LA CASA DEL RECUERDO II

12.02.2024 12:12

          LA CASA DEL RECUERDO II

      HUERTAS DE ANIMAS (TRUJILLO)

Crónica desde la calle Cuba de mi Llopis Ivorra.

Y es que a poco más de dos kilómetros de la Plaza Mayor de Trujillo, esa sí, donde se encuentra la estatua de don Francisco Pizarro González,  y dirección Plasencia nos encontramos con el arrabal de las Huertas de Ánimas, y en ella como indicando al forastero por donde es el camino de la ciudad que fundó Alfonso VIII de Castilla en su área de expansión natural, con un caserón que quizás dice adiós al viajero o da la bienvenida al visitante, este caserón se le aprecia su traza bastante lograda y sus muros robustos, aunque ahora su estado sea de ruina, y que por la inscripción que lucía en la parte más alta de la fachada, y que entre los vecinos de las Huertas de Ánimas dio lugar a leyendas y especulaciones.

Y como lo prometido es deuda, y ayer se nos hizo de noche y no pudimos rematar lo sucedido en la casona del Recuerdo, esta mañana he vuelto a pasar por se lado, esperando la ocasión para que la casa me cuente su historia.

Ya pasó el tiempo y llegamos al año de 1900, y ya tenemos a don Gabino Gil Sainz de vuelta de su periplo por ultramar, y en Las Huertas de Ánimas tiene su casa recién terminada de construir ubicada en la finca familiar de Benito Parejo, cerca del pozo de Valfermoso, situado en la calleja que, desde el llano de la Coja, atravesaba la carretera de Plasencia, y que seguía hacia el Molino llamado de las Cañas erigido sobre el rio Magasca.

Según el cronista la casona es de planta cuadrada y muy lograda su construcción, y su fachada principal está orientada dirección Trujillo, precedida de un pórtico que sostenido por columnas de hierro calado, que se levanta sobre un pedestal y sostiene un ligero entablado formando terraza cerrada por una balaustrada de forja, tambien tiene pórtico y en él escalinata que, da a acceso al interior por los dos lados, la fachada es de mampostería revocada, con frontón con dos alerones en forma de triángulo, rematada con la leyenda:

                                     “EL RECUERDO”

Y todo hacia indicar que para el coronel Gabino Gil Sainz la vida estaba plena y satisfactoria, ya en 1904 alcanza el destino como médico-cirujano en la Academia de Infantería de Toledo, y en la comisión mixta de reclutamiento, en 1903 su hijo Vicente Gil Parejo, y tras aprobar los correspondientes exámenes de ingreso como Cadete de Infantería en la misma Academia Militar.

Más en este mismo año, lo que ayer eran cañas o se vuelve lanzas, y llega de visita al buen doctor el infortunio, su hijo Vicente fallece a la edad de 18 años con fecha de 22 de septiembre de 1904, pero unos meses antes se habia producido el óbito de su otra hija y hermana de Vicente, Eloísa Gil Parejo, con tan solo 16 años de edad, ese trágico para don Gabino ocurre en día 12 de marzo de 1904 en la ciudad de Toledo, estos dos fallecimientos dan a don Gabino un duro golpe, al que parce que la desgracias se habia aliado en su contra y al que en vano intenta consolarlo sus camaradas republicanos, y según el cronista es fácil que, los mismo Vicente que Eloísa llegaran de vuelta a España de las Islas Filipinas contagiados de alguna enfermedad tropical, con ello Gabino y Antonia pierden a sus tres hijos, ya que según parece el tercer hijo que viajara a Ceuta con su madre y sus hermanos y que embarcó para filipinas no queda constancia ninguna de él desde 1904, por lo que se deduce que hubiera fallecido en las islas.

Toledo es para Gabino una ciudad inhóspita, y en diciembre de 1904 es destinado a la Remonta de Extremadura, en 1905 y hasta 1907 pasa a ejercer como medico en e regimiento de Húsares de Pavía de Caballería, entre 1907 y 1910 era medico de la remonta de Córdoba, disfruta de diferentes permisos que los pasa en su casa de las Hurtas de Ánimas, ya en 1910 acompaña en tren entre Málaga y Granada a una expedición de heridos de la guerra de África, el mismo día el doctor sale de Málaga para hacerse cargo de otra expedición destino Córdoba, expedición de heridos por balas, patadas de mulos, paludismo…

Asciende a medico Mayor en 1910 y parte con destino a Coruña, para pasar destinado después a Valencia, Murcia, entre 1914 y 1915 vuelve a embarcarse, esta vez va en comisión en el consulado de Esauira (Marruecos) y ya en abril de 1i915, es nombrado Jefe de Sanidad Militar de Gran Canaria, y es directo del Hospital de las Palmas, a lo largo de este año queda en excedencia en Valencia, desde donde viaja a Archena (Murcia) donde se hace cargo de la dirección de su Hospital en la temporada de baños, su mujer Antonia Parejo, le va acompañando de destino en destino.

