LA CASA DEL RECUERDO I

09.02.2024 13:21

           

Crónica desde la calle Cuba de mi Llopis Ivorra.

Volvemos a la, carretera, mi Llopis Ivorra vuelve a salir de viaje, nos vamos a la patria chica si es que eso existe ustedes disimulen mi ignorancia, aunque en realidad no es la patria chica de este servidor de ustedes, ya que yo nací lejos, muy lejos, más allá de la divisoria  el Tajo, pero si, las Huertas de Ánimas es lugar de nacimiento de mis ancestros y de toda la familia en general, larga familia por cierto, y dignifica el recordar el lugar de su nacencia,  pero me temo que el viaje como los que acostumbro a hacer son desde mi sillón, sin patear el terreno in situ y sin adentrarme en territorio comanche.

Y es que a poco más de dos kilómetros de la Plaza Mayor de Trujillo, esa sí, donde se encuentra la estatua de don Francisco Pizarro González,  y dirección Plasencia nos encontramos con el arrabal de las Huertas de Ánimas, y en ella como indicando al forastero por donde es el camino de la ciudad que fundó Alfonso VIII de Castilla en su área de expansión natural, con un caserón que quizás dice adiós al viajero o da la bienvenida al visitante, este caserón se le aprecia su traza bastante lograda y sus muros robustos, aunque ahora su estado sea de ruina, y que por la inscripción que lucía en la parte más alta de la fachada, y que entre los vecinos de las Huertas de Ánimas dio lugar a leyendas y especulaciones.

Y es que hace cuanto a, vivió en este caserón un coronel ya de vueltas de muchas batallas y de guerras perdidas, y que quiso construir para su descanso un hermoso jardín de rosas y quizás para calmar a sus fantasmas de lo pasado, más quiso la suerte o el destino o las dos cosas, que la parca le persiguiera desde allende los mares, y que le traía una enfermedad que incubaron en tierras de Filipinas, y esta, la parca vino hasta tierras trujillanas juguetona, y no solo se llevo por delante al coronel de las rosas, ya que se vino hasta las Huertas de Ánimas, decidió llevarse a toda la familia sin darle tiempo a preparar el equipaje, quedando aquel casaron dado al abandono y al olvido de sus moradores.

Gabino Gil Sainz, era el nombre del propietario de este edén, y nos cuenta el cronista que, un visitante de la casa siendo niño y entre los años de 1917 a 1925, decía que era don Gabino hombre enjuto de cuerpo, seco de carácter y de una notable altura, de facciones correctas y con ojos que manifestaban una enorme tristeza y que de vez en cuando miraban con la frialdad del acero, para y al poco pasar a demostrar aversión para todo lo humano, don Gabino se encontraba solo y lo que es peor viejo, tan solo acompañado por un asistente que Filipino, que cuando se perdieron las islas, decidió seguir al coronel hacia un futuro desconocido.

Y es que don Gabino Gil Sainz, habia sido Coronel Medico en el ejército de filipinas, donde destacó por su valor, y destreza en su oficio.

Sigue contando aquel visitante de la casona que, aunque niño recuerda una casona cuadrada, con un torreón blanco, con persianas verdes, y contaba con una frondosa parra, y que la casa estaba rodeada por un jardín que hacía las veces de huerta a varios niveles, separados por muretes de ladrillos, y que el interior parecía un auténtico museo de objetos orientales, que el coronel se dio maña de traerse de Filipinas, tambien tenía grandes manoplias con armas propis de Samuráis, lanzas y espadas con las hojas curvas y de empuñaduras de marfil labradas.

Un día 12 del mes de agosto del año de 1860, nació el coronel don Gabino Gil Sainz, aunque entonces no era coronel, solo era un niño recién nacido, y tuvo a bien su madre de parirlo en la ciudad de Barcelona, su padre fue Vicente Gil, su madre Petra Sainz, familia cuyo origen era la Rioja, y sin noticias del porque aquel coronel andando los años recabara en tierras del conquistador Francisco Pizarro, tierras lejanas, olvidada, y desagradecida como es la Extremadura, del caso es que ya y recién licenciado como médico en el año de 1877, y tras ejercer como tal y por poco tiempos en tierras riojanas, concretamente en el pueblo de Cenicero, en 1888 se muda a tierras cacerenses y en este año ya lo veíamos pasear por Trujillo como medico titular de las Huertas de Ánimas, el cronista baraja la hipótesis que el desplazamiento desde la Rioja fuera quizás por que hacia finales del siglo XIX, Trujillo contaba con una amplia colonia de riojanos, que eran en su mayoría comerciantes procedentes de la comarca de Camero.

Más sigue el cronista con sus hipótesis, y ahora se fija en que quizás don Gabino sufriera algún desengaño ya político ya amoroso, y que este le obligo a cambiar el rumbo de su vida profesional de la medicina, en 1888 funda en Trujillo un casino librepensador y republicano.

 Pero estamos en 1884Y nos encontramos a don Gabino Gil Sainz como médico de las Huertas de Ánimas, y aun no asentado en la vida trujillana, cuando forma parte activa en la política, donde además de la fundación del casino librepensador y republicano,(1888) solicita su derecho como elector para diputado en cortes, siendo fácil que las inclinaciones republicanas del doctor pudieran no ser del agrado en el entorno de la sociedad trujillana, y más en las Hurtas de Ánimas localidad conservadora donde en 1913 y animados por su párroco Juan Manuel Barrero, donde una gran mayoría de los feligreses locales presentan una petición obligando a la enseñanza de la doctrina cristiana en las escuelas y entre ellas la familia de Antonia Parejo, familia a la que el buen doctor se uniría por medio del matrimonio en el año de 1885.

