XXXIX CAPITULO-BREVE HISTORIA DE CÁCERES-OFICIOS-MERCADOS-FERIAS (III)

                          BREVE HISTORIA DE CÁCERES

                               XXXIX CAPITULO SIGLO XIII

Oficios, Mercados y Ferias (III)

Crónica desde la calleCuba de mi Llopis Ivorra

Todo vendedor era denominado mercader o merchán, y las mercancías forasteras, que bajaban en su mayoría desde Plasencia, Coria, Salamanca, Ávila o Toledo, eran traídos en reatas de caballerías por los recueros, estos muchas veces no tenían que llegar a la villa, les salían al paso hombres y muje4res que le compraban la carga, con objeto de revenderlas después dentro de la población, estos recatones, les llamaban , eran muy vigilados por los alcaldes, para evitar el alza de los precios en los artículos.

Otra clase de vendedores eran los ruanos o ambulantes, vendían estos sus mercaderías por las calles, pregonando sus existencias, por lo general paños, mantas etc. (manta ruana) procedían los ruanos que mercadeaban en Cáceres de la comarca de Trujillo, estando establecidos en una aldea fronteriza de Castilla, que del tráfico a  que se dedicaban sus habitantes se llamó Ruanes, subían a los pasos del Tajo por el Puerto de Almaraz y allí compraban sus mercancías  a los recueros, generalmente telas toledanas y paños de Segovia, que después vendían en Cáceres.

Todas las  mercancías estaban obligadas guardar una tasa o impuesto del concejo, que según la época así era su valor, tomándose las medidas para evitar la confabulación de vendedores, la tasa más fija era la de la carne, vendiéndose por nueve dineros el tercio de carnero, por ocho el tercio de la oveja o un cuarto de cordero y por siete el cuarto de cabrito, la carne siempre en buenas condiciones, castigándose al carnicero que la vendiese hedionda o hinchada, los carniceros vendían también la caza, el par de perdices a seis dineros, el conejo tres, la liebre a seis y a cinco el par de palomos.

Poco circulaba la moneda, las transacciones de mayor importe se hacían por el procedimiento del intercambio, en productos o en especies, cuyo valor se aproximaba al valor teórico de la moneda, solía tener estas grandes oscilaciones, según la calidad del producto, pero las multas concejiles esas había que satisfacerlas en metálico. El sistema monetario contaba de cuatro valores que se especifican en el Fuero, el Maravedí, el Sueldo, el Dinero y la Miaja.

En su origen el Maravedí fue el dinar de oro almorávide, que imito Alfonso VIII de Castilla, trascendiendo al Reino de León durante los reinados de Fernando II  y Alfonso IX, su valor teórico era el de ocho sueldos el Maravedí, el sueldo, octava parte del Maravedí era una moneda imaginaria o de cuenta, estaba compuesta por doce dineros, o monedas de vellón, aleación de plata y cobre en variables proporciones y que fue el material ordinario del dinero corriente durante toda la Edad Media, la mitad del dinero era la miaja ( la equivalencia de estas monedas a las actuales es de difícil definición).

Las medidas se designaban con el nombre de ochavas de Concejo, pues este era el encargado de proporcionarlas a los mercaderes para hacer las transiciones, el municipio arrendaba este servicio a los ochaveros, quienes en unión con los alcaldes tenia a su cargo la vigilancia de las pesas y medidas, debiendo evitar ante todo que se utilizasen medidas extrañas o extranjeras. Arroba, el cahiz, servían estas medidas para los áridos, trigo, cebada, centeno, sal, la paniella medida que en Cáceres se vino utilizando para la venta del aceite, equivalente a la cuarta parte de la libra Castellana, para líquidos la colodra, la miel, cera, y manteca se expedían en quarteznas (media de peso). Se nombra la morabera y la dinarada, medidas no fijas, una morabera era la cantidad de cualquier producto que se podía adquirir por un Maravedí y la dinarada la cantidad de cualquier artículo que podía comprarse con dinero.

El fuero Alfonsí, se cierra con el apartado  que contiene la institución de la feria, capitulo adicional tomado de un capítulo independiente agregado al texto del código, establece el Fuero dos periodos de ferias, ferias de cuaresmas y ferias de agosto, estas ferias de muy antiguo origen, so en realidad mercados privilegiados que se celebran en días señalados en parajes públicos, con el objeto de centrar en ellas mercaderías y dar facilidades en las operaciones mercantiles, los concejos garantizaban la paz del periodo ferial a fin de estimular la concurrencia de mercaderes, se les amparaba, se les eximia de todos los impuestos de transito y de arbitrios municipales inherentes a las operaciones de compra-venta, se les daba seguridades de no podérseles reclamar nada de las obligaciones contraídas con anterioridad al periodo final, suspensión de enemistades, protección de la justicia, igualdad de trato para los feriantes sin tener en cuenta, raza, patria ni religión.

La Feria de Cáceres, tenía lugar una vez al año, y durante un mes, comprendiendo los quince últimos días del mes de abril y los quince primeros de mayo, fecha escogida como la más apropiada para preparar las faenas de la cosecha, se daban seguridades de paz y tregua a todos los que quisieran acudir a la feria, tanto del reino de León, como los de Castilla, Aragón, Navarra, Portugal, lo mismo cristianos que judíos o moros, Los alcaldes los sex y el notario son los encargados de asegurar la paz durante las ferias, haciendo rondas tanto de día como de noche, de dos en dos por toda la Villa para mantener el orden, prohibido estaba sacar armas durante el periodo ferial, y si alguno agredía a otro con cuchillo, pagaba la pena con diez Maravedís y además se le cortaba la mano, si el agredido moría, el agresor era inmediatamente ahorcado, y se les confiscaban los bienes, como era lógico, en días de ferias,  corría el vino entre convidadas y alboroques,  lo que podía derivar en riñas o tumultos, los alcaldes , (recordamos uno porcada barrio) estaban obligados a reprimir duramente estos altercados, castigando con el cepo, a los ladrones se les ahorcaba. Durante este periodo no se podían reclamar deudas ni responder por enemistad publica ni privada, solamente se responde por homicidio, por mujer forzada, por reclamaciones de caudal de huérfanos o por cosas pertenecientes a la labor del campo, alquiler de casa. La feria se celebraba ante la llamada puerta nueva, (arco de la Estrella) desde este tramo en declive hasta el arroyo de Ríos Verdes, este declive en el siglo XV se explanó formándose un rectángulo que habría de convertirse en lo que hoy es Plaza Mayor, en un principio se denominó plaza de Feria.

(fuente Floriano Cumbreño-Historia de Cáceres) 

Agustin Díaz