Y ya desde el Hospital de Algeciras donde se encontraba en 1917, le llaman desde el Hospital Militar de Carabanchel, donde asciende a Teniente Coronel médico, y se le autoriza a llevar sobre el uniforme la medalla de oro de la Cruz Roja Española, tambien figura como vocal de la comisión Mixta de Reclutamiento de la provincia de Cáceres y ciudad Real, y se le otorga el mando de la Sexta Comandancia de tropas de Sanidad Militar, ya en 1920 el republicano Gabino Gil Sainz, es recibido en audiencia por su majestad Alfonso XIII, y tras algún destino más pasa al Hospital de Badajoz estando allí s donde pide la jubilación, contaba con 61 años de edad y con Orden Real de fecha de 7 de noviembre de 1922 se le concede el retiro con sueldo y empleo de Coronel de 900 pesetas mensuales, y ya tenemos a don Gabino afincado en su casa de las Hurtas de Ánimas, en la Casa del Recuerdo, finales del año de 1922.

Y ahí solemos ver al poco que levantes la mirada por encima del murete que divide la finca cuando vienes o vas, al coronel Gabino Gil Sainz dedicado al cuidado del rosal y la huerta, esperando que la parca venga a visitarle, y esta llega un día 18 de un caluroso mes de agosto del año de 1925, cumplido recién los 65 años de edad:

“En las Hurtas de Animas, diocesis de Plasencia, provincia de Cáceres y termino municipal de Trujillo, el día diez y nueve de agosto de mil novecientos veinticinco, yo el Infrascrito cura coadjutor de esta parroquia, mandé dar sepultura eclesiástica al cadáver de don Gabino Gil Sainz, de 65 años de edad, e hijo legitimo de Vicente y de Petra, fallecido en el día de ayer de muerte natural, ocasionada según certificación facultativa por arterioesclerosis, halándose en el momento del fallecimiento casado con doña Antonio Parejo Benito, recibiendo la santa penitencia y la Extremaunción, en esta parroquia se le hizo el entierro de 2ª clase con acompañamiento al cementerio y con misa de cuerpo presente y oficio de rosario, actuando como testigos del sepelio José Andrada y Juan Casco y para que conste, firmo y fecho Ut Supra, Mateos de Dios Nogales*

*libro de los muertos, parroquia San José Huertas de Ánimas*

Era el coronel Gabino Gil Sainz, cofrade de la Virgen del Rosario, patona de las Huertas de Ánimas, y en su testamento lega a la Viren del Rosario y que se venera en la Huertas de Ánimas, arrabal de esta ciudad de Trujillo. Las cruces, condecoraciones y bastón de mando ganadas en su tiempo de ejercicio den el ejército.

Y estando en estas, llegamos a los años finales de la casona del Recuerdo, a resultas del fallecimiento de Gabino Gil, Antonia Parejo, su mujer, solicita pensión en despacho ordinario al Consejo Supremo y que le fue concedida por una cuantía de 2700 pesetas anuales, tenia doña Antonio un hermano, Nicolas Parejo Benito, nacido en 1876 quien heredaría la casona, cuentan que era once años menor que Antonia y que debio nacer póstumamente por fallecimiento súbito de su padre Juan Parejo Donaire.

A resultas de que este Nicolas, influido quizás por don Gabino, su cuñado, estudio medicina, y si nos situamos en el año de 1905 lo tenemos ejerciendo como medico en la Aldea del Obispo, en 1909 los registros lo sitúan en Trujillo, hasta que en 1913 es nombrado médico titular de las Huertas de Ánimas, arrabal de Trujillo donde desarrolla su ciencia hasta el momento de su jubilación, y preguntando entre los vecinos, nos cuentan que era hombre muy apreciado en las Huertas, donde cobraba cuatro duros por las igualas, haciendo el seguimiento de sus pacientes hasta una vez curados, y es a él, al que se le atribuye la orden de cegar el pozo de Valfermoso, ubicado a espaldas de la Casona del Recuerdo, y llegamos al año de 1938, año en que Nicolas Parejo Benito, se le ve por los bares del pueblo, echando una partida a cartas o al domino  diciendo que ya se ha jubilado tras 35 años de ejercer su profesión.

