APELLIDOS DE LA VILLA CACERENSE-PANIAGUA II
APELLIDOS ILUSTRES DE LA VILLA CACERENSE
XXXIII
Paniagua (II)
Crónica desde la calle Cuba de mi Llopis Ivorra
En el capítulo anterior veíamos como:
Francisco Paniagua
Buscando hacer una vida de asceta, llego a la villa cacerense sobre el año de 1600, y encontró un sitio solitario en la sierra de la Mosca, no consta que fuera clérigo, ni tampoco seglar, y en esta sierra construyó la primitiva ermita, de una extensión de seis pies en cuadro, donde vivió, murió, y fue enterrado.
Era lugar agreste y peñascoso en su origen, donde situó Francisco de Paniagua el Santuario de Nuestra Señora de la Montaña, y que solo servía para apacentar ganados cabríos, situado a unos dos kilómetros al sur de la villa cacerense.
Y que en 1782 se reconstruyo y amplio el templete, ya existente, como pulpito desde 1703, la plazuela de la ermita donde se instala la imagen durante el sermón de la tarde el día de su festividad.
La misa votiva y cantada que se celebra anualmente, fue autorizada por el Papa Pio VII en 3 de agosto de 1784, confirmando el decreto de la Santa Congregación de ritos de 28 de julio del mismo año, fijándola en el día de la Dominica en Albis (Domingo de Pascua) habiéndose celebrado la primera en día determinado en 1787, este día de celebración se cambio en un principio al domingo siguiente, sin saber los motivos, después habría más cambio en las fechas.
Por el año de 1785, se trasladaron los restos del fundador Francisco de Paniagua, desde la segunda capilla donde reposaban, a una sepultura abierta junto al altar mayor, del lado del evangelio, y durante el mismo año se autorizo a un devoto para que hiciese en el mismo altar, bajo el arco por donde se contempla a la virgen, una gradería en la que colocar a San Jorge, patrón de la villa y una urna que encerraba algunas reliquias, donada estas a la cofradía por el brigadier Miguel Valiente.
La casa-hospedería fue edificada en 1763, por lo maestros alarifes, Andrés y Felipe Gallardo, siendo su precio de 11.000 reales abonados por la cofradia, habiendo sido por unas largas fechas un sanatorio, o algo parecido, donde acuden a renovar la vitalidad, individuos y familias que careciendo de otros sitios donde restaurar la salud, acuden a la placida ermita donde casi siempre encuentran remedios a sus males.
Once casas, siete suertes de tierra y cinco censos, vendidos en su mayor parte, en cumplimiento de la ley de desamortización y acuerdos del Ayuntamiento, que repartió entre los vecinos los terrenos de la Sierra de la Mosca, que usufructuaria la hermandad para plantaciones vinícolas.
Con repetición, dio trato el ayuntamiento cacerense del patronato de Nuestra Señora de la Montaña, compartiéndolo con San Jorge, y desde 1668 la tuvo por patrona, pero la potestad eclesiástica se resistió a ello, hasta que el Papa Pio X, en 20 de febrero de 1906, la confirmó y declaró como Patrona, y que con tal motivo se bajó la imagen de su templo, y se le ofreció solemne fiesta en Santa Maria el 2 de abril, y una lúcida velada literaria en el teatro de la calle Peña, en la noche del 28.
