BREVE HISTORIA DE CÁCERES-SEGUNDA PARTE (XIII) LAS VELETAS-MARQUESES DE TORREORGAZ

14.06.2022 09:59

                                                                     BREVE HISTORIA DE CÁCERES

                                                                          SEGUNDA PARTE (XIII)

Crónica desde la calle Cuba de mi Llopis Ivorra

Palacio de las Veletas, ubicado donde estuvo el alcázar árabe, Al Kazar, palacio fortificado, casa fuerte, en una ciudad que fuera un lugar fortificado, como refugio y descanso o desde donde partían hacia  las correrías por la marca, quizás fuera dependiente del Waliato de Mérida, donde un Kaib o alcalde era la máxima autoridad, y que tenía su morada en el alcázar, y según las crónicas debía de ser de gran amplitud, ya que el recinto ocupaba toda la plazuela de las Veletas, y todos los edificios que la componen, ya que estos se construyeron sobre las ruinas del palacio. La edificación del Alcázar, debio empezar a realizarse sobre el siglo X-XI, según algunos estudiosos de los restos que aún se conservan.

Cuando tras de la conquista de la villa cacerense, don Alfonso IX de León y Galicia, se reservo el Alcázar para él, y concedió la alcaidía a Pedro Fernández de Saavedra, uno de sus más esforzados capitanes.

Sucedió que de la familia Saavedra la alcaidía paso a manos de los Giles, prestigiosa familia y parientes del monarca conquistador, y cuyos sucesores fueron inmolados en el año de 1367, en el propio Alcázar, en tiempos y por mandato del Rey Pedro I “El Cruel”, por no haberle entregado la fortaleza en cumplimento del juramento prestado.

En la Iglesia de San Mateo, nos cuenta el cronista que durante varios siglos  figuró una lápida mortuoria con la inscripción:

“Esta es la Casa de los Giles”

Sobre la que toda la semana, la iglesia rezaba en honor de los ajusticiados.

Cien años después el alcázar fue derribado en tiempos de Enrique IV, cuando mantenía la disputa por el trono con su hermano el Infante don Alonso, en la ocasión que se habían apoderado de la villa y fortaleza, los defensores de la causa del Infante, al que aclamaron  Rey en Ávila, los partidarios del Rey fueron los causantes de este estropicio, bajo las órdenes de un Rey que apenas se daba cuenta de sus acciones y de lo que con el hacían. Más el propio Rey Enrique IV, y ya en sus posteros años de reinado, concedió licencias para  edificar sus casas en el solar de la derribada fortaleza, y que se utilizase los materiales de la misma a su partidario don  Diego Gómez de Torres, señor de la dehesa y castillo de los Mogollones, este fue el que edifico la llamada Casa de las Veletas, por tener muchas de estas en sus muros, hoy ya no tiene ninguna de estas veletas.

En la carta de concesión se salvó, el derecho que tenía el vecindario de surtirse del agua que tenía el aljibe, perteneciente al derruido alcázar, servidumbre de la que se hacía por un grifo que para estos efectos tenía en el portal de la casa.

Más tarde Lorenzo de Ulloa, reparo el edificio, y ya en el siglo XVIII, otro sucesor don José de Quiñones, lo volvió a reformar dejándolo con la apariencia que los podemos ver hoy en día, andando el tiempo esta llegó a poder de la casa Ducal de Fernán Núñez.

Nos sigue contando el cronista que el lado Sureste, adosada a loa muralla existió en el siglo XIII una iglesia denominada de la Magdalena y que deprecio durante el siglo XV.

“Los Maestres, Comendadores y Caballeros de la Orden de Alcántara, tenían mucha afición a morar en Cáceres, aunque esta villa quedara fuera de la influencia de su la Orden, y aquí casaban a sus sobrinos y deudos con las ricas hembras de las familias linajudas cacereñas, lo que origino que a finales del siglo XIII, 1295-1298, el Maestre de la Orden, don Fernando Pérez Gallego fundó esta iglesia adosada al alcázar, donde se confirió habito a algún que otro caballero y se llego a elegir a algún Maestre como don Gonzalo Martines de Oviedo en el año de 1335”.

