BREVE HISTORIA DE CÁCERES-SEGUNDA PARTE (XV) GOLFINES DE ARRIBA

17.06.2022 10:56

                                                                            BREVE HISTORIA DE CÁCERES

                                                                                   SEGUNDA PARTE (XV

Crónica desde la calle Cuba de mi llopis Ivorra

Solar de los Golfines de Arriba.

Casa fuerte del siglo XV, sobre restos de construcciones de siglos anteriores, la torre del homenaje es del siglo XVI, también fue reformado en el siglo XVIII, en la fachada como adornos, los dos escudos situados por encima y debajo del balcón, el de arriba, de los Golfines ( flores de lis y torres ), abajo el de los Cerda, ( tres flores de lis) y el de los golfines.

Sobresale del edificio la imponente torre del homenaje  con escudos de Golfín en la parte anterior y posterior del cuerpo y de Cerda, Valverde y Ulloa en la base del almenaje, como memoria de sus antiguos dueños. Puede verse por la parte de atrás, otra torre con matacán, sobre siete mesulones, bajo él puede apreciarse escudo que tuvo que ser de Saavedra ( tres fajas jaqueladas ) esta casa fue absorbida por los Golfines. Este palacio perteneció a la familia de la Cerda que llego a Cáceres, mediante el casamiento de doña Mafalda de la Cerda, sobrina del infante D. Fernando, primogénito de Alfonso X el sabio, con Fernán Gutiérrez de Valverde, señor de Castellanos, (escudo  de plata y cuatro ondas verdes) 

Posteriormente perteneció a la casa de los Golfines, cuyo nombre significa en la terminología de la época “robadores de ganado”.

Esta casa pertenece a la misma familia de los Golfines de Abajo, y se cree que fue la primitiva casa de esta familia en la villa cacerense, y que al dividir Pedro Golfín su enorme patrimonio recayó en su primogénito García Golfín, junto con el señorío de Casa Corchada.

García Golfín que fuera continuo de los Reyes Catolicos, y palaciego del Infante don Juan, a el se le debe la edificación de la Torre del Homenaje de esta casa ubicada en la calle Olmo, licencia que le concedió el Rey Fernando el Católico en el año de 1506,  tras haber disputado con sus vecinos medianeros, pleitos grandes por su edificación, en particular con la familia Saavedra, que se opusieron grandemente a ello, por estimar que serian muy perjudicados desde tamaña fortaleza en el supuesto que se reiniciaran aquellas terribles guerras de Banderías, que no hacia mucho, en 1477 habia puesto fin la Reina Isabel la Católica.

 La torre fue realizada por el cantero Andrés Alonso en 1513 en un tiempo récord y con muy poco gasto, lo que demuestra el buen hacer de este cantero.

En las discusiones por el patronazgo de la Iglesia-Convento de San Francisco el Real, este García  Golfín , fue de los más vehementes, discusiones promovidas por la irreductible doña Maria de Ovando, hija del Capitán don Diego de Cáceres y  Ovando, y sucedió que cierto día, don diego Mesía de Ovando, nieto a la sazón de doña Maria, entrando en la iglesia y en plena misa, espada en mano diera muerte a don García Golfín, suceso que hizo venir a la villa cacereña, para conocer el expediente incoado por este motivo, el célebre alcalde Ronquillo.

A propósito de este trágico suceso:

   Doña Maria de Ovando.

Doña Maria de Ovando, hija del Capitan don Diego de Cáceres de Ovando y de doña Isabel de Flores, casada con don Diego González Mesia, señor de Loriana, mujer cuyo carácter y hechos, la hacen merecedora de figurar entre los miembros notables de esta poderosa ilustre familia.

Se trata de la construcción del convento de San Francisco, en las afueras de la villa de Cáceres, los Reyes Catolicos, y al Arzobispo de Toledo y el Obispo de Coria, dieron limosnas para iniciar las obras, este desprendimiento hizo que la nobleza cacerense los imitaran, que, en el templo, en los claustros , en la sacristía y demás dependencias, acotó capillas y sepulturas, correspondiendo a doña Maria de Ovando, costear el cuerpo de la iglesia, desde el promedio hasta la pueta de entrada, al ser esta obra, la que suponía mayor gasto, y donde el caso que, la fervorosa dama ofrecía además costear el retablo del altar mayor, además de la verja que habia de cerrar la capilla, la provincia eclesiástica de Santiago, a la que el convento pertenecía, trato de darle en agradecimiento, el patronato de dicha capilla mayor, varias sepulturas en la iglesia, y otros derechos y preminencias, pero doña Maria, con impaciencia por sobreponerse a los demás protectores y mangonear en el templo a capricho, no espero a que o prometido fuese hecho consumado, anticipándose con desatención hacia los demás, en sus funciones de patronazgo y abusando de ellas, ordenó colocar el escudo de armas de su casa por toda la iglesia, tanto en el interior como en el exterior. Cubriendo tambien el escudo de los reyes Catolicos, y fue tanta la desconsideración con la que actuó, que los caballeros que tenían en el edificio sus capillas, se rebelaron contra la usurpadora, entablándose dura guerra entre esta y aquellos, viéndose los ninguneados caballeros a entablar querella ante la congregación de la Provincia de Santiago, que conoció de ella en Salamanca, en el mes de septiembre de 1524, presidida por el General de la Orden Fray Francisco de los Ángeles.

