CAPITAN DIEGO DE CÁCERES Y OVANDO 1466-1474 (XI)
HISTORIAS DE LA VILLA DE CÁCERES
CAPITÁN DIEGO DE CÁCERES DE OVANDO
1466-1474 (11ª PARTE)
Paladín de los Reyes Católicos
Crónica desde la calle Cuba de mi llopis Ivorra
Habíamos dejado a don Diego, en el capítulo anterior, comenzando su casa en el solar que le había sido concedido, en las ruinas de la fuera impresionante alcazaba en la parte más alta de la villa cercada cacerense, ya tomaba forma la gran figura humana del capitán don diego de Cáceres Ovando, al compás que en su casa la Torre de las Cigüeñas.
En el cerro de Coria, ocurrió un suceso que iba a repercutir en la villa cacerense, a la que el Capitán don Diego, la tenía totalmente sometida, el Clavero de la Orden de Alcántara don Alonso de Monroy (Clavero, el que se encarga de la seguridad del convento y casas fuertes de la Orden) tan valiente como caballero, trataba con las mayores consideraciones a los prisioneros, con lo que demostraba una clara visión política, ya que así servía a sus proyectos en su afán de conseguir seguidores, El Maestre de la Orden alcantarina, don Gómez de Solís, por el contrario , era muy duro con los que caían en sus manos, en cierta ocasión, se hizo preso por los del Maestre, a don Juan de Belvis, escudero y hermano de leche del clavero don Alonso, al que le tenía en estima y profesaba gran cariño, como represalia don Alonso de Monroy , actuó con rapidez, y apresó a don Lorenzo de Ulloa, gran personaje Cacereño, al que colmo de atenciones, sentándole a su mesa, y poniendo a su disposición un caballo, para que este quedara libre, a cambio de este trato, solo le pidió que procurase por la libertad del de Belvis, pero al hacer el de Ulloa la petición, el Maestre Solís, entro en colero y con rotundidad se negó a tal, la negativa, a más de desatención, era una ofensa, por no querer cambiar un simple escudero por un caballero principal, y que ya lo había devuelto don Alonso de Monroy, viendo esto, don Lorenzo de Ulloa y todos sus parientes, amigos y servidores, marcharon a Cáceres, resentido con el Maestre don Gómez de Solís y muy impresionados por el talante del Clavero don Alonso de Monroy. (serian hasta cincuenta de a caballo gente muy escogida, cabalgaron y se llegaron a Cáceres, con el afán se seguir al clavero, y fueron de mucha ayuda, para la empresa de don Alonso de Monroy.)
El Maestre que se había venido a Cáceres desde su feudo en Alcántara, se sentía aun todo poderoso, y no tuvo inconveniente en violar la tregua pactada con el Clavero don Alonso, bajo pretexto de que las fortalezas de Mayorga y Piedrasbuenas, que entrego a cambio de la ciudad de Coria, no pudo darlas él, por pertenecer estas a sus respectivos Comendadores, lúcidas las huestes, que partieron a rescatar ambos castillos, pero el valiente y extraordinario guerrero, don Alonso de Monroy, cayó con un reducido número de hombres de armas, sobre las tropas del Maestre, reduciéndolos y desbaratándole las huestes por completo ( contaba el Clavero con ochenta caballos y cincuenta infantes, es decir la décima parte de tropa de las que contaba el Maestre)
Don Lorenzo de Ulloa y don Juan de Carvajal escribieron al Clavero, diciéndole que vinera a ocupar la villa cacerense, para que se restituyera la voluntad del Rey don Enrique IV, la propuesta no pudo ser más tentadora, ya que no podría encontrar mejor represalia por la violación de la tregua, que esta de arrebatar al Maestre don Gómez de Solís, su villa predilecta, en la que nació, y de la que siempre se había creído dueño, en la que gustaba residir con largueza de tiempo y en la que se encontraba en la sazón. Ocurrió que antes de que llegara don Alonso de Monroy, la lucha comenzó entre los cacerenses, el capitán don Diego de Cáceres, combatía por el Maestre, cuya parcialidad, llevaba la peor parte, hasta el punto de verse refugiados en un solo barrio de la villa de Cáceres.
Puerta de Coria - Puerta del Socorro
Estando, así las cosas, Don Alonso de Monroy, partió de la fortaleza de Azagala, con trescientas lanzas y cuatrocientos peones, y en saliendo el sol, se vinieron hacia Cáceres, y aunque un destacamento, quiso resistir valerosamente la entrada en la puerta de Coria, (Plaza del Socorro) no fue suficiente para frenar el imputo, arrojo y furia del clavero, mientras este entraba por la puerta de la villa cacerense, el Maestre don Gómez de Solís, salía huyendo por la Puerta de Mérida, junto con el capitán don Diego de Cáceres Ovando y un grupo de leales, camino de su feudo en Alcántara, mientras el Clavero, sosegaba la villa cacerense, la ponía al servicio del Rey, luego de marchar de vuelta a su castillo de Azagala, para ir después sobre Brozas.
El Maestre don Gómez de Solís y junto a él, el Capitán don Diego de Cáceres, no podían tener ya paz, con trescientas lanzas y quinientos infantes, fueron a Garrovillas, donde les agasajó el Conde de Alba de Liste, desde donde mandaron embajadas a don Alonso de Monroy, que tenía puesto cerco a la villa de Brozas, pero el tono insultante y altanero, conque Solís recibió a, los emisarios del don Alonso, dio lugar a que esta cayera de improviso sobre Garrovillas, obligando otra vez a don Gómez de Solís a ponerse en fuga, para ir a refugiarse a Alcántara, una vez rendida Brozas, el Clavero don Alonso de Monroy, marcho triunfante hacia su roquero nido de Azagala, por su parte don diego de Cáceres Ovando, vivió junto a su pariente el Maestre don Gómez de Solís, todo estos pocos lucidos sucesos, sin intervenir en acción ninguna que pudiera destaca su nombre…
Miguel Muñoz de Sampedro-Tres Paladines
Palacio Diego de Cáceres Ovando-Torre de las Cigüeñas
Agustin Diaz