*La casa que fue alcázar de moros en la plazuela de San Mateo, está fundada sobre aljibes de agua y fuertes cañones de bóveda sostenido de pilares. A un costado de la casa hay una escalera de piedra, por la que el vecindario tomaba sus aguas p o r una llave de bronce, que hoy existe, bien que esta tapiada la entrada por la escalera. Con esta servidumbre concedió el rey don Enrique IV a Diego Gómez de Torres y Alfon de orres la merced de edificar casa de habitación en el sitio de los aljibes, alcázar viejo, que de orden del infante don Alonso, proclamado rey, fue demolido; y confirmaron los Reyes Catolicos en Sevilla, 24 de septiembre de 1477, habiendo de dejar libre el uso del agua a los vecinos en tiempo de necesidad. Descubrense los aljibes por varias piezas de la casa y reciben agua por cerca de la puerta principal, cuyo recipiente tapan, cuando se llenan las arcas. Reedifico la casa don Joaquín Jorge de Quiñones Cáceres y Aldama, formando

nuevo patio y oficinas.

(Noticas Históricas de la villa de Cáceres-Simón Benito Boxoyo)*

Solar de don Diego de Cáceres de Ovando, Casa y Torre de las Cigüeñas.

Esta casa es el efecto de las continuas reyertas que entre unos y otros mantenían constantemente los malavenidos nobles de la villa cacerense, en el transcurso del siglo XV, fue tan grave la cosa, que obligaron a la reina Isabel la Católica a intervenir en 1447 y venir a Cáceres a poner paz entre los vecinos, y organizando con sus ordenanzas el buen gobierno de la villa, ordenó que sus dueños derribasen aquellas torres del homenaje de sus casas, dejándolas a nivel de los tejados para que no se peleasen, y que tapasen sus saeteras y troneras, y que las que se estuviesen construyendo, no se elevasen por encima de las techumbres de los edificios, más hizo la Católica Reina,  una excepción, la casa de su servidor,  paladín y Capitán don Diego de Cáceres y Ovando, para que este edificase su morada sobre las ruinas del Alcázar, y con su correspondiente torre del Homenaje.

Fue Casa solariega, de la rama de primitiva de los Ovando, Marqueses del Reino.

Torre de Sande o de los Plata.

Que a si se nombra una de las mejores conservadas y más lúcidas torres del homenaje de las de la villa,  situada dentro del corral de los Condes de Adanero. imponente  la Torre de Sande, con su impresionante matacán y sus muros cubiertos de yedra.

Es una hermosísima torre gótica del siglo XIV, imponente  la Torre de Sande, desmochada por orden de los Reyes Católicos como otras muchas de la villa. Es destacable su imponente matacán sustentado por nueve ménsulones en contraste con la gracilidad de la ventana gótica con columna geminada de su parte inferior

la Torre de Sande, que toma el nombre de la familia que la construyó. Durante tiempo (y aún pervive el error) se la denominó Torre de los Plata. Cierto es que una familia de tal apellido existió en Cáceres, pero, en ningún caso, tuvo ningún tipo de vinculación con este solar de los Señores de Valhondo, como atestiguan los bellísimos escudos de Sande y Ulloa en alabastro, enmarcados en cantería. El de Sande es especialmente bello, orlado con jarretera, cordón y borlón, y su águila se encuentra contornada, con el cuello girado hacia las armas de Ulloa, en signo y señal de cortesía, porque, a una dama no debe darse la espalda. Son las armas de los fundadores, Juan de Sande, Señor de Valhondo y Teresa Álvarez de Ulloa, su mujer. Caballeroso debió ser el de Valhondo ante tan cortés gesto, habitual en otras heráldicas, pero no de la cacereña.

Casa del Comendador de Alcuescar.

Esplendida casa Fuerte, morada de la familia Ulloa, Marqueses de Torreorgaz, situada en la calle Ancha, tiene la fachada de estilo renacentista, con una torre del homenaje de gran altura y de planta cuadrada, y que según parece esta es la parte más antigua del palacio, con reminiscencias mudéjares y góticas, tiene  escudos de armas de los Ulloa, Valverde y Espadero, familias de muchas riquezas y nobleza, y que por entronques aumentaron la fortuna y el patrimonio de los Ulloa.

Tiene el nombre de Casa del comendador, porque el que la edificó, en su construcción original,  en el transcurso del siglo XIV era el comendador de Alcuescar, dentro de la Orden de Santiago, y que fue uno de los muchos caballeros cacerenses, que batallando por la causa de la Reina doña Beatriz de Portugal casada con el Rey Juan I de Castilla, pereció en la batalla de Aljubarrota  año de 1385.

Perteneció a Teresa González Espadero, donde el esposo de esta, y comendador de Alcuescar, Sancho Sánchez de Ulloa, estableció la casa de los Ulloa.

(Fuentes Floriano Cumbreño-Historia de Cáceres)

(Fuente Publio Hurtado-Castillos)

(Fuente Simón Benito Boxoyo-Noticias)

(fuente Biografías)

Agustin Díaz Fernández