XLVIII CAPITULO-BREVE HISTORIA DE CÁCERES-TRAS LA MUERTE DE FERNANDO III

                            BREVE HISTORIA DE CÁCERES

                              XLVIII CAPITULO SIGLO XII

Tras la Muerte de Fernando III

Crónica desde la calleCuba de mi Llopis Ivorra

En mayo de 1252, fallece en Sevilla Fernando III el Santo, heredando los Estados Cristianos de la España Occidental, su hijo, Alfonso X el Sabio, por entonces ya llevaba Cáceres veintitrés años de existencia como villa cristiana, durante ellos se habia dosificando su población, poco a poco, por inmigraciones  sucesivas de la más variada procedencia ,el casco urbano se fue cubriendo de edificaciones, una calle formada por tramos rectilíneos unía las dos principales puertas , la de Mérida y la de Coria, y otra calle transversal, esta tortuosa, enlazando la vieja puerta romana ( que se hallaba en el Atrio del Corregidor, hoy Foro de los Balbos) con la del arco del rio (Arco del Cristo) quedando el recinto amurallado dividido en cuatro sectores que centraban en la  Plaza de Santa María, por entonces único coso urbano, la población estaba integrada por gente labradora y ganadera, de un nivel social uniforme, aunque habia ricos y pobres, todos ellos eran hombres libres, quedando reducida la servidumbre a los moros cautivos, a los que se dedicaba especialmente las tareas domésticas y al  cultivo de las huertas, no se menciona que se confiara a pastores moros el cuidado del ganado.

Tampoco hay documentos que durante estos veintitrés años, que den a conocer los nombres de las personas que formaron el cabildo  municipal que, con la estructura establecida por el Fuero funciono desde el primer momento, tratando de ajustar las necesidades de la colonización y en lo político, a las exigencias derivadas de la unión de las dos coronas, esta unión produjo una serie de reacciones entre los pobladores, planteándoles problemas imprevisibles en el momento de la conquista, una parte de estos problemas se quedaron solucionados por Fernando III ,al confirmar y ampliar la Carta de Población , otros no llegaron resolverse  si no al  final de su reinado y comienzos de su sucesor , que es cuando ya la villa cacerense consigue concretar su personalidad histórica.  

La primera de estas consecuencias derivo en la desaparición de la línea fronteriza, que por la parte correspondiente al término de la provincia cacerense separaba los territorios de Castilla y de León, esta línea es la que descendía desde el rio Tajo poco antes de su confluencia con el rio Almonte, hasta la sierra de Montánchez en su articulación con la sierra de San Pedro, su establecimiento era convencional, político, totalmente arbitrario justificado por la necesidad teórica demarcar una separación entre las zonas de influencia señaladas por el emperador ( Alfonso VII de León) y ratificadas por el pacto acordado  en Sahagún ente Fernando II de León  y Sancho III de Castilla, ellos venia suscitando fricciones entre los dos reinos desde la segunda mitad del siglo XII, si en su tramo recorrido por el norte estaba geográficamente determinada por las corrientes del rio Tamuja y del rio Almonte, pero por la parte sur, la delimitación era confusa e imprecisa, debido quizás al a falta de accidentes geográficos que la determinaran, puede que  por la conveniencia por parte de Castilla de dejar poco definida la posesión de Montánchez, que dominaba la calzada en uno de los puntos más importantes en el sentido estratégico, de esta manera, se dio el caso a lo largo de todo el avance cristiano por la Marca inferior, de  no saberse nunca si Montánchez y Santa Cruz de la Sierra, pertenecían al área de expansión leonesa o castellana, dado que  todo el territorio montañoso comprendido entre el nacimiento del rio Ayuela y el rio Búrdalo, divisoria de las cuenca del rio Tajo y rio Guadiana, siempre fue un auténtico enjambre de moros, contra los que arremetían, ahora los leones como las huestes de los castellanos, un ejemplo, Montánchez en 1195, el castillo estaba en poder de Castilla y castellana erala puebla que se estaba formando a sus alrededores, al realizarse la correría de Al-Mansur, que termino con el trágico episodio del Valle de la Matanza (Torre Quemada, ya hablamos de esto, y volveremos a hablar) y sin embargo en el 1230  es el rey de León Alfonso IX , el que la gana al moro y la entrega a la orden leonesa de Santiago.

