BREVE HISTORIA DE CÁCERES-VISIGODOS II
BREVE HISTORIA DE CÁCERES
XIV
Crónica desde la calle Cuba de mi Llopis Ivorra
Comentábamos en el capítulo anterior que:
La fecha de la destrucción de Norba Caesarina no la fijan los cronistas con exactitud, algunas posibilidades comentan, de que vivieran aun, en los primeros tiempos de la dominación germánica y que bien pudo ser el Rey Leovigildo, el que la destruyera, como lo fue de toda la menarquia Sueva y a la que Norba debio pertenecer, los cronistas árabes no hablaban de esta ciudad, mientras escriben de otras de menos alcurnia que ella, pero en el mismo sitio, aparece y en el transcurso del siglo diez un Qazrix.
No obstante, algunos hallazgos realizados en la zona de las Hurdes, vienen a proyectar algo de claridad sobre este periodo, dando cuenta la llegada de gente bárbara por estos parajes, y que probablemente fueron suevos, entre final del siglo V y princioios del VI, estos hallazgos grabados en las peñas, representan armas, esquemas, formas de animal, rayas, rombos y círculos dibujados más o menos arbitrariamente, y que quedan acreditados por los expertos y por la presencia de una espada de tipo galo y los más interesante por estar uno de los grupos firmados y fechado en la era 559, o 521 d.c.
Pero, en las murallas de Cáceres, y en ciertos tramos de la misma, se aprecian algunos tramos que están asentadas sobre basamentos romanos, y bajo tapial Almohade, más al no tener carácter, indica los expertos, ni almohade ni romano, reputándola como Visigodas, pero tambien pudieran ser no obstante, reparaciones cristianas, realizadas a través de la historia y de reconquistas, como se comprenden, poco y casi nada se deduce de los testimonios, tanto por lo que se refiere a Cáceres, así como a su territorio, de casi la absoluta despoblación de la cuenca del Tajo a raíz de las invasiones.
Pero demostrado que Cáceres, esta edificado sobre el antiguo solar de Norba Caesarina y no sobre el Castra Caecilia, como de antiguo se creía, más esta ubicación quedó demostrada por Hübner en el ultimo tercio del siglo XIX, ahora los especialistas tuvieron que buscar donde estaba ubicado el Castra Caecilia, y esta fue encontrada a unos tres kilómetros al Noroeste de Cáceres, carretera de torrejón el Rubio, donde se encontraron restos romanos, Adolfo Eschulten, historiólogo Alemán, y en 1910 y poco después desde 1927 hasta 1930, realizó excavaciones descubriendo un campamento romano completo de tiempos de la república, una parte de los numerosos hallazgos fueron a parar al Museo de Cáceres, y donde todas las opiniones de los especialistas, coincidían que era un campamento de las guerras Sertorianas, y atribuyéndole a las tropas que para vencer al rebelde caudillo romano, comandas por el procónsul Quinto Cecilio Metello, la fundación de Castra Caecilia, siempre se le atribuyo a Metello, se despejaron las dudas pues, este vicus subordinado de Norba según Plinio, se hallaba en el mismo sitio que excavó el doctor Schulten, y aun más, el trazado de la Via Lata, en el trazado de los historiadores antiguos, marcaba su paso contorneando la actual Cáceres por el Este y el Noroeste, pasando al punto por la dehesa Cáceres el Viejo, prolongándose la calzada hasta el Castra, para continuar hacia el Casar de Cáceres y a Alconétar.
Más, nos cuenta don Carlos Callejo que, junto a otros aspectos razonables, presenta algunas dificultades, una de ella es el porqué, el itinerario Antoniano, al descubrir la Via Mérida-Salamanca o Via Lata, que como hemos comentado pasa por Norba Caesarina, no se menciona a esta, sin embargo, se va un par de millas más atrás a establecer una mansión en Castra Caecilia en Cáceres el viejo.
La segunda de las dificultades es que, siendo Qazrix el nombre árabe de Cáceres, y siendo el equivalente lingüístico latino a la palabra Castris, que corresponde a la mención a la mención literal de Castris Caecilii del itinerario de Antonino, así las cosas, era necesario que este Castri estuviera junto a Cáceres, para que este último heredara el nombre de aquel, y el campamento romano de Cáceres el viejo, que queda a unos tres kilómetros de la cerca fortificada, no parece el sitio mas indicado para una poblacion cuyas ruinas sirvieron para dar nombre al recinto cuando este fue construido.
Asentadas las bases de la creación de Norba Caesarina y su destrucción por parte de la gente de Leovigildo, sigamos:
La Invasión Árabe
Con la invasión árabe, se produjo una gran conmoción, la nobleza visigoda huye hacia las montañas de Cantabria, el alto clero se refugia donde puede, y el pueblo en algunas partes abandona las ciudades, en otras ofrece una tibia resistencia y en algunas, trata de acomodarse a las nuevas circunstancias, disponiéndose a vivir como buena mente se pudiera, bajo la ley de los nuevos dominadores.
