XX CAPITULO-BREVE HISTORIA DE CÄCERES-ALFONSO IX DE LEÖN-FINANCIACIÖN PARA LA CAMPAÑA

Alfonso IX de León-Financiacion para la Campaña de Reconquista

Crónica desde la calle Cuba de mi Llopis Ivorra

En el capítulo anterior, habíamos dejado al monarca Leones, cruzando el Tajo, atufado oliéndole la capa a chamusquina, el moro les iba apretando la retaguardia, matándole muchos cristianos y haciéndole gran cantidad de prisioneros, gente prescindible, la crónica no habla de ningún poderoso noble ni de gente de bien que muriera o fuera preso en esta huida, porque es lo que era una huida incomprensible pero huida, desde que comenzó el asalto a Hins Qazrix, todo parecía favorable, con brava lucha y mucho voto a tal y por Santiago , se había conseguido conquistar varias torres defensivas, matando mucho y sin dejar que el  moro dijera por “Ala”.

 Las enormes máquinas de guerra también habían hecho su trabajo, habían estado batiendo las murallas desde hacía varios días y conseguido abrir grandes boquetes en algunos puntos, por donde se colaba el cristiano haciendo mucho daño y adueñándose de mucho tramo de adarve, por donde corría la sangre sarracena, por todo el cerco amurallado, se escuchaba gran algarabía de lucha, con mucho ruido y vocerío de Santiagos y Ala, tras muchas horas de combate, de gargantas resecas por el esfuerzo, resbalando entre sangre de propios y ajenos , casi dejados al abandono por el cansancio y cuando parecía claro que la villa se iba a rendir , sonaron los timbales, pífanos y trompetas , ordenando el alto en la lucha y la reunión en sus compañías en sus vivares, nadie lo entendía, estaban ya saboreando el triunfo cuando ordenaron retirada y en efecto eso hicieron ,( detalles de esta acción, en el capítulo XVII) por eso estaba Alfonso IX de León y sus huestes cruzando de nuevo el Tajo, pero esta vez para volver a su reino.

Entre los múltiples problemas, que ocasionaron los fracasos de las expediciones del monarca Alfonso IX de León, encaminado a la recuperación Hins Qazrix para las cristiandad destacando, el primero y del que ciertamente dependían los demás, fue el de la escasez de dineros, el reino estaba empobrecido a causas de las guerras que de manera continuada se sucedían desde los tiempos del emperador Alfonso VII de León, aunque el monarca Alfonso IX se había esforzado desde los primeros años de su reinado en introducir cierto orden en la hacienda, y en defensa del realengo, no pudo remediar de una manera sensible el quebranto del erario real tenia, el quebranto lo había producido las larguezas de su padre , el mismo se había visto precisado también a consumir grandes cantidades de caudales en su expediciones, es por ello, por lo que al tener que realizar el esfuerzo definitivo, se encuentra con la imposibilidad de llevarlo a cabo.

El segundo de los factores que condicionaron el reiterado fracaso, fue la improvisación, había un objetivo estratégico, era la toma de Cáceres, pero sin tener un plan de campaña, dejándolo todo al acaso, aquellas empresas más que expediciones militares, parecían aventuras en las que se tramaban las acciones  según las circunstancias  del momento, la falta de la preparación se vio bien a las claras durante los últimos ataques de 1.218 y 1.222, el ultimo especialmente , por lo que Alfonso IX fue tratado de prestarse con demasiada facilidad al soborno musulmán, dando como resultado aquella desastrosa retirada, la realidad fue la falta de precisión táctica la que aconsejaban para completar la ocupación total de la villa, en un ataque decisivo, como para mantenerla con las reservas necesarias por si se producían , como era de esperar una contraofensiva.

El Infante Sancho Fernández

Nos cuenta el cronista un relato del infante que es cuando menos curioso, suceso que fecha en 1.220. Figuraba en la corte de Alfonso IX, entre los magnates más destacados y de mayor influencia , tal era el infante sancho Fernández, hijo de Fernando II y de su última esposa doña Urraca Lope de Haro, con la que caso d. Fernando al fallecer su segunda esposa doña teresa, era este sancho pues , hermano de padre de  D. Alfonso y como tal, tenían el nombramiento de Infante de León, ocupaba el rango de relevancia  en la corte , como por rango y abolengo le correspondía, fue teniente de Montenegro y Sarria primeramente , después  de León , Zamora, Extremadura y Transierra, desempeñando la real Alferia desde 1,214 hasta 1,218. Inquieto y valeroso, aventurero y malmetido por doña Urraca, su madre, trato de heredar el trono de León a la muerte de Fernando, pero sin obtener reconocimiento de sus pretendidos derechos, no dudo en ponerse a las órdenes de su hermano, llegando a prestarles grandes y valiosos servicios.

Fue el infante Sancho de los pocos caballeros leoneses que acudieron al llamado de la batalla de las Navas de Tolosa, peleando entre los bravos y distinguiéndose en las incursiones que los de León acometieron, pero la mente la seguía teniendo en la corona, ya que no pudo suceder a su padre, pensaba  suceder a su hermano.