Decretó el conclave, que la capilla mayor fuese de doña Maria de Ovando, y que ésta pudiera tener en ella hasta seis sepulturas, pero que quitase de la fachada sus escudos de armas, y que se conservaran los colocados en el interior, con esto, ni doña Maria quedo contenta, por parecerle poco lo que se le concedía, ni sus contrarios por parecerle en demasía lo concedido, y así las cosas la trifulca siguió en aumento, tanto, que el General de la Orden, envió a la villa cacerense, al Provincial fray Antonio de Guzmán, para que observando de cerca y de primera mano que es lo que pasaba, pusiese remedio a tanto mal, y con autorización para que, si fuese preciso revocase lo decretado.

Así lo hizo el padre Guzmán, por patente de 6 de marzo de 1525, dejando a doña Maria de Ovando, las seis sepulturas y quitándole todo lo demás, ¡ Quien la oía ¡desatóse en improperios e insultos contra la Orden Franciscana, y encendió la ira de su nieto Diego Mesia, hasta el punto de acometer y dar muerte dentro de la iglesia conventual a García Golfín, señor de la Casa Corchuela, uno de los opositores a los planes de doña Maria de Ovando, la Orden Franciscana, ahora le quitó las sepulturas, luego se las volvió a dar, mujer de carácter y temple, que de haber nacido varón, hubiera rivalizado a los más temerarios capitanes.

En la villa cacerense nada volvió a ser igual desde aquel trágico hecho. Doña María vivía ahora casi recluida en su palacio ubicado extramuros, en la casa de los Messía o casa de los trucos. Pero ella siguió litigando por lo que consideraba suyo por derecho, estando en estos asuntos la parca vino a por doña Maria, y en ese momento la Orden devolvía a la familia Ovando las seis sepulturas concedidas inicialmente en la iglesia conventual.

Por fin, doña María de Ovando descansaba sepultada en la capilla mayor de la iglesia que tanto había ansiado y buscado, por sus aportaciones al convento de San Francisco y la Orden Franciscana. Pero no descansaría en paz, pues contaban los frailes del convento que meses después de su muerte, en noches de vigilias solían ver deambulando por la iglesia conventual el fantasma de una mujer vestida de negro, era el espectro de doña María de Ovando que, aun descansando en suelo santo, debido a su sacrílego crimen y a su arrogancia con la iglesia estaba condenada a vagar en busca del perdón de sus actos, se llegó a comentar que, incluso otros frailes creían ver el espíritu de doña María troncado en una lechuza que por las noches se adentraba en la iglesia arañando y picoteando los escudos de los Golfines y Ulloa.  

Este palacio, fue durante algunos meses de la contienda civil española de 1936, Cuartel General del ejército sublevado contra la república, y en el que vivieron durante mes y medio el General Francisco Franco Baamonde, su esposa Carmen Polo y su hija Carmen. Esto sucedía en los meses de Septiembre-Octubre, Franco recibe el nombramiento de Generalísimo de los Ejércitos Nacionales estando en este Palacio- nombramiento que vino de Burgos. Aquí fue donde se produjo la orden de que el General Varela entrara en Toledo, en ayuda de lo asediados en el Alcázar de Toledo. Días más tarde de su nombramiento se trasladó a Salamanca.

En la fachada una placa que recuerda la estancia en esta casa del general golpista, siendo propietario Gonzalo López Montenegro, Amigo del dictador genocida.

Este edificio fue declarado monumento nacional en 1.978

(Fuente Floriano Cumbreño-Cáceres Monumental)

(Fuentes Muñoz San Pedro-Tierra de Dioses)

(Fuentes Publio Hurtado-Castillos)

(fuentes Simón Benito Boxoyo-Noticias)

Agustin Díaz Fernández