LVI CAPITULO-BREVE HISTORIA DE CÁCERES--SANCHO IV

                                     BREVE HISTORIA DE CÁCERES

                                        LVI CAPITULO – SIGLO XIII

Reinado de Sancho IV

Crónica desde la calle Cuba de mi Llopis Ivorra

1284-1295, etapa de reinado de Sancho IV (el Bravo), durante estos once años del reinado de Sancho IV, las actividades de Cáceres fueron más de carácter interno que de intervención en asuntos generales del Reino, trató don Sancho de poner término al pleito sucesorio, moviendo a guerra al rey de Aragón  Alfonso III que amparaba los derechos sucesorios de los Infantes de la Cerda, guerra que terminó con una gran habilidad diplomática, haciendo intervenir al Rey de Francia, después se enfrento a la nobleza de su propio reino, que pretendía cobrar y bien los servicios que le prestaran durante la rebelión, tuvo que dar escarmientos, y hasta se le fue la mano con algunos de sus magnates, como en el caso de don Lope de Haro, señor de Vircaya, se le insolentó y el propio don Sancho le dio muerte. (don Sancho, era de carácter violento e iracundo, de ahí el apelativo de Bravo, no porque fuera valiente, que también, si no por los temibles arrebatos de colera.)

Volvió poco después a tomar las armas contra los moros, El Rey de Granada Mohammad II, con la ayuda de Aben Yucef, que volvió a pasar a la península al frente de una horda de benimerines, que corrieron toda Andalucía poniendo cerco a Xerez hasta por dos veces, obligando a Sancho IV  a acudir con numeroso ejército para obligarles a levantar el sitio, batió al moro ante los muros de Tarifa, en este cerco dio lugar al acto de heroísmo de don Alfonso de Guzmán el Bueno. Las milicias de Cáceres intervienen con mucha actividad en esta campaña de guerra, acompañando en el segundo cerco de Xerez a la persona del Rey en 1285, en 1289 acudieron a la campaña contra el Rey de Aragón, en Monteagudo, para ayudar en el levantamiento del cerco de Almazán.

Siguió relacionado el monarca Sancho IV con la villa cacerense, al comienzo del reino en 1285, promulgó en Guadalajara una Carta de Privilegio confirmando a Cáceres la exenciona de los tributos de montazgo y portazgo y peaje, exención concedida por la Cara de Poblacion y reiterada por el Fuero, era una de tantas necesidades derivadas de la nueva situación política creada por la unión de los reinos de León con el de Castilla, que según fue concedida la exenciona, no era valida más que para los territorios dependentes de León hasta el Guadiana, la villa cacerense, pretendía extender este privilegio a todos los estados del reino Castellano-Leones, teniendo en cuentas que aunque no en una verdadera trashumancia, sus ganaos tenían que extenderse para buscar nuevos pastos por las tierras de Trujillo hasta la de las Villuercas, donde por no alcanzar las exenciones primitivas, estaban sujetas al pago de impuestos y tasas, Sancho IV, concedió esta merced declarando a los vecinos de Cáceres, francos de montazgo, portazgo y peaje, en todo los lugares de sus reinos, salvo el portazgo que debía de pagarlo en Toledo, en Sevilla y en Murcia, la exención compendia solamente los territorios castellanos del norte, estos en realidad eran los de interés para el movimiento ganadero de la región cacerense.

Se produce en la villa de Cáceres por aquellas fechas, un hecho insignificante que carecía de trascendencia, por de pronto, y es que entre el final del siglo XII y los primeros veinte años del siglo XIII, se produjo en el mundo el movimiento Franciscano, autentica evangelización del mundo encaminada a depurarlo en llamas de caridad y dulces llamadas a la fraternidad universal. En el capítulo celebrado en Santa María de los Ángeles en 14 de mayo de 1217, decidió San Francisco enviar a la península “fratres Multos” una misión de  110 frailes  penetraron en la península por Francia, marcharon hacia Compostela por la ruta de las  peregrinaciones, penetraron estos en Portugal llegando a territorio cacerense en los comienzo del reinado de Sancho IV “el Bravo”, el que desde Soria y en 1285, expide Carta Abierta, concediendo a los frailes de San Francisco de la Provincia de Santiago a la que pertenecía Cáceres, privilegios para sus personas y conventos, declarándolos bajo protección, pero en Cáceres no se podían fundar conventos,  lo prohibían las disposiciones forales, por las cuales no  permitan dar bienes territoriales a los ordenados, cogullados y a los que renuncian al siglo, por lo que los frailes de san Francisco, no arraigan en tierras cacerenses por aquella época, si bien fueron acogidos, y cosecharon con la protección del concejo cuantiosas limosnas.

