba de los mismo lusitanos del año 94 a.c. a la que puso fin el Pro-Cónsul Publio Licinio Craso.

Entre tanto Roma, preparaba la guerra civil, Sila jefe de los patricios y Mario el caudillo del partido popular, la lucha entre ellos, ensangrentaba frecuentemente el suelo de la Metrópoli y demás ciudades de la república, hasta en el año 81 a.c. que consigue Sila apoderarse de Roma e implantar la dictadura. Su tiempo fue de tiranías y crueldades inauditas, siendo las ejecuciones incontables, Quinto Sertorio, unos de los generales más

 Inteligentes del partido de Mario, tuvo que huir de Roma, y después de vagar por distintas comarcas, tratando de levantar una rebelión contra Sila, llega al Norte de África consigue un resonante triunfo en la conquista de Tánger, la fama de estas hazañas  pronto llegan a la península, y los lusitanos a pesar de su pretendida sumisión, no pensaban en otra cosa que en vengar la perfidia cometida en la persona de Viriato, y en librarse del yugo de  las exacciones, enviaron una embajada al general fugitivo, invitándole a venir al país para ponerse al frente de la insurrección que `preparaban contra el pretor de la España Ulterior , Tufidio, enviado por Silas para sujetarlos.

Sertorio, llego a Lusitania en el año 80 a.c. era el héroe soñado por los españoles, benigno, compasivo, prudente, dotado de una arrolladora simpatía personal y de una admirable capacidad organizadora, impresiono vivamente a los naturales del país, Cáceres, su territorio  juntamente con la parte portuguesa entre el Tajo y el Guadiana. Fue el teatro de las primeras luchas de este caudillo contra los mejores generales de Roma. En los comienzos de la lucha, Sertorio para movilizar a su ejército, compuesto por romanos fugitivos, norte-africanos, y españoles, utilizó la vía explanada por Servilio en las guerras contra Viriato, que le permitía el rápido transporte de sus efectivos y pertrechos desde las sierras de Gredos y Gata hasta el Guadiana. Los romanos debieron de abandonar la comarca cacerense rápidamente , Sertorio al descender por esta vía no los encuentra hasta el Betis, para conseguir que Tufidio osara hacerle frente, y lo hizo para su mal, fue rotundamente derrotado quedando más de dos mil romanos en el campo de batalla.

     Quinto  Sertorio

Sertorio nuevamente refugiado en la Lusitania Meridional, se ocupó todo el resto del año 80 a.c. en preparativos bélico, siempre desarrollando una paciente minuciosidad, gran conocedor del terreno y de sus hombres. se dispuso a realizar una campaña a fondo , utilizando en movimientos  combinaos la táctica romana y la guerra de guerrillas, en las que los naturales del país eran diestros , acudió desde el Ebro Marco Domicio Calvino para contenerle , y a este se le unió Quinto Caecilio Metello., enviado por Sila, alarmado por el estado que estaba tomando la rebelión.

Metello general experimentado, frio, prudente, calculador, un poco lento, pero de gran capacidad militar, y acostumbrado a los campamentos en los que había pasado la mayor parte de su vida (la vieja, le llamaba Sertorio despectivamente) llego a España Metello con el cargo de Pro-Cónsul de la ulterior en el año 79 a.c. y al mando de dos legiones , a los que sumo los efectivos que tenía en la península Domicio Calvino, más algunos contingentes españoles, reuniendo con todos ellos una fuerza de unos 80.000 hombres, aunque Plutarco ( historiador y biógrafo) hace subir la cifra a 120.000 soldados pareciendo más exageración que exactitud: Sartorio contaban con unos  8.000 soldados gen te difícil de manejar, y mal equipada, pero no obstante el caudillo pese a su manifiesta inferioridad, hizo frente al enemigo, su lugarteniente Hirtuleyo, partió desde la región de Cáceres hacia el Este, siguiendo la línea der la divisoria , en Consábura

(Consuegra, Toledo) sorprendió al ejército de Calvino, derrotándolo y dando muerte al general, mientras que Sertorio se enfrentaba con las legiones del legado (General del ejército romano) L,Thorio Balbo, a quien Metello enviara en ayuda de Calvino, también aquí los romanos fueron derrotados, quedando el legado sobe el campo de batalla.

Mientras esto ocurría Metello, había penetrado en la Lusitania por el Sur, y comenzó su acercamiento por el Guadiana, siguiendo el curso por la orilla derecha, estableció su cuartel general en un recodo del rio , enfrentando los pasos de la sierra de Montánchez, este mismo año, tomó desde este lugar , que en su honor se denominó Metellinum ( Medellin) el camino del Norte, aprovechando también la explanación del terreno de Servilio, cruzó el Tajo, subiendo hasta articulación de Gredos con Gata, no encontró a Sertorio, estaba andaba muy lejos de allí.

Fueron estableciendo posiciones fortificadas los romanos a lo largo de la vía, con el propósito de partir en dos la Lusitania Meridional y al mismo tiempo a incomunicar por esta parte el Alentejo y la región de Cáceres, con la cuenca del Tajo, siendo este paso obligado de los de Sertorio hacia la Citerior,  dicen las crónicas que Metello hizo destruir todas las aldeas lusitanas próximas a la vía, siendo en esta ocasión cuando construyo el Norte de Cáceres, como base de operaciones hacia las sierras septentrionales, el gran campamento de Castra Caecilia, con capacidad de albergar una legión entera con sus auxiliares (alrededor de 6.000 efectivos), y que ocupaba el punto medio entré Metellinum y el Vicus Caecilia (hacia  Baños de Montemayor ) punto este más septentrional de aquella penetración de Metello por la Lusitania.

                                 Cecilio Metello

Sertorio se había corrido hacia el suroeste, donde en Lacóbriga (Lagos, Portugal) donde burló y venció a Metello, causándole gran daño y vilipendio, después y no obstante todas las precauciones que los romanos tomaron para evitarlo, consiguió pasar al Este, lanzándose a la conquista Citerior, en una triunfal carrera, hasta que de nuevo la envidia, la perfidia y la traición los mismo que había ocurrido con Viriato, terminaron con ella, por un  cuchillo en manos de un asesino.

(Fuentes A.Floriano )

Agustín Díaz