Nicolas Parejo, estuvo casado con Ana Fernández Mateos, habia una calle en las Huertas de Ánimas que de antiguo recibía el nombre del Manzanillos, y que, en memoria de su buen hacer como galeno, le fue dedicada y aun recibe el nombre de Juan Parejo.

Pero vamos rematando que parece que viene nublo y me pilla la mañana por el llano de la Coja.

Nicolas Parejo, caso con Ana Fernández, y fueron padres de Maria Teresa, Maria Eugenia, Eloísa y  Nicolas Parejo Fernández, pero sucedió que Maria Eugenia falleció en 1935, con tan solo 25 años, poco después la finada es Eloísa, el hijo varón Nicolas se enrola en la falange, y en 1936 se enroló en la guerra por la Falange, en 1937 fue alférez provisional en Infantería, y tras la guerra, se incorporó a la Academia de Zaragoza, pasando luego al Grupo de Fuerzas Regulares Indígenas de Infantería Alhucemas, En 1950 era teniente de infantería en el Protectorado Marroquí, y aquí ya lo vemos luciendo las dos estrellas de Teniente de Infantería en el protectorado, se casó con una Teresa Cisneros natural de la villa de Alcántara, y ya incorporado a la vida civil, llegando a ser subdelegado del gobierno en Cáceres, y nos queda Maria Teresa, anotado su nacimiento en 1908 y falleció en 1994, y que esta chica vivió en la casa del Recuerdo a partir de 1923, casona que a la muerte de Antonia, pasó en herencia a su hermano Nicolas, y resulta que este Nicolas vivía en una casa grande en la Plaza de las Huertas de Ánimas, Maria Teresa casó con Antonio Mateos Delgado.

Pero parecía como si hubiera caído una maldición en la familia, ya que sucedió que esta casa de la plaza de las Huertas como la casa del Recuerdo, fueron abandonada, motivos, la continua y prematura muerte de sus habitantes, tanto los hijos de Gabino Gil, y las hijas de Nicolas, fue por entonces donde en cualquier mentidero de las Huertas de Ánimas, ya fueran tabernas, Comercios de Ultramarino, Panaderías, y plazas, así como cualquier lugar de reunión de desahogados, dieron en hacer correr leyendas de casas embrujadas, malditas, que en algunas noches de viento se habia escuchado sonar un piano que llevaba años abandonado, el batir de las contraventanas de madera que al caminante poco avisado al pasar cerca del lugar se imaginaba gritos de los fallecidos habitantes de la casona, y los visillos en noches de tormenta que salían debido al viento por las ventanas, ml cerradas y que las mentes obtusas asemejaban a damas solicitando el socorro, y hasta  los más sensatos estaban en la creencia  de que la maldición la habían traído sus habitantes de ultramar, de algunas miasmas que emponzoñaban el ambiente de la casona, otros sencillamente rumiaban su desconfianza en aquel asistente filipino que se trajo de su lugar natural en coronel Gabino Gil Sainz.

Y fue tanto el respeto que influenciaron estas habladurías, que hasta los más bravos mozos de las Huertas de Ánimas, evitaban pasar cerca de la casa, y muchos menos saltar el murete para poder aprovechar el rico frutos de las higueras de la huerta y de las rosas de su jardín.

Y ya con la muerte de Antonia Parejo, el caserón del Recuerdo se dejó al abandono y al olvido, pronto la ruina dejo sus huellas en él, y según parece tan solo la huerta seguía dando sus frutos, gracias a la tenacidad e insistencia de un hortelano que se mantenía de la producción de la vieja cerca de la familia Parejo.

En la otra casa grande de la familia Parejo, la que da a la Plaza de las Huertas, tambien abandonada por los mismos motivos que la casona, los niños, que no conocen de miedos, ni de inquietudes, ni respeto por leyendas, quizás por la inconsciencia de la edad, usaban el pórtico de la casa para el juego de las canicas, y tambien sirvió este portal para colocar cartelera del cine del pueblo, y solía colocarse en los días de lluvia.

En el cementerio de las Huertas de Ánimas es donde esperan la eternidad don Gabino y su esposa doña Antonia, y un pergamino sobre la lápida de mármol figura:

“El Excmo. don Gabino Gil Sainz, condecorado con la Cruz de San Fernando, y otras varias por méritos de guerra, falleció un 18 de agosto del año de 1925 a los 65 años, tu desconsolada esposa no te olvida”

La ruina, el abandono, es lo que prima en la finca de los parejos y en la casona del “Recuerdo”

(Fuentes José Antonio Ramos Rubio

Pascual Riesco Chueca-La Casa)

(Fuentes Biografías)

Agustin Díaz Fernández