XLVII CAPITULO-BREVE HISTORIAS DE CÁCERES- ORGANIZACIÓN MILITAR (III) LA RAFALA 

                                        BREVE HISTORIA DE CÁCERES

                                          XLVII CAPITULO SIGLO XIII

                                            Organización Militar (III)

La Rafala.

Crónica desde la calle Cuba de mi llopis Ivorra

Cáceres ofrece una modalidad militar especial, por su condición ganadera, es la de la Rafala de Caballería de los Ganados , hermandad que tenía por fin el de proteger los rebaños de la tierra en sus movimientos migratorios, custodia de los pastos, tomar precauciones contra los golfines  o robadores de ganado y el de evitar la intromisión de rebaños extraños con el fin de evitar el mestizaje, todos los dueños de ganado, propietarios de rebaños o aparceros, estaban obligados a ingresar en la Rafala en el concepto de milites o caballeros , para ello tenían que disponer en primer lugar y lógicamente de un buen caballo, apto para el servicio y especialmente destinado para este fin, ninguno podía excusarse de esta obligación, salvo los casos previstos en el Fuero para toda expedición militar, la obligación tenía carácter de familiar,  en defecto del señor de los ganados , habría de ser sustituido par su hijo, silo hubiese mayor de quince años, el nieto cumple el servicio por el abuelo, el sobrino por el tío, y el yerno por el suegro, si un caballero tuviese aparcería con una viuda , se obligaba a cumplir por ambos en la Rafala.

En los movimientos de ganado, los aparceros han de sostener un caballero por cada cincuenta ovejas o diez vacas o doscientas yeguas, estos caballeros han de aportar el equipo completo, armas y atalaje, debiendo llevar lanza, espada, escudo, dos espuelas y dos sueltas para trabar la cabalgadura, también en la Rafala habia peones, gente conocedora del terreno, a a los que se les encomienda aparte de los sevicias de atalayas y escuchas, la vigilancia de los pastos, estos peones no eran ni dueños de ganado ni aparceros, eran asalariados o solariegos de la hermandad ganadera. El servicio de Caballero, era renumerado por la Rafala, cobrando un Maravedí por mes y para el caballo una cuartilla de cebada por noche, pero tenía que mantenerse por su costa, antes de emprender la expedición hacia sus talegas, llevando todo lo necesario para su sustento.

Al constituirse la Rafala anual, los caballeros a quienes correspondía cumplir el servicio aquel año, hacían las “eguaias” llamaban así a una gran revista durante la cual se reconocían los caballos, rechazándose los defectuosos, se examinaban las armas y se procedía a nombrar a los aportellados u oficiales de la Rafala que eran, el juez de Caballeros, loa Alcaldes, los Voceros y los Jurados de Ganado, a los que se denominaban rafaeleros, los oficiales distribuían a los caballeros y a peones por las distintas cabañas y señalaban por donde habían de pastar cada una, las juntas de oficiales y caballeros se llamaban oteros, se convocaban varias a los largo del año, para hacer nuevas distribuciones de pastos, para manifestar prendas o prisiones hechas, y para proyectar las expediciones a realizar.

Tras el  primer otero y antes de poner en movimiento la cabaña, los caballeros marchaban a los lugares que se habían designado a los rebaños que debían custodiar, acotando los pastos, para lo cual teñían la facultad de echar de allí a cualquier ganado que  allí estuvieran hasta dejarlos completamente desalojados, sedaba tiempo para que la yerba se rehiciese, entonces entraba la cabaña y se establecían las majadas que iban variando de lugar según se fueran agotando los pastos, teniendo que ir cada rebaño acompañado por un caballero por lo menos.

Mientras las cabañas pactaban en sus adehesamientos, otros caballeros grupo de caballeros de la misma Rafala, recorrían el termino para perseguir a los ganados forasteros, a los que aprendían las cabezas que estimaban suficientes, estas cabezas así apresadas (prendas) eran presentadas durante tes oteros consecutivos por si el dueño quería rescatarlas, a este servicio se le llama correr o hacer corredura del ganado, otras veces la corredura consistía en perseguir a los ladrones, a los cuales se si conseguía apresarlos se les entregaban a los Alcaldes para que los juzgasen, nombrando además entre la corredura, la azeria, con los mismos caracteres que en las expediciones militares, en realidad era una incursión por tierras enemigas para apresar ganados. Otra de las actividades de la  Rafala, era el de sacudir el ganado, “agitar, golpear, pero el Fuero se le da el significado concreto de acuciar, o remover el ganado con violencia, esto es para trasladarlo rápidamente de un punto a otro, se sacudía el ganado ante  cualquier señal de peligro, especialmente ante la presencia del enemigo, cuando los peones que estaban de escucha o vigilancia, daban la señal de banda de ladrones o de partidas de moros, se hacía el apellido y todos los caballeros se presentaban a otero, prestos a la defensa de la cabaña, si el enemigo era poco poderoso y habia posibilidad de vencerlo, se le presentaba lid, pero sino habia otras posibilidades se emprendería la Huida, sacudiendo al ganado para llevarlo apresuradamente al norte dela Villa cacerense, incluso haciéndole cruzar el rio Tajo, en estas retiradas intervenían todos los caballeros y todos los peones.

Cuando terminaba la caballería, por haberse cumplido el plazo anual se hacia la escamia o descamia, nombre que se le da al relevo, por el grupo de caballeros que habría de tomar el servicio para el año siguiente, la escamia se hacía en otero, acudiendo todos los caballeros, los entrantes y los salientes, reintegrándose estos últimos a la vida y sus quehaceres como ciudadanos de la villa Cacerense   

(fuentes Floriano Cumbreño-Historia de Cáceres)

Agustin Díaz