APELLIDOS ILUSTRES DE LA VILLA CACERENSE - TOLEDO
APELLIDOS ILUSTRES DE LA VILLA CACERENSE
XLVII
Toledo.
Crónica desde la calle Cuba de mi Llopis Ivorra
Este linaje junto con los de Cerda, Velasco, Mendoza, Sandoval, Zúñiga, Lara, Haro, Manrique, y algunos más, formaron las familias de grandeza nacional. Los cacerenses pertenecían a la rama de los Señores de Oropesa, que habitaban en Plasencia, y el primero que figura entre los venidos a la villa de Cáceres fue Fernán Álvarez de Toledo, y que vivía en la misma hacia 1378, y que su solar estaba en la colación de San Juan, pero el cronista no nos dice en que calle ni ubicación, este caballero estaba casado con doña Isabel Álvarez de Saavedra, fue corregidor y Juez Mayor del Rey Enrique II de Castilla en Cáceres, y que a este cargo, sería fácil se debiera su presencia y asiento en la villa cacerense, y que en cuyo término poseyeron desde muy antiguo la dehesa de Guadalperal que vendieron en 1413 a Galin Pérez Pantoja.
En 1430, figuraba avecindado en la villa Garci Álvarez de Toledo, hijo del anterior, y Señor de Oropesa, y que habito en casa de su padre, pero temporalmente, ya que sus asuntos e intereses lo llamaban lejos de Cáceres de ordinario.
Pasado el tiempo, ya en el siglo XVI, esta familia tomó como nuevo solar, y en el que definitivamente asentó, en el conocido como Palacio de los Toledo-Moctezuma, ubicado en el Adarve del Obispo Álvarez de Castro, como curiosidad, este edificio fue propiedad de la Caja de ahorros de Cáceres, tras la compra del mismo a la casa Ducal de Abrantes.
Heredo de los anteriores, pasando tres generaciones, Hernán Álvarez de Toledo, regidor del municipio cacerense, y que vivió en la segunda mitad del siglo XV, hacia 1451, era Carvajal por varonía, ya que en su madre doña Mencía de Toledo, casada con Juan con Juan de Carvajal, por ser mujer se habia perdido a ascendencia masculina.
Juntada con la parentela Carvajal, anduvieron revueltos los dos apellidos de sus descendientes, hasta que una de las nietas de Hernán Álvarez de Toledo, doña Mariana de Carvajal y Toledo, casó con un pariente suyo, Juan Toledo Moctezuma, descendiente Isabel de Moctezuma, hija del último emperador mejicano Moctezuma.
Según parece, fueron estos Juan Toledo y Mariana de Carvajal, los que reedificaron la casa-palacio de los Toledo-Moctezuma, ya que, con su casamiento, pudieron poner en ella los escudos de Cano y Moctezuma, que le pertenecían a él, de Ulloa y Carvajal que eran de ella, y el de los Toledo, que les atañía a los dos.
Tuvieron nueve hijos, pero estos prefirieron el apellido de Moctezuma, apellido con más trascendencia, el primero se llamo Juan de Moctezuma y Carvajal, tal como el hijo de este, que relego a tercer apellido el de Toledo, y que fue Caballero de la Orden de Alcántara en 1626, hijo de este fue Juan Antonio de Moctezuma y Carvajal y Toledo, y que tuvo dos hijas, en las que volvió a rehabilitarse el apellido de Toledo como primero, doña Maria y doña Teresa de Toledo y Moctezuma, pero como ser apellido de mujer, estaba condenando a eclipsarse nuevamente. Lo que ocurrió al poco, doña Marian, la mayor, casó Álvaro de Vivero, General de Caballería en el ejercito de Castilla, en las guerras con Portugal, y hermano del Conde de Fuensalida, y que tuvieron otra hija y de nombre Mariana Vivero de Toledo y Moctezuma.