En el año 1.218, desaparece de la corte leonesa, según cuenta la crónica enemistado al parecer con su hermano, porque este estaba resuelto a resolver el pleito sucesorio a favor de las infantas. Doña Santa y Doña Dulce, de hecho no hay as noticia del Infante hasta que en 1.220 hace su aparición en Toledo, reclutando tropa para pasar a Sevilla, dado al rey de Marruecos según alguna crónica,  “LE AVIE GRANDES AVERES”

Consiguió que muchos cristianos confiaran en él y no pocos Judíos también y sigue contando la crónica , que llega a juntar mucha gente , entre judíos y cristianos hasta un total de más de cuarenta mil gente de tropa, con todo ellos tomó el camino del Sur, dirigiéndose según dijo hacia Sevilla, pero desviándose de su ruta , fue a parar  hacia Cañamero, donde halló castillo abandonado , el que pobló con su gente  y desde el que comenzó a correr la tierra “Jaciendo mucho mal, ende a Moros e Cristianos” cierto día saliendo a amonestar por aquellas sierras de las que por entonces muchos Osos  había, y que habiendo levantado una de estas fieras en Infante de lanzó a por el , pero el oso le mató, tres días después el gobernador de Badajoz, común mucha tropa mora, sitió el castillo, lo tomó y “descabezolos a todos”

 

                                  Arriba el Castillo de Cañamero

(Este relato, tal cual contado, suscita muchas dudas , quedando muy cuestionado por los profesionales de la historia, .No queda claro , cual fue la intención del Infante el propósito del tratar de pasar a Sevilla, si era por cobrar dinero del Califa por ponerse a su servicio, también parece muy exagerado el número de gente que consiguió reunir cuarenta mil es mucha gente  aún hoy día para un ejército y dando por descontado que no pueden coger en el  castillo de Cañamero, y su impedimenta , por otra parte para  reducirlos haría falta que el moro hubiera necesitado una campaña en toda regla, también está el tema de la degollina general, cuarenta mil cabezas son muchas cabezas para cortar ( una exageración dice sobre esto D. Antonio Floriano, y escribe que sospecha que en lugar de XL mil soldados que transcribió el copista de los anales, se trató en realidad de XL milites los que acompañaron al aventurero Infante Sancho Fernández).

Muy diferente fue, la expedición llevada a cabo en 1.221 por el Maestre de Acantara García Sánchez, a la región doblemente fronteriza por el rio saber, y durante la cual de apodero de Valencia, en la que en adelante pasaría a llamarse  y por esta razón Valencia de Alcántara, y pasando a forma parte de la encomienda , que llego a ser de las más ricas de la orden , con esta conquista y con la posesión de Alburquerque , donde los cristianos se venían sosteniendo a muy duras penas  desde 1.217, quedando perfectamente protegido el avance   por el Oeste nuestra región. . 

Alfonso IX de León, aun sabiendo que los moros de Hins Qazrix, estaban prácticamente aislados y siendo el monarca leones, dueño de del ribero, desde que podía en caso de necesidad defender el paso del Tajo, reforzadas las plazas de Alcántara, Albuquerque, Coria, Portezuelo, y Alconetar, y raciados a conciencia los valles del Ayuela y del Salor, decidió esta vez proceder con calma , rectificar los errores anteriores e irse preparando para una nueva campaña, con diligencia pero sin apresuramiento.

El primer problema que tenía que resolver el de León, era el del dinero y pronto se puso a remediarlo, acudió en primer lugar a quien él sabía que estaba en las mejores condiciones para procurárselo y ese no era otro que el arzobispo de Santiago D. Bernardo, prelado muy afecto a la corona de León, cuya iglesia había sido muy favorecida por los distintos monarcas. Se hallaba en composte4la siendo el 23 de enero de 1,227, y una vez expuesta su petición de dineros al arzobispo, este puso a su disposición los caudales que esta iglesia tenia, pero estos a causa de las obras que se estaban realizando en la Catedral compostelana, eras escasos, por lo que el monarca pidió a d. Bernardo que a fin de completar lo que necesitaba, empeñase algunas tierras propiedad de la iglesia, como ya había hecho su antecesor D. Pedro Suarez en otra ocasión.

Debió el prelado poner objeciones a las pretensiones del monarca, el cual le tuvo que recordar la ayuda que la corona de León venía dispensando a la iglesia, a la que habían colmado de privilegios y mercedes, D. Bernardo, comprendió de inmediato las circunstancias y accedió pero con la condición que fuera la santa sede la que dispusiera.

Hubo d. Alfonso que resignarse a este trámite, aunque en ello viera retraso en sus planes, y en los primeros días de febrero de 1.227 parieron hacia roma los emisarios enviados por el Arzobispo con la petición del monarca, con la súplica al santo padre. Mientras quedaba a la espera,  el rey seguía n su intento de recaudación, y para ello siguió viajando por Galicia, ofreciendo privilegios y mercedes como era habitual en aquella época.

Y aquí dejamos por hoy al monarca Alfonso IX de león, mientras el sigue recaudando dineros para la campaña de la reconquista de Cáceres, esta por su parte , sigue habitada de moros llamándose Hins Qazrix

(Fuentes Antonio Floriano )

Agustín Díaz