Y fue un día 11 del mes de marzo del año de 1892 y según acuerdo plenario del día 13 de febrero del mismo año, que repartía servicios facultativos entre varios licenciados en medicina y cirugía y para cubrir tres plazas de médicos al tenerlas vacantes, entre ellas se encontraba la asistencia médica de las Huertas de Ánimas y que al poco sería el lugar que elegio para erigir su casa.

Ya con la patente de médico cirujano de clase 3ª y en 1894-1895 y residiendo aun en Trujillo, habia sido suspendido de empleo y sueldo de médico en las Huertas de Ánimas un día 1 de febrero de 1893, pero y como consecuencia de un recurso de alzada de Gabino Gil en 6 de noviembre de 1884 quedo la medida en suspenso, exigiendo el abono de los haberes que se le debía, fue el concejal José Montalvo Martin el que alegando incompatibilidad ya que don Gabino desempeñaba a la vez la titularidad en Trujillo y en aldea del Obispo en la sesión celebrada el día 22 de enero de 1893 , resultando que el doctor tenía la segunda titularidad, la de la Aldea del Obispo por un periodo de cuatro años de 15 de mayo de 1889 a 5 de mayo de 1893, pero en día 20 de enero de 1893 el doctor habia renunciando a la titularidad como médico de la Aldea del Obispo, alegando motivos de salud.

Pero retrocedamos, nos encontramos en 1885 cuando contrae matrimonio con Antonia Parejo Benito, de familia de bien y de muy antiguo de las de las Huertas de Ánimas y de momento asientan su domicilio en Trujillo, al parecer ella era joven instruida que gozaba de una muy buena posición, nacida en 15 de junio de 1865* según figura en libro de bautizos de la parroquia de San José de las Huertas de Ánimas, hija de Juan Parejo Donaire, y según parece contaba con dos hermanas que la parca se las llevo de jóvenes y un hermano, este de bastantes años menos de nombre Nicolas Parejo, y el que influido por su cuñado Gabino Gil Sainz curso sus estudios de medicina.

*al parecer esta Antonia Parejo Benito, figura como maestra de niñas en Trujillo año de 18866*

Pero y en 1894 y tras la suspensión de empleo y sueldo en Huertas de Ánimas, y ya una vez restablecido su contrato, algo dejo de funcionar como debiera, y Gabino gil da un paso quizás importante para su carrera, ya que ingresa como médico en el Cuerpo de Sanidad Militar con fecha de 30 de noviembre de 1895, tras aprobar con nota la oposición, al punto es ascendido medico segundo y dado el apremio de personal médico con motivos de la guerra de Cuba, al año siguiente es destinado a Filipinas y poco antes de embarcar su esposa y tres hijos parten de Trujillo dirección Ceuta.

Gil Sainz embarca en Barcelona destino Filipinas en el vapor Isla de Luzón, procedente de Liverpool un día 21 de junio de 1896, haciendo su entrada en Manila 30 días después, desde donde tardaría tres años en regresar, según la crónica la familia de don Gabino llega más tarde, que el doctor los acompaña de Manila a Lloilo en la Isla de Panay, y nada más llegar comprueba los horrores de la guerra en el campo de batalla.

Pronto destaca por su bravura en el campo de batalla y en Binacayan en 9 de noviembre de 1896, en el ataque aposiciones fortificadas de los insurrectos filipinos y con gado de teniente y medico segundo, entra en combate formando parte de la columna del Coronel de infantería José Maria Vega, el cual ordenó copar las posiciones enemigas, sin esperar el apoyo de la artillería, y nos encontramos al doctor Gabino Gil, avanzando, curando a los heridos cargado con su macuto de vendas y medicinas en la misma línea de batalla, donde le apretaba el fuego enemigo, fuego horroroso y certero, muy cerca de las posiciones filipinas, casi pegado al parapeto rebelde, curo heridas a un oficial que, apoyado en las trincheras enemigas calló herido y donde una bala le traspasó el sombrero, fue una acción de asalto al pueblo que comenzó a las 5 de la madrugada dando termino a las 10 de la mañana con la quema del pueblo de punta a punta. Por esta acción recibió Gabino Gil la cruz de San Fernando de primera clase, condecoración esta que estaba pensionada con 250 pesetas, y su nombre quedó esculpido en una lápida para la eternidad en la entrada de la Academia de Sanidad Militar:

                 Gabino Gil Sainz – Medio Segundo

                9 de noviembre de 1896 – Binacayán

                                       Filipinas

 Y sigue el doctor Gabino Gil Sainz recibiendo más honores, más recompensas, otras batallas, la misma guerra, se le concede el titulo de medico primero, más prefiere canjearlo por la Cruz de Primera clase de Maria Cristina.

De pronto nos encontramos en 1897 y el doctor es repatriado, llega a Barcelona procedente de Manila un 5 de junio de 1899, a las 6,15 de la mañana, cuenta el diario de abordo que durante esta larga travesía tuvieron que padecer diversas defunciones por paludismo.

Ya de vuelta a la madre patria, pasa por distintos destinos, aunque de corta duración, donde va ganado ascensos y distenciones que le permiten entre otras cosas emprender la erección de la Casa del Recuerdo.

Pero mira que hora es, ya se hizo tarde el candil se está apagando y mi madre no está aquí, ustedes disimulen, pero yo quería hablar de una casa y me he perdido con el casero, pero prometo que mañana volverá por las Huertas de Ánimas a visitar la casona, y tratar de saber cuál fue el destino del coronel Gabino Gil Sainz,

(Fuentes José Antonio Ramos Rubio

Pascual Riesco Chueca-La Casa)

(Fuentes Biografías)

Agustin Díaz Fernández