Esta Mariana, casó con Juan de Carvajal y Sande, primer conde de la Enjarada, motivo por el que la casa de los Toledo, se incorporó a la casa de Abrantes.
Otra rama de este linaje hubo en Cáceres, otra rama de los Toledo, esta apareció durante el siglo XVII, un tal Cosme de Toledo, padre de otro Cosme, que fueron Capitanes de las Reales Guardias españolas, el segundo fue el padre de Nicolas de Toledo, que marchó a Italia como Teniente Capitan del regimiento de Borbón, corría el siglo XVIII, allí casó y murió, dejo un hijo de nombre Cosme de Toledo Cadena y Paz, que al poco abandono suelo italiano volviendo a la villa cacerense.
Vicente de Toledo, hijo de Cosme, este caballero pisaba las calles de Cáceres en la primera mitad del siglo XVIII, liberal, sacrificando en aras del ideal, el ya más que mermado capital familiar, cuenta el cronista que acabo de forma angustiosa, fue Regidor del ayuntamiento cacerense, en 1822 y 1823, especialista y renombrado domesticador de ratas, gran aficionado al juego de cartas y a las mujeres de mala fama, lo que le llevo a rematar los dineros de herencia familiar.
APELLIDOS ILUSTRES DE LA VILLA CACERENSE
Sandoval.
Familia poderosa, su casa era grande, por méritos y esfuerzo de los miembro que la componían, la procedencia de su solar primitivo era del pueblo del mismo nombre, por allá por Villadiego en la provincia de Burgos, entre los de su linaje cuentan, Primados, Arzobispos, Obispos, Duques, Condes, Marqueses , Adelantados, Merinos, Generales, Palaciegos y favoritos de Reyes y Reinas, gente toda de grandeza y dándose el caso que en tiempos de Alfonso XI, Juan Rodríguez de Sandoval, era Señor de hasta sesenta y cuatro lugares y de más de veinte un hermano suyo. Tienen por blasón, un escudo de oro cruzado por una banda y sable de arriba abajo, y de derecha a izquierda, casi idénticos a los de la casa Carvajal, nos cuenta el cronista que a tierras cacerenses, se allegaron durante el siglo XIV, como caballeros pertenecientes a las Ordenes Militares, y entre los de este linaje, el que arraigo en la villa de Cáceres, fue Pedro Ruiz de Sandoval, que fuera comendador de Montánchez, y mas tarde de Mérida, en tiempos de Pedro I, tuvo mucha descendencia que se extendió andando el tiempo por Trujillo, Medellín, y Cáceres.
En el siglo XV, ya se encuentras avecindados en la villa, y en calidad de nobles, Pedro de Sandoval, formo parte de los echados a suerte por Isabel la Católica, para elegir los regidores, entre los cabaleros más calificados de la villa, aumento la presencia de este linaje durante el siglo XVI, andaban con pleitos en el Municipio, por ciertos alcances que habían resultado favorables en la administración de los bienes de la villa.
Hernando de Sandoval, era Corregidor de Cáceres en el año de 1539, y en 1545 el clérigo Pedro de Sandoval, era cura de la colación de San Juan, siendo más tarde Arcipreste de la villa, le vino la muerte en 1571, después de fundar en su testamento Obra Pía para el socorro de pobres, esta familia tenia su solar frente a los Blazquez de Cáceres, que con el tiempo seria del Marques de la Isla, en la plazuela de la Concepción.
Sus hermanos Bartolomé, Beatriz, Juana, Isabel, Maria y Leonor de Sandoval, todas ellas de gran estimación en la villa.
Después del siglo XVI, apenas si quedan noticias de este apellido Sandoval de la nobleza, y de grande posición, en el siglo pasado, XX, los de este apellido eran en su mayoría, albañiles, y con tanto merito como aquellos, pero sin constar que sean descendiente de los de aquellos Sandoval venidos de Galicia.
(fuente Publio Hurtado-Ayuntamiento y familias)
(Fuente biografias)
Agustin Díaz