XXIX CAPITULO-BREVE HISTORIA DE CÁCERES-ASENTAMIENTO POBLADORES

                            BREVE HISTORIA DE CÁCERES

                                XXIX CAPITULO SIGLO XIII  

Asentamiento

Crónica desde la calle Cuba de mi Llopis Ivorra

En el capítulo anterior, vimos cómo se formaba en concejo, y los límites de la provincia cacerense, hoy vamos con el asentamiento de los primeros pobladores, ya sabemos, por que lo vimos en anteriores capítulos, que en la villa cacerense no quedo habitante alguno, y era necesario poblar para que Cáceres y su comarca, no volviera quedar en el olvido, para eso…

Para poder asentarse, era necesario heredarle, palabra que en el lenguaje jurídico medieval significaba, aparte de su acepción común, conceder bienes territoriales en pleno dominio y transmisible por heredad, el bien así adquirido se llama heriditas, a cuyo favor se le otorgaba o hacia concesión de heredad. En los fueros de Cáceres, se establece el procedimiento de heredad al poblador, era este procedimiento el de la participación, o lo que es lo mismo el reparto de tierras entre todos aquellos que viniesen a establecerse en el término de la cacereño, el asentamiento de pobladores tiene dos modalidades, el de partición de quadriella, adjudicación de tierras que se hizo a raíz de la conquista entre los soldados de las huestes, por los cuadrilleros o jefes de las cuadrillas militares, estos eran grupos de auxiliares del ejercito que se encargaban de la recogida y custodia de los prisioneros, evacuación de los heridos y enfermos y del reparto del botín, cuando se lograba un objetivo de conquista y se trataba de repoblar con soldados, ya que la tierra conquistada se consideraba como parte del botín, eran los cuadrilleros los encargados de realizar los asentamientos, de ahí el nombre de heredad de quadriella, esta era la primera forma de propiedad privada en Cáceres, es perfecta, transmisible y enajenable, estableciéndose su inviolabilidad  por promesa real, sin que se pudiera vender ni donar, ni empeñada a los vecinos o  las Ordenes Militares, ni a los cogullados ni a los que renuncian al siglo.

La participación de hacía por sorteo, pero como había tierra de sobra para partir, en los primeros momentos no se puso limite ninguno a los pobladores salidos de las huestes, se les dio toda la tierra que pidieron, con el compromiso de colonizar, sobre todo la Sierra de San Pedro, el Monarca como no, se mostraba generoso con lo que no era suyo, pero los que optaron por una vida pacifica, en lugar de seguir a las huestes , apenas daban para poblar tan extenso territorio, ya lo preveía la misma Carta de Población y facultaba al Concejo para hacer participaciones, heredando a los primeros que vinieren de otras partes del reino a poblar, estas son las llamadas participaciones del concejo, que es la segunda modalidad de acceso a la propiedad y asentamiento de pobladores en Cáceres.

Durante los primeros años, las participaciones del concejo apenas si tuvieron efectividad, y no hubo más pobladores que los herederos de las quadriella, hacia la mitad del siglo XIII, y dentro del reinado de Alfonso III, como consecuencia de la unió de los reinos de Castilla con León, y del avance cristiano hacia el Sur, se intensifica la emigración y la participación del concejo se regulariza, convirtiéndose en la manera más común de asentar, esta forma es una evolución, al convertirse de militar en civil, por lo que el con concejo desarrollando el ideario de la Carta de Población, ya no es el reparto más o menos arbitrario del botín, sino algo regulado y metódico, sujeto a un plan riguroso y rodeado de todas suertes de garantías, para e nuevo poblador no soldado, conservando al mismo tiempo las mismas seguridades a los herederos por cuadriellas, que la Carta de Población daba  a estos soldados, esta forma de poblamiento, no figura en el fuero Alfonsi, y se organizó de una manera autónoma en Cáceres,  a la vista de las necesidades que iban surgiendo, para solucionar los problemas que presentaba en poblamiento.

El territorio en su totalidad, fue dividido en sexmos, y estos a su vez en veintenas , es decir veinte por sexmo, el criterio seguido para hacer esta división no fue el de la superficie, si no el de la situación y calidad delas tierras, pues los sexmos y veintenas tenían que ser equivalentes, al frente década sexmo se puso a un sexmero, que asumió por Concejo las funciones que el cuadrillero tenia por hueste y a la cabeza de cada veintena se colocó un veintenero, asentador directo del poblador, bajo las órdenes dl sexmero.

Realizadas la parcela, igualadas las raciones, comenzaron a acudir los pobladores a Cáceres, iban llegando por medio de emigraciones sucesivas, y conforme se presentaban se les asentaba por medio de sorteos, donde hubiese particiones no adjudicadas, el concejo era quien determinaba cuales eran las tierras a repartir entre el grupo de emigrantes y se lo hacia conocer a esos por medio de pregón, sorteándose al domingo siguiente en la puerta de Santa María, lugar donde de ordinario se reunía el Concejo de la villa, allí el sexmero heredada, es decir, otorgaba la heredad al poblador, según la suerte en el sorteo, dándole deslindadores quien determinaban la heredad otorgada, y le señalaban los limites en el acto de la posesión sobre el mismo terreno, de esta manera el poblador conocía la ración de heredad, y entraba en posesión de la tierra concedida por el Concejo, con este solo hecho quedaba convertido en vecino.

Las participaciones de Concejo, debieron tener un plazo de otorgamiento de unos treinta y cinco años, que siguieron, no a la conquista, si no a la redacción de las Adicciones Forales, durante estos treinta y cinco años, debió quedar constituido el vecindario, pasado el periodo de las particiones, la figura del sexmero continuo como aportellado municipal, pero su función varia de carácter, el sexmo no es ya una división del territorial, es el conjunto de la comunidad de las seis aldeas del término cacerense, Arroyo, Casar, Torreorgaz, Torrequemada, Sierra de Fuentes, y la Aliseda, quedando el sexmero, como representante en el Concejo,  de estas aldeas, y de los intereses de estos aldeanos.

(fuentes Floriano Cumbreño-Historia de Cáceres)

Agustin Diaz