En 1287, siendo ya Rey Sancho IV, visito la Villa Cacerense para testimoniar a la familia Blazquez su gratitud, por haber abogado por que la villa se pusiera a su favor durante la rebelión contra su padre Alfonso X, y en 1290 en cuenca, confirmó la Carta de Población de la villa de Cáceres, por privilegio confirmatorio del promulgado en 1258 por Alfonso X. Al año siguiente se plantea un problema de suma importancia para la villa de Cáceres, y que habia de constituir seria preocupacionb durante todo el final de la Edad Media, fue el de las aldeas.

El Fuero prohibida la constitución de pueblos dentro del termino de Cáceres, el sentido era meramente jurídico, lo que le Fuero prohibía era crear dentro del territorio, núcleos urbanos con jurisdicción propia, no que se elevaran conjuntos habitables en los campos, ya que esto hubiera impedido la colonización, así desde un principio se comenzaron a construir granjas, cortijos, y caseríos en las particiones donde se asentó la población rural, recibiendo los nombre de aldeas, casares y villares, lo que tuvo antecedentes ya en tiempo anteriores a la reconquista definitiva de la villa Cacerense. De todos los casares el que más prosperó fue el que se elevó al Noroeste de Cáceres, al borde del Ribero y con amplias llanadas aptas para el cultivo, su crecimiento  fue rápido e intenso, y entre todos los del termino llego a ser conocido como el Casar por excelencia, contribuyendo a su auge una poblacion bien densificada  de hombres laboriosos y tenaces que aprovechan todas las condiciones vitales que el suelo les blindaba, de siempre pugno el Casar con independizarse de Cáceres, pero tropezaba una y otra vez con el inconveniente de carecer de termino propio, hasta los canales de sus casas vertían sus aguas sobre la jurisdicción de la villa Cacerense, se explican así las quejas de los labradores del pueblo de no poder vivir, y de que empezara una emigración continuada hacia las tierras de las Ordenes Militares, empeoro las cosas cuando comenzó el adehesamiento, los vecinos de Cáceres que tenían particiones de Concejo las acotaron , quedando al pueblo materialmente ahogado.

Los casareños no se arredraron por ello, y acudieron al Rey, ese se hallaba en Sepúlveda, exponiéndole la situación ; no podían tener libre acceso a sus heredades, ni criar sus ganados, ni aun siquiera el entrar a beber de las aguas, ya que todo habia sido ocupado por los adehesamientos, el Rey Sancho IV, no les podía dar termino, estaban dentro del de la  villa cacerense, cuyos fueros acaba de confirmar, pero en 19 de enero de 1291, expide carta abierta ordeñando que no se hagan dehesas en media legua alrededor del pueblo, espacio que se asigna no como termino, si no como ejido, para que en el puedan los del Casar criar en el sus ganados, prohibiendo que otros que no fueran de los vecinos del pueblo entrasen en él. Este fue el primer paso hacia la secesión de las aldeas que habrían de continuar a lo largo de todo el siguiente siglo hasta consumarse en el siglo XV.

Sancho IV “el Bravo” tuvo de nuevo en contacto con la villa cacerense en las Cortes de Valladolid en 1295, en este premio los servicios que se habia prestado la villa, siendo Infante, y después en sus luchas contra el moro y otra contra el Rey de Aragón, se renuevan privilegios y se conceden otros, concediendo clausula especial adaptada a la manera peculiar de vivir en la Villa de Cáceres y a sus conceptos políticos tradicionales, en 23 de mayo de 1293.

Dos años después de estas Cortes, murió don Sancho en Toledo en 25 de abril de 1295.

(Fuentes Floriano Cumbreño-Historia de Cáceres)

(Aldeas, casares, vivares, edad media)

Agustin Diaz