VIII CAPITULO-BREVE HISTORIA DE CÄCERES-LOS ROMANOS-LA VIA LATA

Los Romanos-La Vial Lata

Crónica desde la calle Cuba de mi Llopis Ivorra

En el capítulo anterior, habíamos quedado establecida la romanización en tierras cacerenses, como se colonizo con los legionarios que acompañaron a Cesar en la campaña contra los Lusitanos del año 60 a.c. y que al parecer se quedaron en los campamentos de castra Servilia y Casta Caecilia.

 

Pero la colonización se manifestó muy desigual, en el centro y en las dos colonias contributivas, prestamente absorbidas por la capital, son síntomas son muy pobres y relevadores de una duración muy efímera , la lucha contra el suelo , debió de presentarse desde los comienzos como empresa difícil, donde los resultados no compensaban el esfuerzo que exigían , bajo estas circunstancias Norba , no debió durar mucho tiempo , la última referencia de la colonia Norbensis Caesarina , consta en Plinio ( 23-79 d.c.) y la más modernas mención data de los tiempos de Trajano, seguramente se despuebla dentro del siglo III o antes, si la inscripción de la fachada del palacio de Godoy , es una pieza de acarreo,( inscripción dedicando una estatua al emperador Lucio Septimio Severo Pertinax, en el año 194 d.c. y que se encuentra actualmente en el museo de Cáceres) siendo raro que estando la Colonia enclavada a orilla de la Vía Lata, su nombre no aparezca en el itinerario de Antonino  (138-161 d.c.) al Norte del Tajo y en la periferia , sobre todo las orientales , Trujillo , Ibahernando etc. Lo síntomas de poblamientos, sin acusar gran densidad, son, sin, embargo más numerosos, lo que se evidencia claramente, con los restos arqueológicos encontrados.

Los restos arqueológicos de la provincia cacerense, son números, pero muy pocas veces tiene carácter monumental, un edifico insigne, el Puente de Alcántara, se ofrece con toda la grandeza de un ejemplar único, y las ruinas de Caparra, conservan una cierta grandiosidad, pero aparte de esto, apenas si se hallan restos que acusen huellas sensibles de romanización, aún quedan vestigios  de las vías o caminos, que sin ser monumental, desempeñaron en los histórico un papel muy principal.

Las vías romanas , nacieron de las necesidades militares, si bien después se convirtieron en medio reguilar de tránsito y en vías comerciales, su estructura era variada, la más sencilla consistía en la explanación de un camino, aprovechado el firme natural del terreno o modificándolo ligeramente, para hacerlo el adecuado para las necesidades de la circulación , a esto es lo que se llamaba Terrena, la cual, aunque con mayor anchura , se formaba a la amanera de las veredas , es decir, por el holladero continuado del paso de los hombres, de las bestias o de vehículos, pero la forma perfecta, la definitiva , era ya una obra de ingeniería, con un trazado previamente establecido por el estudio del terreno, y una composición del firme ajustada a reglas precisas .

Lo esencial era para los romanos, buscar la línea recta, con el fin de disminuir en todo lo posible las distancias  a recorrer, sobre este sencillo trazado, se abría la caja de la carretera, de una profundidad variable, según la categoría del firme que se tratara de construir, limitándola a derecha  e izquierda con gruesos pedruscos, para evitar que los bordes del camino cáyense al interior, o bien que el firme derramase por el exterior, Según Vitrubio, una carretera cuidadosamente construida se componía de diversas capas superpuestas, la primera era el estatumen o afirmado de fondo, constituido por medios de piedras más o menos grandes , no siendo mayores que las que suelen caber en un puño, cuenta Vitrubio que eran fuertemente apisonadas, sobre esta capa se extendia el Rudus o mortero, hecho de una mezcla de piedra picada , arena y cal, la tercera capa, llamada nucleus, era la de cascajo, formada por tejas rotas, ladrillos pulverizados , también mezclados con arena y cal, disponiéndose sobre toso ello el  pavimento o summa crusta . que podia ser de dos clases , o bien con rollos, como en la nuestra de empedrados o vía Glareata ( construida con grava) o con losas rectangulares o poligonales acopladas como la (vía munita).

Para  señalar las distancias las vías tenían postes indicadores (Columnas Miliarias) en los que se hacía constar el número de millas romanas ( millia pasuum-mil pasos = 1.500 metros aproximados) que se contaban desde el arranque de la vía hasta la miliaria correspondiente , cada una de estas a una jornada militar  (20 millas = 30 kilómetros ) se establecían  en lugares de reposo ( mansiones) procurando que coincidiese en lo posible con poblaciones o campamentos , también establecían a lo largo de las vías, posadas, mesones , casas postas, ( tabernae diversoriae) para descanso de los viajeros y para el relevo de cabalgaduras .

Cuando los romanos llegaron a la península, la encontraron casi totalmente desprovista de vías de comunicación, los indígenas utilizaban para sus desplazamientos las rutas naturales de los valles, márgenes de los ríos y desfiladeros de entre las montañas, como en la guerra, ni movilizaban las grandes masas humanas ni las pesadas impedimentas, se trasladaban de un punto a otro a campo través, o por veredas montaraces, solamente conocidas por los naturales , Los Cartagineses, habían construido una vía llamada el Camino de Hércules , que bordaba la costa de Levante , desde el Pirineo hasta Cartagena, y que fue utilizada por ,os romanos para los primeros movimientos de las legiones, pero pronto los nuevos invasores se dedicaron a construir toda una red de caminos que cruzaban la península en todas direcciones, enlazando los principales centros de aprovisionamiento y los más importantes puntos de concentración de los ejércitos ,una de estas Vía fue la que unía Mérida con Astorga atravesando la tierra de Cáceres y pasando por Salamanca a la que llamaron Vía Lata ( Ancha) los árabes la denominaron por su belleza Camino de la Plata y los cristianos de la alta edad media, le dieron el nombre de la Guinea.

(Fuentes Antonio A. Floriano,)

Agustín Díaz