BREVE HISTORIA DE CÁCERES-SEGUNDA PARTE (III) OTRA VEZ EN PODER ALMOHADE

28.04.2022 11:38

                                                                   BREVE HISTORIA DE CÁCERES

                                                                         SEGUNDA PARTE

                                                                                     (III)

Crónica desde la calle Cuba de mi Llopis Ivorra

Pues ya tenemos de nuevo la villa cacerense en poder del cristiano Rey de León y Galicia, y en manos del Maestre de la Orden de Santiago Pedro Fernández, al que se la encomendó para su defensa, como habia hecho con anterioridad a la desparecida Orden de los Fratres, recuerdo que estamos en el año de 1174.

Más con ansias de desquitarse de este episodio, el Emir árabe a la cabeza de un poderoso ejército agareno, vino contra Santaren, situando una parte del mismo contra los cristianos de entre el Tajo y el Guadiana, tras apoderase de Trujillo, Montánchez y Medellín, Sitió Cáceres, que defendida por el Maestre Pedro Fernández, y que delicado de salud se encontraba postrado en cama, donde falleció en día 11 del mes de julio de este mismo año, más al llegar al campamento de los moros, el tambien fallecimiento del Emir Jussuf-Ya’Qub, los sitiadores seguidores del profeta, abandonaron el cerco de la villa cacerense, desde donde se retiraron hacia Andalucía*.

*Esto según nos relata don Publio Hurtado, se pudo dar como verdad histórica, pero el Dominico Gil González Dávila, en la Historia Eclesiástica de España relata:

Que la retirada de los agarenos que asediaban la villa cacereña, afirma que el motivo lo tuvo la aparición del Apóstol Santiago, en una salida que hicieron los sitiados, y  que a fuerza de matar infieles les hizo abandonar el cerco*.

Esta es una cien de las apariciones milagrosas del Apóstol Santiago que citan las crónicas, haciendo batallar a tan santo Varón en ayuda de las falanges cristianas, contra los de la bandera de la media luna, y a esta sarracina algún cronista atribuye el nombre de la Dehesa de Matamoros al Sur, muy cerca de la capital cacereña.

No hay constancias de que leoneses y santiagueses perdieran la villa de nuevo hasta 1196, en el que el miramamolín almohade triunfante, el año anterior en la batalla de Alarcos, volvió con ganas de pelea a tierras cacerenses, apropiándose de Cáceres, y tras ella de los pueblos y comarcas de Plasencia, Trujillo, Santa Cruz de los Templarios, y Albalat, y algún que otro termino más.

En 1212, se realiza nueva intentona contra la morisma, donde los moros cacereños para dificultar el avance cristiano, cortó el puente de Alconétar, pero el Rey Alfonso IX de León y Galicia, tomó alcántara y desde esta localidad se dirigió sobre Cáceres, corría el año de 1213, cuya poblacion rescato con la ayuda de los Caballeros de la Orden de Santiago, estos pidieron al Rey que les devolviera la encomienda de la plaza, a esta petición se negó el de León, y la Orden recurrió esta negativa ante el Pontífice Inocencio III, este pleito tuvo que sobreseerse, ya que al poco tiempo de iniciada la querella Cáceres volvió a poder de los de la media luna.

Volvieron los vientos de la guerra ante los muros de Cáceres, ya en 1218, el mismo Rey Alfonso IX de León y Galicia, comenzó la empresa del rescate de la villa por recomendación del Papa Inocencio III, concediendo indulgencias a los que se alistasen en las filas expedicionarias para tal empresa, más fueron tan contrarios los temporales que sobrevinieron que las tropas auxiliares tuvieron que levantar sus reales y retirarse.

Y de vuelta otra vez ante las murallas de Cáceres los soldados de la cruz con la misma empresa, estamos en 1219, con el resultado tan catastrófico como el de la campaña anterior, ya que vinieron de forma inesperada contra los sitiadores, la caballería arábiga de la frontera del Algarbe y que llegaban sedientos de venganza, rompieron en cerco y los lancearon, haciendo, haciendo entre la gente del cristiano mientras iba en fuga una atroz carnicería.

Fueron años terribles en los que no habia un momento de tregua para la villa cacerense, la antigua Norba Caesarina del romano, la Hins Qazrix del moro, o la Cáceres del cristiano.