(Fuente Publio Hurtado-Ayuntamiento y Familia)
En el año 1882 se llevará a cabo obras de reforma en la cuesta y empedrado en los accesos al santuario, concretamente detrás de la sacristía en el atrio, se construyen gradas para asientos frente al púlpito. En el año 1966 se llevan a cabo importantes obras para favorecer la exclamación y el aparcamiento, derribando desgraciadamente el patrimonio popular que existía desde el siglo XVIII, en el año 2000 de nuevo se ha construido otro templete para rememorar la anterior construcción del siglo XVIII, proyecto de ejecución dirigida por el arquitecto don Emilio Pizarro Gómez, construido con cuatro pilares en las esquinas que soportan cuatro arcos que sirven de asiento a la cúpula con formación de las cuatro pechinas y rodeado por cancelar de forja ejecutadas por don Miguel Sansón. La cúpula se remata con una linterna terminada en un cupulín coronado por una cruz de forja, todo el conjunto tiene un basamento de piedra granítica. Por tanto, no hace falta llegar al interior de la capilla para comenzar a advertir las importantes y numerosas intervenciones que ha sufrido el santuario y el conjunto que lo forma a lo largo de las distintas épocas. También se pueden apreciar estos cambios desde la explanada. La ermita o santuario de Ntra. Sra. de la Montaña, está situada en una elevación montañosa desde la que se divisa toda la ciudad. En la explanada se levantó un monumento al Sagrado Corazón de Jesús en el año 1926 iniciativa del Obispo de Coria don Pedro Segura Sáenz, según reza en el rótulo de su pedestal:
“POR INICIATIVA Y COSTEADO POR EL EXCMO. SR. DON PEDRO SEGURA SAENZ OBISPO DE CORIA. SE ERIGIO ESTE MONUMENTO QUE BENDIJO E INAGURO EN UNION DEL DR. SEGURA EL EXCMO. SR. DON FEDERICO TEDECHINI NUNCIO APOSTOLICO DE SU SANTIDAD EN ESPAÑA EL XIV DE NOVIEMBRE DE MCMXXVI DESPUES DE HABER ENTRONIZADO EL SAGRADO CORAZON DE JESUS EN LA DIPUTACION PROVINCIAL. EN EL AYUNTAMIENTO DE LA CAPITAL Y EN CASI LA TOTALIDAD DE LOS DE LA DIOCESIS. CACERES XIV –XI- MCMXXX”. La escultura fue encargada a Félix Granda, de los afamados Talleres de Arte, y fue obra del escultor José Capuz
El día 12 de octubre de 1924 fue coronada canónicamente la Virgen de la Montaña, en un multitudinario acto celebrado en la Plaza Mayor de Cáceres. Según reza en un rótulo en la entrada de la ermita, fue restaurada en el año 1941:
“PARA GLORIA DE LA SANTISIMA VIRGEN DE LA MONTAÑAY EN MEMORIA DEL FUNDADOR DE SU DEVOCION FRANCISCO DE PANIAGUA SE RESTAURARON ESTOS SANTOS LUGARES DEL PRIMITIVO CULTO DE NUESTRA EXCELSA PATRONA AÑO DE MCMXLI”.
Ese memorable 12 de octubre de 1924 se celebró la coronación canónica de la Virgen de la Montaña, privilegio que fue concedido por su antigüedad, milagros y devoción popular. Fue el Cardenal primado, Monseñor Reig, quien bendijo e impuso la corona, obra de don Félix Granda y fruto de las donaciones de los devotos anónimos. La Corona, en su aureola, lleva grabados los nombres de las personas y fechas relacionadas con la Coronación, así como citas bíblicas tomadas del Cantar de los Cantares como: “Veni de Libano sponsa mea, veni de Libano coronaberis” (Ven del Líbano esposa mía, ven del Líbano y serás coronada); “Ave María gratia plena, Dominus tecum” (Dios te salve María, llena eres de gracia); “Spiritu Sanctus supervinet in te, et virtus Altisimi obumbrabit tibi” (El Espíritu Santo te sobrevino, y la virtud de Dios te llenó). Esta última cita se puede leer alrededor de la paloma que remata la Corona. La Virgen dispone de otras dos coronas. La Virgen lució el manto de raso blanco, recubierto totalmente de encajes e hilos de oro y plata, donado por S.M. la Reina de España Isabel II.
(Fuente-Estudio historico-artistico de las ermitas y oratorios de la tierra de Cáceres)
Agustin Díaz