ARCO DE LA ESTRELLA SIGLOS XV-XVIII (II)

08.08.2020 12:43

                   HISTORIAS DE LA VILLA DE CÁCERES

                              PUERTA NUEVA 

                      ARCO DE LA ESTRELLA

                            SIGLOS XV-XVIII (II)

                   

Crónica desde la calle Cuba de mi Llopis Ivorra

Año de 1726

A continuación de donde hoy esta la ermita de la Paz, seguían dos casas, con tiendas cada uno, casas que eran dadas a censo por el Concejo a dos industriales, el barbero Sr. Juan y a un vecino llamado Andrés Fernández, a continuación las tiendas de los judíos de Abrahán Levi Doraguero, que eres este el marido de Orvillida y Samuel, hijo de don Sento, casado con Amada, estas tiendas según parece ocupaban todo el ancho de las escaleras que conducen al Arco de la Estrella. Después había tres casas más, la de Alvar González y su mujer Teresa González, otra casa de Juan Delgado y la del judío Haym Alueila, este era el ligar donde el concejo celebraba sus sesiones , se conservan los testimonios que en 1445, el Teniente de Corregidor Bachiller Pedro González de Cárabo, nombrado por el príncipe don enrique, hijo de Juan II, este celebró consistorio en esta iglesia de San Benito y san Blas, quedando constancia que por lo menos hasta 1554, fecha de construcción de las casas consistoriales, entre las torres de la Yerba y la del Horno, los regidores y demás miembros del Cabildo Municipal, aunque en los primeros tiempos se reunían en las puertas de la Iglesia  de Santa María, lo hicieron durante un siglo al menos, en lo que se llamó Atrio del Corregidor, o en una casa habilitada para estos efectos ubicada delante de la torre del Horno.

Todos estos edificios, estaban protegido por la calle que iba dirección Puerta Nueva, y entre esta puerta y la torre del Horno, levantó el ayuntamiento su Casa de Corregimiento, donde solían residir, los Regidores y administraban justica, por eso era llamado el Atrio de Corregidor. Así era la vista alrededor de la Puerta Nueva en tiempos de los Reyes Católicos, con posterioridad la mayoría de los inmuebles cercanos, fueron desapareciendo, reedificados o siendo remplazados por otros , y cuando a principios del siglo XVIII fue derribada la capilla de San Benito y el auditorio, junto a la torre de Bujaco y en su lugar se edificó la emita de la Virgen de la Paz, entre esta, y el recién construido Arco de la Estrella, se alzaba todavía el sitio Toril,, fabricado para las fiestas reales en el sitio de la muralla desde el tiempo de la conquista, el que fue derribado  en 1731, para construir una vivienda destinado a los guardas de la emita. Este hecho, propicio una airada protesta por parte de don Miguel de Mayoralgo, temiendo que, si la vivienda en cuestión era de elevada altura, reduciría la perspectiva de las vistas de la ventana con rejas, que aun hoy existe en el chaflan de la esquina del jardín del sola de los Mayoralgo, justo enfrente del Arco de la Estrella. El incidente alcanzó resonancia local, ya que quedó constancia en los archivos de la cofradía de la Paz.

En el capitulo anterior, ya se mencionaba que en 1726 y a principio del año, don Bernardino de Carvajal, conde de la Enjarada, solicitó del Concejo, la oportuna licencia y gracia para colocar unos canes y hacer más viable la llamada Puerta Nueva, en beneficio del común, facilitando el paso de los carros y coches de caballo, y permitía llegar en los vehículos desde la Plaza Mayor, hasta la casa de don Bernardino de Carvajal ( palacio Toledo-Moctezuma), el Corregidor y demás gente de calidad, no pusieron inconveniente en acceder a la petición y el Conde estaba ya en la espera de empezar la reforma al momento propicio, Ocurrió, que el por entonces obispo de la diocesis,  se le vino en ganas en sustituir el cuadro que representaba a la virgen de la Estrella y que estaba colocado de mucho tiempo, en un nicho en la muralla, precisamente en el centro de la Puerta Nueva, por una imagen de piedra, que con el mismo título, había encargado en la ciudad de Badajoz, a resultas del mayor tamaño de la imagen nueva con la existente estampa de la virgen de la Estrella, se imponía hacer obras para ampliar el altarcito, y creyendo el Sr. Obispo, de buena fe claro, que el hueco donde la efigie de la virgen de la Estrella, era lugar sagrado, exento de cualquier jurisdicción menos la eclesiástica, sin solicita permisos a la autoridad competente, decidió empezar el derribo a sus expensas, de la bóveda de la puerta Nueva, y así como  parte de la muralla que ese extiende a ambos  lados.

 Al recibir la noticia, el Conde de la Enjarada, también clérigo, de los propósitos del Obispo, acudió a rogarle que suspendiera el proyecto, toda vez que él era el quien contaba con la indispensable licencia de las autoridades correspondientes, estando ultimando detalles para empezar la obra en la Puerta Nueva, coso que no podría hacer si antes  el Prelado hacia la fábrica de la nueva bóveda, ya que al ampliar el arco y colocar los canes resultaría afectada sin duda ninguna, lo que por disposición del Obispo, se hecho o reformado. A la suplica de don Bernardino de Carvajal, respondió el Obispo, alegando nimios motivos para no suspender los trabajos ya comenzados  de derribo, poniendo en su conocimiento que el maestro arquitecto ,llevaba ya algún tiempo en su palacio, en la espera d comenzar a realizar las obras, con el fin de que en su presencia que procediera a la colocación de la imagen, y que si tenía que demorar su estancia en Cáceres, se aumentaría mucho la cantidad devengada en concepto de salarios más dietas.

A este pretexto, y nimias escusas, contesto don Bernardino, que el se ofrecía a abonar los gastos que se hubieran originado y los que se originaran en lo sucesivo, en el caso de que el referido maestro arquitecto, quisiera permanecer en Cáceres hasta la terminación de la obra, en caso de que el maestro prefiera regresar a su casa, ele estaba dispuesto a llevarlo y traerlo nuevamente a su costa, en atención al deseo expresado por el Obispo de que asistiese a la definitiva entronización de la imagen, una vez s hubiera realizado el ensanchamiento de la puerta y la ampliación de la hornacina.

(fuente - Gervasio Velo-Arco de la Estrella

Agustin Díaz