Don Alfonso IX de León, no encontraba sosiego, en 1222 y en 1225 volvió la intentona repitiendo los ataques de conquista contra Cáceres, durante el primero el del año de 1222, todo estaba a punto para apoderarse de la villa, con las máquinas de guerra, “almajanequis”, que traía, habrían logrado abrir brecha en el muros, y facilitando así la entrada de sus huestes dentro de la villa, más estando en ello, se vino hasta el campamento real, un embajador del Miramamolín, que en nombre de su Emir, ofrece al de León, una fuerte suma de dineros, depositando en el suelo de la tienda del Rey, una parte de lo ofrecido, para que desistiera de apoderarse de la plaza, advirtió el Rey don Alfonso, que allí no habia la suma ofrecida, le replicó el moro que, el resto se le abonaría en plazos, y, aceptó el monarca leones, alzó el cerco y se retiró, más la riqueza y maravedis ofrecida por el moro, jamás fue pagada por el de África.

Grande fue el descontento de la soldadesca cristiana, murmuraban y criticaba las huestes el hacer del caudillo leones, y por la orden de retirada cuando ya tenían en la mano el control de la villa, repitiendo en corrillos el adjetivo de joco con que los árabes designaban al Rey de León y Galicia Alfonso IX, en referencia al temperamento del  monarca.

Sucedió entonces, que ya desmontado el cerco y tiendas de su real, las huestes cristianas comenzaron la retirada hacia sus fronteras, y poco antes de llegar al marca del Tajo, las avanzadillas moras dieron alcance a la retaguardia cristiana, matándole mucho y bien, cuando el grueso de la hueste de don Alfonso quiso maniobrar para posicionarse en formación de combate, el grueso de la tropa del miramamolín, ya les habia saltado encima, causándole gran quebranto y cogiéndole gran cantidad de prisioneros, así las cosas, el moro no solo no pago al monarca leones  lo acordado por el abandono del cerco a la villa de Hins Qazrix, si no que le diezmo la tropa.

Durante el año de 1225, la acometida de conquista solo quedó, en algunas correrías por los campos cacerenses, quedando arrasado viñedos, huertas y olivares, sin trascendencia ninguna, tan solo el daño ocasionado.

Pero al fin, en día de 23 de abril y año de 1229, día este en que la iglesia católica festeja la festividad de San Jorge, mártir y principal  adalid de los ejércitos cristianos, tuvo lugar la definitiva conquista de Cáceres por las huestes de don Alfonso IX de León y Galicia, que en persona las capitaneaba, y teniendo la ayuda de las tropas enviadas por su hijo y Rey Fernando III de Castilla, las que capitaneo el Comendador y Trece de la Orden de Santiago Rui González Valverde.

Las huestes cristianas llegaron ante los muros de la Hins Qazrix del moro, el día 5 de abril de 1229, montaron cerco a la villa, y el real de don Alfonso y sus capitanes en las faldas de la Sierra de la Mosca, desde el actual cerro del amparo, bajando hacia el de San Marquino, lugar desde donde podían ver lo que sucedía tras los muros que la protegían.

¡Creo y esto es cosa mía, que los defensores eran escasos, la decadencia almohade ya llevaba años de guerras internas, y habían empezado a retrasar sus posiciones alejadas de la marca, no olvidemos que Cáceres era sitio estratégico como lugar de descanso y reagrupamiento de las tropas moras que asolaban la frontera con León y Castilla, pero si no eran escasos, si eran pocos para defender la totalidad de la villa murada por el romano, visto esto el de León elaboró su estrategia de ataque.

Mando a una parte de su hueste que recogieran gran cantidad de leña y la depositaran por la parte de la llamada Fuente Fria, y aquel reducido grupo de mercenarios aguardó a la llegada de la noche de aquel 22 de abril, al punto de la anochecida recibieron orden de encender las hogueras que habían formado, antorchas y luminarias , acompañado todo con golpes de espadas contra escudos, fanfarrias, trompetas y demás cacharros de cocina, con lo que produjeron un ruido espantoso, el moro viendo las luminarias y el estruendo de tropa, pensó que el ataque se produciría, por la zona Sur-Este de la muralla, por donde esta ubicada la torre Desmochada, corrieron las tropas sitiadas por el adarve para reforzar aquellas zonas, más la hueste del cristiano, agazapada junto a la puerta llamada del Socorro, al ver que esta puerta quedaba desprotegida, comenzaron el asalto, entrando los mercenarios cristianos a degüello, y tomando la ciudad definitivamente para la cristiandad siendo el día 23 de Abril de 1229.

(Fuentes Floriano Cumbreño-Historia de Cáceres)

(Fuentes Publio Hurtado-Castillo)

(Fuente Biografías)

(Fuentes Miguel Muñoz de San Pedro)

(Fuente Simón Benito Boxoyo)

Agustin Díaz Fernández