DON FRANCISCO DE HINOJOSA 1465-1472 CÁCERES (VI)

08.06.2020 19:27

            HISTORIA DE LA VILLA DE CÁCERES

                   FRANCISCO DE HINOJOSA 

                              (VI CAPITULO)

                                 (1465-1472)

Crónica desde la calle Cuba de mi Llopis Ivorra

En el capítulo anterior, dejábamos al astuto Clavero Alonso de Monroy, preparando su estrategia contra las tropas que le enviaba el Maestre Gómez de Solís, toso estaba preparado pues, para el inicio de la batalla del Cerro de las Vigas.

Y fue completo el éxito de la estrategia del Clavero, los hombres de armas del Maestre, la gran fuerza de choque, inició el ataque con gran ímpetu, cayendo en los hoyos caballos y haciendo rodar por tierra a los caballeros, que casi en su totalidad fueron muertos o dados presos por los peones de don Alonso, avanzó entonces la vanguardia, mandada por los dos Hernando Monroy y por Garci Laso de la Vega, en las filas del Maestre cundió el desconcierto, pese a los esfuerzos que don Gómez de Solís hacia por mantener la formación, luchando en el puesto más peligroso del campo de batalla, la balanza estaba ya inclinada a favor del Clavero.

La lucha fue sangrienta, y tras ella, el Maestre Gómez de Solís, Emprendió la huida, quedándose victorioso y dueño del campo de batalla, su enemigo el Clavero don Alonso de Monroy. En aquella memorable mañana del sábado día 6 de febrero de 1470, Monroy había logrado un resonante triunfo, cuyo eco vibró por toda Extremadura, siendo cantando en romances y coplas por el pueblo, alabando y mucho la victoria del Clavero.

Los defensores de Alcántara que llevaban tantos meses de sufrimientos, resistiendo con inusitada entereza, quedaron después del triunfo de enemigo, abandonados totalmente a su suerte, no obstante, se dispusieron a seguir luchando, el hambre que esos padecieron fue sonada por toda España, se comieron todos los perros y gatos, los cueros de las adargas, y paveses y otras mil miserias, tenían bastimento apenas para cinco meses y con buena regla les duro catorce. El Maestre Solís, supo escoger bien los defensores de la casa cuna del Maestrazgo de Alcántara, como cuenta el cronista, los caballeros que estaban dentro, con voz de don Gómez de Solís, eran de mucho valor y se defendieron muy bien.

Aquí, Francisco de Hinojosa, dio prueba de un temple y entereza admirable, resistiendo sufrimientos materiales y morales con resignación, sin decaer en su ánimo, su amante esposa, doña Juana de Solís, murió en Alcántara, durante este cerco, de un cuarto parto, juntamente con el recién nacido, a causa de las privaciones padecidas, no quiso doña Juana separarse de su esposo, y aunque muchos le aconsejaban la marcha, decidió ser compañera del marido en los trabajos hasta la muerte, actitud tan digna y noble, que hasta los enemigos sentían por ella admiración al mismo tiempo que lastima. E. señor de Belvis, le envió numerosos mensajes, dándoles facilidades para salir de la plaza, y le metía en secreto panecillos y conservas, viendo el gran peligro que corría.

Cuando la muerte puso fin a sus sufrimientos, de la dulce Juana de Solís, Francisco de Hinojosa, dispuso el deposito provisional del cadáver, para llevarla luego a enterrar a Trujillo, y sobreponiéndose a su dolor, no por la mujer de su mujer, dejo de animar su gente a resistir y ofender a sus enemigos, con ánimos invencibles.

Después de la victoria lograda ante las tropas del Maestre Gómez de Solís, el Clavero Alonso de Monroy, quiso acelera la rendición del Alcázar alcantarino, pero todos sus esfuerzos, chocaban con la decisión de los sitiados, Francisco de Hinojosa, enfermo de calenturas, proseguía luchando, aunque por este tiempo y debido a las dolencias de Hinojosa, dirigía la defensa Hernando de Mojica, caballero del Habito de Santiago.

Pero a todo esto, surgía en tercer candidato al Maestrazgo de Alcántara, don Juan de Zúñiga, un niño aun, hijos de los condes de Plasencia, Duques de Arévalo, cuya causa sostenía con tesón su madre doña Leonor Pimentel, que ya ella sola por sus trazas varoniles, era el alma de la poderosa casa de Zúñiga, señores de Plasencia, este tercer bando vino a disputar al clavero don Alonso de Monroy, la ocupación del castillo de alcántara, llegando el Clavero y la Duquesa a un acuerdo, en virtud del cual, quedaría a cargo de Hernando de Monroy, hermano de don Alonso y adicto a doña Leonor.

A Francisco de Hinojosa, con todo el pescado vendido, solo le quedaba rendir la plaza, cuando con su escasa y famélica hueste, Francisco de Hinojosa, salió de aquel baluarte, era cosa de ver, espectáculo maravilloso, notar la ferocidad de su persona de guerra, así lo cuenta el cronista, la magrez y amarillez de sus carnes y rostro, el destrozo de su persona valerosa, tan gastadas las ropas de las armas continuas, que se le aparecían las carnes por mil agujeros.

Miguel Muñoz de Sampedro-Tres Paladines

Agustín Díaz