La desaparición de la frontera varió por completo los términos del problema, al este del término se crean dos territorios con jurisdicción propia, Trujillo con su Concejo y Montánchez con su alfoz (territorio que rodea una ciudad y depende de ella económicamente) , este absorbe por completo el núcleo montañoso extendiendo su jurisdicción hacia el Este, dentro de la zona de influencia  castellana, por el Oeste marca con precisión los linderos de Cáceres, después de discutir sobre la pertenencia jurisdiccional de Santiago de Bencaliz (Vencaliz) marcando los linderos de acuerdo con los hitos señalados en el Fuero, sin cuidarse ya de determinar, si el territorio pertenecía a Castilla o a León, ya no  era preciso, en lo referente a Trujillo no habia problemas, sus limites con la Villa Cacerense estaba bien delimitado por unidades geográficas concretas, que seguían la antigua línea fronteriza, uno y otro cerraban por esta parte el itinerario cacerense dejando confinado lo que habría de ser  sus términos  históricos hasta la secesión de las aldeas  ( Sierra de Fuentes, Torreorgaz, Torrequemada, Torremocha, y Zamarrilla, secesión que comienza en este mismo siglo XIII, y que en los tiempos modernos se consumó por el procedimiento de las pertenencias y los enclaves.

La segunda consecuencia, fue el desplazamiento hacia el Este de los caminos hacia el Sur, Cáceres dejo ya de interesar como etapa de vías estratégicas, Castilla centraba la actividad política, Fernando III el Santo lo hizo saber explícitamente, la conquista de Sevilla en 1248, dirigía la actividad bélica hacia la mitad oriental, de Andalucía, como la frontera con Portugal estaba asegurada, por la vigilancia de la orden de Alcántara, es Trujillo la que absorbe  el trasiego militar entre el Oeste  y el Sur, recogiendo la corriente leonesa, que antes bajaba de Salamanca y Ciudad Rodrigo ,hasta Cáceres por la Vía Dalmacia, pasando por la castellana Plasencia, confluyendo también las procedente de Ávila, pasando a Trujillo acortando por  Monfragüe, aun recoge Trujillo otro trafago, este más importante, por afectar tanto lo comercial como lo militar, como el que procedía de toda la meseta inferior, especialmente de Toledo, entrando por el puerto de Miravete.

La influencia política de Casilla, se hace predominante en más de la mitad de lo que actualmente es la provincia cacerense, y sin embargo, Cáceres, la provincia de Cáceres, es esencial y culturalmente leonesa, lo leones predomina en toda la cuenca del rio Tajo, desde las fuentes del Tiétar hasta Eljas por el Norte, y desde las Altamiras hasta el rio Seber por el Sur, esto es lo que caracteriza la unidad provincial, el hecho no deja de tener su justificación histórica, Plasencia desde su fundación en 1178 por Alfonso VIII, al igual que toda la mitad oriental de la Trasierra, no tenía comunicación normal sino con Salamanca, de donde recibía sus elementos vitales, y Trujillo, reconquistada en 1234, nace bajo signo leones, al poblarse con gentes de Cáceres o que llegan hasta allí con gentes procedentes de la Villa cacerense, el leones como habla se extiende por toda la cuenca del rio Tajo en sus dos vertientes, hay que imaginarse el Cáceres de final del reinado de Fernando III, como un territorio que  habia cumplido su misión en la campaña de la reconquista, y que estaba dispuesta a comenzar una nueva vida, políticamente apartado en uno de los confines del reino y obligado a crearse su propio destino mediante el desarrollo de sus fuerzas internas, características verdaderamente originales del vivir histórico de la naciente villa cacerense, entre las que sobresalen un grupo de pobladores, escasos, en menos de cincuenta años pudiera aflorar fuente de vida y riquezas capaces, no solamente  la habitabilidad de un extenso terreno yermo, además de convertirlo en centro de nuevos elementos sociales que habrían de exaltar su elevada fisonomía, y aun difundir el influjo leones,  por la cuenca  del Tajo, del terreno perteneciente a la provincia cacerense.

(fuente Floriano Cumbreño-Historia de Cáceres)   

Agustin Díaz