Pero las tierras cacerenses, sin embargo tarda algo más de cuarenta años de vivir la llegada de los invasores árabes, Táriq Ibn Ziyad, no se acerco por estas tierras, y Musa Ibn Nusair, tras la conquista de Sevilla, se dirigió a la Lusitania, se apodera de Mérida, en 30 de junio del año 713, un mes después, desde Mérida pone rumbo a Toledo, deseoso e impaciente de reunirse con su subordinado Tariq, cuyos triunfos le inquietaban en demasía, intentando frenar el entusiasmo conquistador de este.
Camino hacia Toledo Musa Ibn Nusair, sabiendo sin duda de que nada se le habia perdido por tierras cacerenses, desdeñó el pasar por las mismas, nada habia que le llamara la atención, nada que ganar, y poco o nada que temer de esta tierra, ya que desde la sierra de San Pedro hasta el rio Tajo, era un inmenso despoblado, en donde afloraban las abandonadas ruinas, de lo que un día fue la colonia Norbense Caesarina, desde hacia cuatrocientos años, y desde al rio Tajo al Norte, solo perduraban una marchita de vida cristiana en Coria, de cuya comunidad el director espiritual de la misma, el obispo Bonifacio habia huido junto con otros prelados, que abandonados a su grey, se refugiaron en las montañas Asturianas.
Partió el jefe árabe Musa, desde Mérida hacia Toledo, por la vía romana que, desde la antigua capital de Lusitania, se encaminaba hasta Zaragoza, tomando la línea del rio Tajo, cerca de su confluencia con el rio Tiétar, y siguiendo aguas arriba hasta Almaraz, donde cuenta el cronista se realizo el encuentro de los dos caudillos, encuentro que con aparente calma y armonía presagiaba una pronta tormenta, volvieron hacia Toledo, continuando después hacia Zaragoza.
Partió Musa Ibn Nusair, de Zaragoza, solo hacia el Noroeste llegando hasta Lugo, donde recibió ordenes del Califa, donde le culminaba a regresar a Damasco de inmediato, a fin de dar cuenta de su gestión, hizo el camino de vuelta por la vía romana, bajando por Zamora y salamanca, hasta llegar a las fuentes del Alagón, donde abandona la vía romana, desviándose hacia el sudeste en busca de nuevo la confluencia del tetar con el rio Tajo, y remonta el rio por Talavera hasta llegar a Toledo, desde donde pone rumbo a Andalucía para pasar a Africa.
La omisión de los primeros invasores musulmanes por el territorio cacerense, situado entre ambas sierras, por la naturaleza del mismo y por las aspiraciones de los emigrantes musulmanes que, formaban parte del ejercito de Musa, árabes Yemeníes en su mayoría, a los que poco les podría a traer las tierras secas y poco agradecidas de las estepas cacereñas, la tortuosidad de las sierras, como los pizarrales cenicientos del Ribero, y a los berrocales, tierras de pastores que, no brindaba ninguna clase de comodidad y bienestar, y así el panorama, los musulmanes decidieron asentarse en las llanuras del la cuenca del Guadiana, abiertas, con promesas de opulencia, y próximas a las ciudades ricas, mientras que Mérida y las comarcas de Badajoz y Medellín, lo que andando el tiempo se llamaría la Tierras de Barros y la Serena se pueblan, alzando por todas partes castillos y fortalezas para tener controlada su posesión, por lo tanto todo lo comprendido al Norte de la divisoria, sigue abandonado como estaba desde hacía cientos de siglos, más tarde, merecerían las vegas del alto Alagón, merecen la atención de los musulmanes, que acabaron por poblarse, pero no por árabes si no por los bereberes, a quienes cupo el reparto de todo el ángulo entre el rio Elijas y la orilla derecha del rio Tajo.
Habian trancurridos ya cuarenta años de la invasión , sobre el año 750, una colonia de bereberes se corre hacia el Norte y ocupa Coria, que seguía conservando, que de forma romántica su rango como ciudad episcopal, sus habitantes se disponen a la convivencia con los invasores, y de esta manera se constituye así, el primer núcleo Mozárabe por tierras cacerenses, allí se mantuvo a duras penas, apegado a la tierra, hasta que las sangrientas razas de Abu Amir Muhammad Ben Abi amir Al Maafiri, llamado Al-Mañur (el victorioso), más conocido como Almanzor acabaron por aniquilarlo.
(Fuente Floriano Cumbreño-Historia de Cáceres)
(Fuente Carlos Callejo-Orígenes de Cáceres)
(Fuente biografías)
Agustin Díaz